Se puede competir sin devaluar?
La competitividad de la Argentina en el mercado mundial ocupa, desde fines del año pasado, el centro del debate económico. Una de las escasas cuestiones en que coinciden los analistas de todas las tendencias es que éste representa el próximo gran desafío. Ahora bien, ¿es posible encarar esa tarea sin tocar el tipo de cambio fijo? El análisis que se despliega en estas páginas, y en el que participan economistas, investigadores, empresarios y consultores, aborda la cuestión desde múltiples enfoques y permite llegar a algunas conclusiones relevantes: Las definiciones más avanzadas y menos ortodoxas sobre la competitividad tienden a poner el acento en dimensiones más amplias que la capacidad de ofrecer productos a bajos precios. La Argentina logró, en esta última década, grandes avances en términos de productividad, y sus costos salariales (aunque altos para América latina) son inferiores a los que registran, por ejemplo, Corea, Estados Unidos y Alemania. Sin embargo, sólo una reducida elite de empresas locales se acerca al estándar de las mejores prácticas internacionales. Entre los 59 países considerados en el más reciente ranking de competitividad elaborado por el World Economic Forum, la Argentina ocupa el puesto 42º. Según los ejecutivos encuestados por el IAE para ese estudio, los factores más negativos para la competitividad del país tienen que ver con las condiciones básicas que garanticen un funcionamiento adecuado de la sociedad. Predomina, entre los analistas y empresarios consultados, la opinión de que, aunque el tipo de cambio fijo impone dificultades para que la Argentina acceda al mercado mundial con ventajas de precios, su eliminación acarrearía consecuencias mucho más graves. Todos reconocen que es posible y necesario mejorar la competitividad sin devaluar. Se requieren para ello esfuerzos públicos y privados de largo plazo orientados a definir un perfil de especialización productiva del país, diversificar los destinos de las exportaciones e incorporarles valor agregado.
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