Los 10 problemas más graves

A cuatro meses de la asunción del gobierno, MERCADO identificó 10 temas prioritarios ­no necesariamente los únicos­ para la agenda fundamental de la nueva administración. El análisis que se despliega en estas páginas aborda cuestiones vinculadas con los cambios que se produjeron en los últimos años, tanto en la Argentina como en el mundo, y sus consecuencias en términos económicos y sociales. En conjunto, ellas configuran un escenario caracterizado por nuevas complejidades, contradicciones e incertidumbres: A pesar de los profundos cambios que se produjeron en la última década, el tipo de inserción de la economía argentina en el mundo sigue siendo predominantemente primario y de escasa penetración en los principales mercados internacionales. La emergencia de un nuevo modelo competitivo, que potencia los efectos creativos y destructivos de la competencia, generó un escenario productivo muy heterogéneo y escasamente integrado. El sistema impositivo presenta dos grandes problemas: el sustantivo nivel de evasión y el alto grado de regresividad de la estructura tributaria. El gasto público del gobierno central es uno de los más bajos del mundo y, sin embargo, la situación fiscal continúa presionando para reducirlo aun más. El gasto público social supera a la media de América latina. En ese sector, la prioridad es mejorar su eficiencia y avanzar hacia un sistema de mayor articulación entre la Nación y las provincias. El sistema previsional presenta un panorama explosivo: hay más evasores que gente que paga sus aportes. La situación de las economías regionales está marcada por una profunda heterogeneidad: mientras la Ciudad de Buenos Aires tiene un ingreso promedio similar al de los países del primer mundo, muchas provincias se sitúan en niveles comparables a los de los países más pobres. En infraestructura, existen serias deficiencias en la regulación de la inversión privada y nuevos requerimientos para el Estado en las áreas menos rentables. El mercado de trabajo presenta un elevado nivel de desempleo y subempleo, así como también un marcado crecimiento del empleo en negro y de la precariedad en las relaciones laborales. La desigualdad social se acentuó en la última década. Esta situación se refleja, por un lado, en la concentración de la distribución del ingreso, pero también en la realidad de una parte creciente de la población excluida del sistema.

17 noviembre, 2012

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