Todo estuvo en la pantalla
La década estuvo signada por la aparición de dos fenónomenos: los nuevos pobres y los nuevos ricos. Tiempo libre y consumo comenzaron a ir de la mano como nunca antes. El televisor dejó de ser la caja de recepción de cinco canales para transformarse en el instrumento de la convergencia de la videocasetera y el cable. La imagen comenzó a serlo todo, y mientras los clubes se vaciaban, los gimnasios proliferaron por doquier. La inseguridad empujó a los más pudientes hacia los countries y barrios cerrados. Se multiplicaron los shoppings, que devinieron, cada vez más, en lugares de paseo. La PC pasó a ser un artefacto doméstico de uso habitual en los hogares de sectores medios y altos. Y, a través de ella, se abrió una nueva ventana al mundo con las conexiones a Internet.
17 noviembre, 2012
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