Qué le queda al nuevo gobierno

Recesión, altos índices de pobreza y desempleo, inversores externos suspicaces y expectantes, bajos precios de los commodities exportados por la Argentina y la inexorable necesidad de introducir medidas de ajuste fiscal conforman un escenario poco propicio para poner en marcha la era de reparación social que tanto el justicialismo como la Alianza anuncian en sus mensajes de campaña. La esperanza es que los inversores externos respondan favorablemente a las señales de responsabilidad fiscal y reanimen a la economía con nuevos flujos de capital. La cuestión es cuándo y cómo lo harán. La ejecución de la política económica estará casi totalmente sujeta al cumplimiento de estrictas reglas establecidas por leyes de la Nación. Al nuevo gobierno, la herencia de la década menemista le llegará despojada de algunos de sus logros más valiosos: la apreciación del dólar hizo que se evaporaran las ganancias de productividad, el PBI per cápita está hoy en los niveles de 1994, el desempleo es más alto y la distribución más desigual.

17 noviembre, 2012

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