Altria: una triple escisión que medio mundo esperaba

Al cabo de doce años, Altria Group anunció el 31 de enero una dispersión que empieza en marzo. Primero, distribuirá entre los accionistas los US$ 50.000 millones que tiene en Kraft Foods.

2 febrero, 2007

En los once meses subsiguientes, el segundo paso consistirá en separar su negocio tabacalero norteamericano (Philips Morris USA) de Philips Morris International. Mercados e inversores se entusiasman ante las perspectivas, por lo cual la acción del conglomerado alcanzó US$ 90 el martes 29 y podría pasar los cien dólares en algún momento de este año. Eso al menos presumen analistas sectoriales de Morgan Stanley, que anticipan US$ 105 para principios de 2008. Vale decir, casi 18% sobre el nivel previo al anuncio formal.

Durante largo rato, Wall Street había presionado para que Altria se dividiese en tres empresas. El mercado está seguro de que esos negocios, independientes entre sí, representarán una capitalización bursátil superior a la del conjunto. Por de pronto, el conglomerado venía exhibiendo desde hace tiempo una contradicción incómoda para su imagen: alimentos por un lado, cigarrillos por el otro.

Los propios ejecutivos, atentos a los dividendos, también deseaban una ruptura a tres bandas. A pesar de que –como temen los abogados- quienes han estado demandando a Philips Morris USA intenten bloquear la escisión. Por su parte, los letrados argumentan que distribuir activos entre accionistas bien pudiera acabar con parte de ellos en poder de litigantes. En jerga jurídica, eso se llama “transferencia fraudulenta”.

Sin embargo, gracias a la sospechosa lenidad de varios tribunales, últimamente PM y otras tabacaleras norteamericanas han obtenido una victoria tras otra. En esa condiciones, managers y directivos por fin resolvieron que la partición de Altria sobrevivirá apremios legales.

Ya en octubre pasado, Louis Camilleri –presidente ejecutivo del conglomerado- anticipaba que la separación de Kraft sería anunciada con la presentación del cuarto trimestral. Pero lo más importa para lo accionistas ocurrirá meses más tarde, cuando se inicie la escisión de Philip Morris International. Entonces, el grupo se quedará con Philip Morris USA y el 29% de la cervecería SABMiller. A partir de ello, esos negocios podrán hacer adquisiciones, recomprar papeles, aumentar dividendos o bajar costos. Todo eso resulta atractivo para la especulación bursátil.

Altria muestra, por cierto, uno de los balances con menor endeudamiento entre los fabricantes de productos para consumo en todo el mundo. Excluyendo Kraft, terminó 2006 con apenas US$ 2.000 millones en deuda neta, un monto muy inferior a las proyecciones de caja para 2007, US$ 14.000 millones, para todas las actividades tabacaleras. La firma no ha recomprado acciones desde 2003. En activos, Morgan Stanley estima un bruto de US$ 107 por papel, de los cuales la PM local significa 30%, la internacional 47%, Kraft 25% y SABMiller 5%.

En Estados Unidos-Canadá, Philips Morris tiene 50% del mercado, pues Marlboro sola aporta 40% en ventas. PH International tiene 15% del mercado mundial. Eso incluye el liderazgo en casi toda Europa occidental y una cabeza de puente en China, país donde priman los fumadores empedernidos y a nadie le importa qué hay en un cigarrillo.

Ciertas tendencias demográficas trabajan en favor de Altria. Se calcula que, en EE.UU., 65% de los jóvenes que empiezan a fumar eligen Marlboro. Por supuesto, tanto dentro como fuera de Norteamérica altos impuesto y restricciones en defensa de no fumadores perjudican el negocio (por suerte).

La mecánica de separación es como sigue: Altria distribuye 1.450 millones de acciones Kraft a los tenedores actuales en abril, razón de setenta nuevas por cada cien en circulación. Eso implica US$ 25 por papel, precio basado en una cotización de US$ 35. Los dividendos del grupo (3,9%) probablemente pasen a 4,5% en versión revisada (el rinde actual es 2,8%). Después de la escisión. Kraft podría se presionado debido a que los US$ 50.000 millones en papeles que tiene Altria representan 88% de la existencia total. Los accionistas institucionales probablemente quieran vender Kratft para pasarse al negocio tabacalero. A diferencia de Kraft (cuya capitalización bursátil es inferior al promedio de mercado), Altria ya no es bicoca que era en 2004, cuando valía apenas US$ 30.

