Allanó el FBI la sede de National Century, en cese de pagos

National Century Financial Enterprises –dedicada a financiar sistemas de salud- fue allanada el sábado por los federales. La firma es investigada por cese de pagos y despidos. Por lo menos dos directores renunciaron ayer.

18 noviembre, 2002

El FBI allanó a la empresa y también a Álvarez & Marsal, que está reestructurando su contabilidad. “Hemos cooperado con los federales”, aclaró anoche un vocero del estudio. NCFE permanecía en silencio. Esta compañía provee de fondos líquidos a más de cien prestadores de salud, pero dejó de hacerlo cuando Moody’s Investors Service rebajó doce grados de golpe sus bonos de deuda y los puso en categoría chatarra.

La calificadora también le bloqueó a NCFE el acceso al mercado de créditos. Motivo: US$ 325 millones en reserva, justamente para cubrir esos papeles, habían sido gastados en otras cosas. Anoche, dos de los clientes afectados por el cese de pagos se ampararon en la ley federal de quiebras. El FBI sabía ya que Álvarez & Marsal había descubierto una larga serie de irregularidades. NCFE compra –paga- facturas de proveedores de servicios médicos y vende títulos –“asset-backed bonds”- respaldados en su propio flujo de caja. El pago de facturas aportaba a los clientes el efectivo necesario para sus propios gastos operativos.

El FBI allanó a la empresa y también a Álvarez & Marsal, que está reestructurando su contabilidad. “Hemos cooperado con los federales”, aclaró anoche un vocero del estudio. NCFE permanecía en silencio. Esta compañía provee de fondos líquidos a más de cien prestadores de salud, pero dejó de hacerlo cuando Moody’s Investors Service rebajó doce grados de golpe sus bonos de deuda y los puso en categoría chatarra.

La calificadora también le bloqueó a NCFE el acceso al mercado de créditos. Motivo: US$ 325 millones en reserva, justamente para cubrir esos papeles, habían sido gastados en otras cosas. Anoche, dos de los clientes afectados por el cese de pagos se ampararon en la ley federal de quiebras. El FBI sabía ya que Álvarez & Marsal había descubierto una larga serie de irregularidades. NCFE compra –paga- facturas de proveedores de servicios médicos y vende títulos –“asset-backed bonds”- respaldados en su propio flujo de caja. El pago de facturas aportaba a los clientes el efectivo necesario para sus propios gastos operativos.

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