Procter vende las papitas Pringles
P&G anunció la venta a Diamond Foods de la línea de papas fritas para copetín Pringles. Se desprende así del último renglón de productos alimentario que le quedaba.
6 abril, 2011
<p>La experiencia de la compañía en aceites comestibles fue aprovechada ampliamente por la industria de las papitas para copetín en los años 50 y 60 y luego llevó a la invención de las Pringles, las delgadas papitas con forma de montura. <br />
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Pero en los primeros años el producto resultó un fiasco. La gente no compraba las papitas, que básicamente eran escamas de papa, arrolladas y luego fritas. No prendió sino hasta mediados de los 80, cuando la compañía le modificó el sabor y realizó una magnífica campaña de publicidad. <br />
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Charles Jarvie, vicepresidente de la división alimentos a fines de los 70, recuerda que hace treinta años el producto no vendía. “Es un gran ejemplo en el que la compañía demostró que no abandonó su intento”. <br />
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No obstante, la venta de Pringles no sorprende a nadie. Procter está en medio de un proceso en el que está orientando su atención a sus negocios centrales de belleza, cuidado personal y cuidado de la casa. El martes anunció una proyectada venta a Diamond Foods por US$ 2.350 millones. La venta apenas se sentirá en Procter, cuyas ventas anuales llegan a US$ 80.000 millones. <br />
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“El negocio de Pringles no encaja con lo que están tratando de hacer”, explica Jason Gere, analista de RBC Capital Markets . “Durante mucho tiempo se supo que era uno de esos productos que iba mejor en la cartera de algún otro”. Jarvie añadió que la compañía quiso replicar los grandes avances científicos que había logrado en el renglón limpieza, pasta dental y pañales desechables. “Pero la comida es tanto arte como ciencia y Procter no tiene ambas cosas.”</p>
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