A la búsqueda de oportunidades
La retracción del consumo se torna más evidente en el sector de los alimentos no básicos. Aunque sus precios se redujeron fuertemente, no logran levantar el volumen de ventas. Pero son los bienes durables los que más sufren la recesión: la venta de autos puede ostentar, en el 2001, la cifra más baja de la década. Y mientras los fabricantes de ropa se diversifican para vender sus productos entre los más chicos, apostando a que los padres sacrifiquen ingresos por ellos, los de electrodomésticos apuestan a modernizar los hogares más pudientes.
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