Taleb y Herring, dos maestros en cisnes negros

Nassim Taleb maneja fondos de cobertura y es autor de "The black swan, the impact of the improbable". Hace poco se reunió con Richard Herring, su ex profesor en Wharton, para debatir sobre futuros, opciones y los elusivos cisnes negros.

18 mayo, 2011

<p>Richard Herring: Su primer libro,<em> Fooled by Randomness</em>, demostr&oacute; lo poco que sab&iacute;amos&nbsp; de varias cosas. No pudo haber sido mejor anticipo de la crisis sist&eacute;mica de 2007/09. Muchos creyeron saberlo todo y ganaron enormes bonificaciones, hasta que empezaron acumular p&eacute;rdidas a rolete. No obstante, esa obra remit&iacute;a a una era anterior y a sus problemas de <em>management</em> financiero.<br />
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Nassim Taleb: S&iacute;, pero fue mucho m&aacute;s que finanzas. Ya entonces, afrontaba dos problemas y el segundo &ndash;el cisne negro- era el m&aacute;s dif&iacute;cil de curar. Pero el primero, &ldquo;enga&ntilde;ados por lo fortuito&rdquo; era m&aacute;s manejable y, claro, desborda el campo de las finanzas. Por ejemplo, si un general gana una batalla, &iquest;fue por ser bueno o simplemente suertudo? Este tipo de problema tiene, empero, soluciones maravillosas.<br />
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Por el contrario, la cuesti&oacute;n del cisne negro es mucho m&aacute;s ardua y ninguna de sus soluciones es factible sin dar vuelta alguna arquitectura institucional. Esto hace que me cueste tanto hacer llegar el mensaje.<br />
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Herring: No lo creo as&iacute;. Usted en verdad ha tenido sumo &eacute;xito en transmitir al menos lo fundamental. Suelo encontrar gente sin relaci&oacute;n alguna con las finanzas que preguntan &ldquo;&iquest;nos vemos ante un cisne negro?&rdquo;. La imagen pertenece al universo de la teor&iacute;a fractal, un dominio muy, muy dif&iacute;cil de comprender para los legos.<br />
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Taleb: Cierto. Pero he venido tratando de poner en evidencia el real mensaje del cisne negro. En esencia, la figura trasunta entornos donde existen raros eventos sencillamente no predictibles. Sin embargo, la mayor&iacute;a de los profesionales cree que puede predecir un cisne negro y, con suficiente refinamiento cuantitativo, obtener respuestas.<br />
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Pasan por alto un hecho: al no poder predecir cisnes negros, resulta inevitable restructurar instituciones y repensar estrategias. El objeto consiste en fortalecerse ante las incertidumbres.<br />
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En este terreno, los mapas son asaz dif&iacute;ciles de seguir y es preciso evitar que las cosas se desarmen demasiado tarde. Tambi&eacute;n debe eludirse la deuda -pues sus mercados tornan m&aacute;s fr&aacute;gil el sistema-, elevar redundancias en ciertos espacios y escapar a la optimizaci&oacute;n. Todo ello es cr&iacute;tico de entender para quien practique finanzas, pues va contra cuanto reza la teor&iacute;a de carteras.<br />
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Siempre he sido muy esc&eacute;ptico sobre cualquier forma de optimizaci&oacute;n: en el mundo de los cisnes negros, la optimizaci&oacute;n es imposible. A lo m&aacute;s, se reduce fragilidad.<br />
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En verdad, Talib despert&oacute; el inter&eacute;s del mundillo financiero en el fen&oacute;meno de los cisnes negros. Pero contin&uacute;a siendo todo un problema c&oacute;mo manejarlos, por ende debemos pasar al nivel siguiente definiendo qu&eacute; es vulnerables y qu&eacute; no.<br />
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Verbigracia, la helioenerg&iacute;a no es vulnerable a los cisnes negros. En cambio, la energ&iacute;a nuclear &ndash;acaba de descubrirse- est&aacute; repleta de cisnes negros: ha sucedido el accidente del miles de a&ntilde;os. En el curso de marzo a mayor de 2011 se han visto cisnes negros volando en un universo virtual muy movido.<br />
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