La magia de Cavallo
Esta encuesta fue realizada en las semanas que transcurrieron entre la realización del megacanje de la deuda y el anuncio del más reciente paquete de medidas orientadas a reactivar la economía. No es sorprendente, por lo tanto, que asomen signos contradictorios en cuanto al optimismo de los empresarios. Cuatro de cada diez prevén un aumento de su facturación, en tanto que 28% se prepara para una caída. Es elevada la proporción (40%) de los que estiman que sus productos y servicios bajarán de precio. Nunca como en esta ocasión se ha revelado tanta inquietud por la presión fiscal. Ha bajado mucho el número de empresas que proyectan realizar exportaciones, y casi la mitad (47%) apunta al tipo de cambio como motivo del pobre desempeño en los mercados externos. Sólo uno de cada diez encuestados proyecta otorgar aumentos de salarios superiores al índice de inflación, y 28% planea reducir su plantel de empleados. Hay una notoria renuencia a endeudarse y casi la mitad de los directivos avizora crecientes dificultades para acceder al crédito bancario. Llegan a 43% los que anticipan fuertes aumentos de las tasas de interés. Sin embargo, se ha elevado significativamente, a 37%, el nivel de confianza en la acción del equipo económico gubernamental. El influjo de la personalidad de Cavallo vuelve a imponerse cuando se les pregunta a los directivos qué esperan en materia de credibilidad de la gestión económica. Suman 56% los que responden positivamente.
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