Los argentinos se divierten
Las inversiones en marcha suman US$ 500 millones. Grandes players locales y extranjeros apuestan fuerte para asegurarse un lugar en la vanguardia del negocio. Y los números les dan la razón: los habitantes de la Capital y el Gran Buenos Aires gastan 3,4% de sus ingresos en sus actividades de tiempo libre, un índice que asciende a 5% en el segmento ABC1, pero que todavía está lejos de los vigentes en Estados Unidos y Europa (alrededor de 15%). Puesto en cifras contantes y sonantes, el panorama es aún más tentador. Según los estudios encargados por flamantes empresarios del sector, los 13 millones de habitantes del casco urbano de Buenos Aires gastan ya US$ 6.500 millones por año en entretenimiento. Pero en el país faltan experiencia y management especializado en este fértil terreno. Es preciso combinar talentos importados con investigaciones locales para indagar en las preferencias de los argentinos a la hora de divertirse. En un mercado históricamente impulsado sólo por la demanda, la revolución viene por el lado de la oferta: parques temáticos, multicines, sofisticados estadios para espectáculos y deportes indoors, canchas de bowling, bares y restaurantes en los que la atracción es la puesta en escena. El negocio se presenta prometedor y amenazante. Las tradicionales propuestas gastronómicas podrían perder terreno. Pero un ajetreado pionero como Interama tendrá la oportunidad de iniciar una nueva vida. Y la empresa de Daniel Grinbank, fundada sobre la cultura del rock, saldrá a cotizarse en la Bolsa.
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