Warner Music (AOL TW) podría pasar al grupo EMI

El conglomerado AOL Time Warner ha abierto negociaciones preliminares para ceder el control de Warner Music. Siguiendo los pasos de Vivendi Universal, discute con EMI Group una venta por entre US$ 3.000 y 4.000 millones.

25 febrero, 2003

Fuentes allegadas a la empresa británica señalaban ayer que el proyecto
estaba en una “fase muy temprana, sin posibilidades de un acuerdo concreto”.
No obstante, analistas en Londres y Nueva York dan casi por hecha esta nueva fase
de consolidación en la industria musical. Amén de los serios problemas
que acucian a AOL TW, todo el sector se ve perjudicado por la menor facturación
y la piratería, a su vez producto de una política de precios altos
-en parte, a causa de contratos desmesurados con grupos o cantantes “populares”-
resistida por el público en casi todo el mundo.

Como en otras actividades, la única solución que se les ocurre
a los estrategas es fusionar compañías, aunque el recurso haya
fracasado precisamente en megagrupos como AOL TW, Vivendi, Kirch y otros. Si
bien, hasta ahora, este tipo de negociaciones se reducía a marketing,
distribución y publicidad, los contactos AOL-EMI no descartan una fusión
plena, que podría extenderse a toda la industria discográfica.

Resulta sugestivo que estas negociaciones hayan sido planteadas por EMI, la
única firma grande independiente en este sector. Por supuesto, la situación
de AOL TW favorece el intento: vender la mayoría en el paquete Warner
Music reduciría su pesado endeudamiento, prioridad para Richard Parsons,
CEO -ya no absoluto, como Steven Case- del conglomerado cuya suerte se cifra
en ese mismo objetivo.

Una fusión entre EMI y WM generaría una empresa con 22% del mercado
estadounidense en la franja de novedades. Aun así, Vivendi Universal
seguiría al frente, con 33%. En ambos casos, según cifras de 2002
y proyecciones de Nielsen Soundcan para el primer bimestre de 2003. La firma
británica tiene, entre otras estrellas (casi siempre efímeras)
a Norah Jones y Robbie William. Warner controla Kid Rock, Missy Elliot y la
inclasificable pero persistente Madonna. Subsiste, empero, un problema: la presunta
fusión valdría a este lado del Atlántico, al menos mientras
la Comisión Europea siga bloqueando dos propuestas: EMI-Warner y EMI-BMG
(Bertelsmann Music Group), rechazadas en 2000.

Fuentes allegadas a la empresa británica señalaban ayer que el proyecto
estaba en una “fase muy temprana, sin posibilidades de un acuerdo concreto”.
No obstante, analistas en Londres y Nueva York dan casi por hecha esta nueva fase
de consolidación en la industria musical. Amén de los serios problemas
que acucian a AOL TW, todo el sector se ve perjudicado por la menor facturación
y la piratería, a su vez producto de una política de precios altos
-en parte, a causa de contratos desmesurados con grupos o cantantes “populares”-
resistida por el público en casi todo el mundo.

Como en otras actividades, la única solución que se les ocurre
a los estrategas es fusionar compañías, aunque el recurso haya
fracasado precisamente en megagrupos como AOL TW, Vivendi, Kirch y otros. Si
bien, hasta ahora, este tipo de negociaciones se reducía a marketing,
distribución y publicidad, los contactos AOL-EMI no descartan una fusión
plena, que podría extenderse a toda la industria discográfica.

Resulta sugestivo que estas negociaciones hayan sido planteadas por EMI, la
única firma grande independiente en este sector. Por supuesto, la situación
de AOL TW favorece el intento: vender la mayoría en el paquete Warner
Music reduciría su pesado endeudamiento, prioridad para Richard Parsons,
CEO -ya no absoluto, como Steven Case- del conglomerado cuya suerte se cifra
en ese mismo objetivo.

Una fusión entre EMI y WM generaría una empresa con 22% del mercado
estadounidense en la franja de novedades. Aun así, Vivendi Universal
seguiría al frente, con 33%. En ambos casos, según cifras de 2002
y proyecciones de Nielsen Soundcan para el primer bimestre de 2003. La firma
británica tiene, entre otras estrellas (casi siempre efímeras)
a Norah Jones y Robbie William. Warner controla Kid Rock, Missy Elliot y la
inclasificable pero persistente Madonna. Subsiste, empero, un problema: la presunta
fusión valdría a este lado del Atlántico, al menos mientras
la Comisión Europea siga bloqueando dos propuestas: EMI-Warner y EMI-BMG
(Bertelsmann Music Group), rechazadas en 2000.

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