En los once meses subsiguientes, el segundo paso consistirá en separar su negocio tabacalero norteamericano (Philips Morris USA) de Philips Morris International. Mercados e inversores se entusiasman ante las perspectivas, por lo cual la acción del conglomerado alcanzó US$ 90 el martes 29 y podría pasar los cien dólares en algún momento de este año. Eso al menos presumen analistas sectoriales de Morgan Stanley, que anticipan US$ 105 para principios de 2008. Vale decir, casi 18% sobre el nivel previo al anuncio formal.

Durante largo rato, Wall Street había presionado para que Altria se dividiese en tres empresas. El mercado está seguro de que esos negocios, independientes entre sí, representarán una capitalización bursátil superior a la del conjunto. Por de pronto, el conglomerado venía exhibiendo desde hace tiempo una contradicción incómoda para su imagen: alimentos por un lado, cigarrillos por el otro.

Los propios ejecutivos, atentos a los dividendos, también deseaban una ruptura a tres bandas. A pesar de que –como temen los abogados- quienes han estado demandando a Philips Morris USA intenten bloquear la escisión. Por su parte, los letrados argumentan que distribuir activos entre accionistas bien pudiera acabar con parte de ellos en poder de litigantes. En jerga jurídica, eso se llama “transferencia fraudulenta”.

Sin embargo, gracias a la sospechosa lenidad de varios tribunales, últimamente PM y otras tabacaleras norteamericanas han obtenido una victoria tras otra. En esa condiciones, managers y directivos por fin resolvieron que la partición de Altria sobrevivirá apremios legales.

Ya en octubre pasado, Louis Camilleri –presidente ejecutivo del conglomerado- anticipaba que la separación de Kraft sería anunciada con la presentación del cuarto trimestral. Pero lo más importa para lo accionistas ocurrirá meses más tarde, cuando se inicie la escisión de Philip Morris International. Entonces, el grupo se quedará con Philip Morris USA y el 29% de la cervecería SABMiller. A partir de ello, esos negocios podrán hacer adquisiciones, recomprar papeles, aumentar dividendos o bajar costos. Todo eso resulta atractivo para la especulación bursátil.

Altria muestra, por cierto, uno de los balances con menor endeudamiento entre los fabricantes de productos para consumo en todo el mundo. Excluyendo Kraft, terminó 2006 con apenas US$ 2.000 millones en deuda neta, un monto muy inferior a las proyecciones de caja para 2007, US$ 14.000 millones, para todas las actividades tabacaleras. La firma no ha recomprado acciones desde 2003. En activos, Morgan Stanley estima un bruto de US$ 107 por papel, de los cuales la PM local significa 30%, la internacional 47%, Kraft 25% y SABMiller 5%.

En Estados Unidos-Canadá, Philips Morris tiene 50% del mercado, pues Marlboro sola aporta 40% en ventas. PH International tiene 15% del mercado mundial. Eso incluye el liderazgo en casi toda Europa occidental y una cabeza de puente en China, país donde priman los fumadores empedernidos y a nadie le importa qué hay en un cigarrillo.

Ciertas tendencias demográficas trabajan en favor de Altria. Se calcula que, en EE.UU., 65% de los jóvenes que empiezan a fumar eligen Marlboro. Por supuesto, tanto dentro como fuera de Norteamérica altos impuesto y restricciones en defensa de no fumadores perjudican el negocio (por suerte).

La mecánica de separación es como sigue: Altria distribuye 1.450 millones de acciones Kraft a los tenedores actuales en abril, razón de setenta nuevas por cada cien en circulación. Eso implica US$ 25 por papel, precio basado en una cotización de US$ 35. Los dividendos del grupo (3,9%) probablemente pasen a 4,5% en versión revisada (el rinde actual es 2,8%). Después de la escisión. Kraft podría se presionado debido a que los US$ 50.000 millones en papeles que tiene Altria representan 88% de la existencia total. Los accionistas institucionales probablemente quieran vender Kratft para pasarse al negocio tabacalero. A diferencia de Kraft (cuya capitalización bursátil es inferior al promedio de mercado), Altria ya no es bicoca que era en 2004, cuando valía apenas US$ 30.

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