La Argentina y Canadá ¿un mismo punto de partida?

El desarrollo económico e industrial de Canadá es motivo de comparación permanente con el de la Argentina. El modelo agro-exportador parecía ser una ventaja para nuestro país en la década de 1920 ¿Es pertinente basarnos en indicadores de esos años para establecer una igualdad de condiciones iniciales? ¿Qué factores tempranos en la evolución económica canadiense explican las actuales diferencias entre ambos países?

26 octubre, 2012

<p>&nbsp;<span style="color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">Por Luc&iacute;a Alem&aacute;n Lugones</span></p>
<p style="margin: 0px 0px 15px; padding: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">La Argentina y Canad&aacute; &ndash;junto con Australia&ndash; comparten un mismo modelo de desarrollo basado en la exportaci&oacute;n de materias primas. El modelo agroexportador parec&iacute;a hermanarnos a principios del siglo 20. Incluso, durante la d&eacute;cada de 1920, la Argentina logr&oacute; una tasa de crecimiento del PBI per c&aacute;pita superior a la de Canad&aacute;. La comparaci&oacute;n entre estos pa&iacute;ses se hace inevitable ante la necesidad de explicar la actual disparidad de resultados.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">(&ldquo;Tambi&eacute;n en los a&ntilde;os previos, la Argentina y Australia se disputaban los mercados internacionales de bienes primarios. Lo dice el t&iacute;tulo de un op&uacute;sculo publicado en 1901 por el pol&iacute;tico australiano A.W. Pearse</em>&nbsp;(Our Great Rival: the Argentine Republic).&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">Lo dec&iacute;a tambi&eacute;n Pedro Luro, durante los debates de 1899: &lsquo;Argentina y Australia luchan hoy por el primer rango en producci&oacute;n ovina. La exportaci&oacute;n conjunta de carnes congeladas ha alcanzado en 1898 seis millones y pico de cabezas&rsquo;. Sin embargo, un siglo m&aacute;s tarde, la Argentina y Australia &ndash;igual como cuando se compara a nuestro pa&iacute;s con Canad&aacute;&ndash; no son adversarios econ&oacute;micos de la misma talla&rdquo;&nbsp;</em>(*).<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Las causas del atraso argentino respecto del canadiense son multifactoriales y materia de debate constante. Sin embargo, una mirada enfocada en el per&iacute;odo que va de 1920 a 1945 permite destacar algunos aspectos de la estructura y el desarrollo de Canad&aacute; que ponen en cuestionamiento el supuesto de la igualdad de condiciones iniciales con nuestro pa&iacute;s.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Canad&aacute; ingres&oacute; al&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">Commonwealth</em>&nbsp;en 1931. Pero reci&eacute;n rompi&oacute; con la dependencia jur&iacute;dica a trav&eacute;s del Acta de Constituci&oacute;n de Canad&aacute;, en 1982. La intervenci&oacute;n estatal en las provincias, incluso con fines de ayuda social, tuvo el constante freno del imperio. Por otra parte, tal como qued&oacute; estipulado en la&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">Imperial Economic Conference</em>&nbsp;de 1932, Canad&aacute; obtuvo preferencia para exportar sus materias primas a Gran Breta&ntilde;a a cambio de dar concesiones para la compra de los productos manufacturados ingleses. Aqu&iacute; se establece una de las diferencias estructurales con la Argentina en cuanto al orden institucional y la construcci&oacute;n de la autonom&iacute;a estatal.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Tanto la Argentina como Canad&aacute; depend&iacute;an de mercados externos para realizar el intercambio de sus materias primas por productos manufacturados extranjeros. El Estado argentino aplic&oacute; pol&iacute;ticas p&uacute;blicas para garantizar la pervivencia del modelo agroexportador. Los intentos por impulsar una pol&iacute;tica industrial fueron espor&aacute;dicos y mercado-internistas en la Argentina.