Laboratorio y campo de batalla

Desde 1989, la facturación de la filial local de Unilever se ha multiplicado casi siete veces. Sumó, el año pasado, US$ 930 millones. Su dominio en el segmento de los detergentes para la ropa es indiscutido: 85% de share, a pesar de los esfuerzos de su legendaria rival Procter & Gamble. Invierte 20% de su facturación en publicidad y promoción. Es el mayor anunciante privado del país. Desde hace cinco años viene tratando de alinearse con el perfil de su casa matriz, cuyos ingresos se nutren por partes iguales con los productos de limpieza/tocador y los alimentos. Para alcanzar esa meta, ya adquirió marcas de conservas, hamburguesas y helados. Los analistas aseguran que la lista de compras es aún más larga.

17 noviembre, 2012

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