20 millones de seguidores falsos en Twitter

Hay vendedores y revendedores de cuentas y seguidores falsos. Algunas cuentas existen solamente para difundir contenido de sitios web. Se manejan cifras espeluznantes. 

8 abril, 2013

Es un negocio multimillonasrio que crece cada vez más. El fenómeno de los seguidores  falsos tomó estado público el año pasado en Estados Unidos cuando el número de seguidores de Mitt Romney, el candidato republicano a la presidencia del país, aumentó en 100.000 personas en cuestión de días. La noticia hizo que muchas empresas administradoras de medios sociales como StatusPeople y SocialBakers desarrollaran herramientas web para tratar de determinar cuántos falsos hay entre los seguidores de una persona.
Pero esos sitios no lograron impedir que haya gente que manipula el mercado con seguidores y retweets falsos. Además, esta práctica ha evolucionado tanto que en muchos casos es casi imposible distinguir una cuenta falsa de una verdadera.  Quienes las venden dicen que pueden ganar hasta un millón de dólares en una semana. 
Andrea Stroppa y Carlo De Micheli, dos italianos investigadores en seguridad, dedicaron los últimos meses a investigar la economía subterránea de los seguidores en Twitter y dicen que encontraron un mercado floreciente.
Hoy hay más de 20 servicios que venden cuentas falsas, pero los investigadores se limitaron a analizar las redes más populares, foros y sitios web. Basándose en la cantidad de cuentas en venta en esos servicios y eliminando las repetidas, calculan que hay unos 20 millones de cuentas de seguidores falsos. 
Por lo general los seguidores falsos se venden en lotes de entre mil y un millón de cuentas. El precio promedio  para 1.000 seguidores es US$ 18, según un estudio de Barracuda Labs. Stroppa y De Micheli dicen que algunos vendedores se jactan de haber ganado entre US$ 2 y US$ 30 por cuenta. Según ellos, un cálculo conservador  es que los seguidores falsos en Twitter representan un negocio potencial de entre US$ 40 y US$360 millones.
Los dos investigadores exploraron la economía subterránea de los seguidores falsos y encontraron que el mercado funciona más o menos como eBay porque los vendedores reciben feedback de sus clientes. Por lo tanto, se acercaron a los vendedores con feedback positivo y descubrieron que los seguidores ficticios se venden en paquetes que van desde US$ 1 hasta US$ 1.000 por un número de cuentas que va desde 1.000 hasta 1 millón. 
Esas cuentas ficticias se pueden vender a múltiples compradores, en realidad, los compradores prefieren que las cuentas sigan a otras para hacerlas parecer más auténticas. Las herramientas web que tratan de distinguir cuentas falsas de reales por lo general miran la inactividad de una cuenta o su relación seguidor-siguiendo. Cuantas más gente sigan y cuanta más actividad tengan, más auténticas parecen. 
El software que existe para crear cuentas falsas, cubre todos los detalles. Algunas cuentas falsas se ven mejores que las reales, explica De Michelis.
Las cuentas falsas más codiciadas tuitean o retuitean constantemente, tienen fotos de perfiles y biografías completas; algunas hasta tienen links a sitios web que, dicen, les pertenecen. Pero en muchos casos, un análisis más cuidadoso revela que algunas de las cuentas fueron instaladas exclusivamente para retuitear material de sitios específicos. Pero últimamente, dicen los italianos, los revendedores no están vendiendo solo cuentas y seguidores, sino que están entrando en el negocio de retuiteo. Los precios oscilan entre cinco retweets al día por US$ 9 por mes hasta US$ 150 mensuales por 125 retweets diarios.
Un ejemplo de lo que está ocurriendo, citado por los investigadores. La cuenta en Twitter de alguien que dice ser Cilia Poon, incluye biografía, en chino, un link a un blog de salud de Yahoo con contenido en chino y ha tuiteado más de 17.000 veces, pero cada tweet  era simplemente un retweet de un tweet posteado por the Newxt Web, un blog de tecnología (en inglés)  que en diciembre pasado escribió sobre el fenómeno del seguidor falso. The Next Web tuitea su contenido, la tuitera Cilia Poon retuitea su contenido inmediatamente. 
 Escarbando más descubrieron  más ejemplos de cuentas que parecen existir solamente para retuitear el contenido de The Next Web. 
Stroppa y De Micheli hacen notar que mientras Facebook exige que los usuarios usen direcciones reales de email, Twitter no hace lo mismo. Para impedir cuentas falsas — o lo que se llaman “bots”– pide a la gente que trata de crear cuentas múltiples con la misma dirección I.P. que resuelva un “captcha.†Los captchas — esos acertijos que usan los sitios de e-commerce y que piden a la gente que escriba un conjunto de letras y números distorsionados – son bastante fáciles de leer y escribir para los humanos pero difíciles de descifrar para las máquinas. Sin embargo, los investigadores señalan que nuevo software puede ganarle a los captchas, o que gente a sueldo  puede tipearlos en tiempo real, por un centavo por captcha o menos. 
Hablando con un revendedor que había escrito software para crear hasta 100.000 cuentas nuevas en cinco días, escucharon de sus labios: “El negocio es fantástico”. 
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