Esperando al capital
Este año se inicia con un arrastre negativo de 0,8% en la evolución del PBI. Si persistiera durante todo el año el nivel alcanzado en el cuarto trimestre de 1998, el producto caería en esa magnitud. Es una situación de arranque desfavorable: cualquier novedad o situación interna o externa que afecte negativamente el flujo normal de capitales hacia el país, o que deteriore las cuentas externas o fiscales, podría abrir la puerta a una fase recesiva. En vista de las dificultades fiscales, los aportes patronales se reducirán lentamente durante el año. Con previsiones que apuntan a una mayor carga de intereses, servicios reales y remesas de utilidades y dividendos, el déficit de la cuenta corriente será, seguramente, superior al de 1998. La economía argentina parece destinada a fluctuar entre una trayectoria declinante y otra suavemente ascendente. El camino que tome dependerá, sobre todo, de los movimientos internacionales de capitales.
17 noviembre, 2012
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