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Qued&oacute; pendiente la creaci&oacute;n de un tipo de industria competitiva que no se desintegre apenas decaen las barreras arancelarias que la protegen. Lo mismo es aplicable al caso de la producci&oacute;n local de bienes de capital necesarios para las industrias que logran un cierto impulso, incluso asociadas al sector primario. En &eacute;pocas de bonanza econ&oacute;mica, el consumo se orienta hist&oacute;ricamente hacia los bienes no durables en lugar de los que generan un aumento del patrimonio, junto con un est&iacute;mulo a las industrias asociadas (como la construcci&oacute;n).<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Canad&aacute; cont&oacute; con un mercado cautivo, el de Gran Breta&ntilde;a, al que se le sum&oacute; el de su vecino, Estados Unidos. La pertenencia al&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">Commonwealth</em>&nbsp;cobrar&aacute; mayor relevancia a partir de la segunda mitad del siglo 20. Tambi&eacute;n otorg&oacute; un marco institucional estable para realizar pol&iacute;ticas econ&oacute;micas a largo plazo que, aunque sujetas a los altibajos de la econom&iacute;a internacional, permitieron desde los inicios la existencia de actividades econ&oacute;micas diferenciadas por regi&oacute;n.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Otro asunto clave para el desarrollo industrial fue la inversi&oacute;n extranjera. En ambos pa&iacute;ses se gener&oacute; el debate de las inversiones de capital extranjero y las consecuencias que trae para la autonom&iacute;a de cada Estado. Canad&aacute; tambi&eacute;n hizo una revisi&oacute;n cr&iacute;tica de la intervenci&oacute;n estadounidense en su econom&iacute;a.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Desde principios del siglo 20 existen asociaciones de empresarios industriales canadienses que pelean por ganarse un lugar de privilegio en el mercado interno frente a los intereses de otros productores del sector primario y de los competidores extranjeros. La&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">Canadian Manufacturers Association&nbsp;</em>(CMA) presionaba al Estado para conseguir medidas arancelarias proteccionistas y preservar el mercado interno para la colocaci&oacute;n de sus manufacturas de consumo dom&eacute;stico. Esta primera actitud no explica el desarrollo industrial que experiment&oacute; Canad&aacute; desde mediados del siglo 20, pero sirve como antecedente de una actividad industrial que evolucionar&aacute; &ndash;con avances y retrocesos&ndash; gracias a la sumatoria de ventajas estructurales, experiencias adquiridas, y cambios dr&aacute;sticos de estrategia beneficiados por la Segunda Guerra Mundial.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Para explicar el desarrollo econ&oacute;mico de un pa&iacute;s es necesario tener en cuenta la combinaci&oacute;n de inversiones y mercados &ndash;locales y extranjeros&ndash;, empresariado, productores del sector primario, consumidores, trabajadores, pol&iacute;ticas estatales, inmigraci&oacute;n, y la urbanizaci&oacute;n, entre otros factores. Los pormenores de la experiencia canadiense, concentrados entre los a&ntilde;os 1920 y 1945, arrojan luz sobre aspectos muchas veces soslayados de la experiencia industrializadora de ese pa&iacute;s. En esos a&ntilde;os ya exist&iacute;an diferencias que m&aacute;s tarde se traducir&aacute;n en abruptas distancias entre la evoluci&oacute;n econ&oacute;mica argentina y la canadiense.</p>
<p style="margin: 0px 0px 15px; padding: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><img src="http://www.mercado.com.ar/mercado/ro/imagenes/foto_nota_1130_6_2.jpg" alt="" style="margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; " /></p>
<p style="margin: 0px 0px 15px; padding: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><strong style="margin: 0px; padding: 0px; ">El per&iacute;odo de entreguerras</strong><br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Sin lugar a dudas, la econom&iacute;a canadiense de los a&ntilde;os 20 depend&iacute;a de la exportaci&oacute;n de trigo. No obstante, el anterior motor del crecimiento econ&oacute;mico comenz&oacute; a ser reemplazado por otras materias primas &ndash;como el papel&ndash;, y ciertas manufacturas. Gran Breta&ntilde;a estaba en recuperaci&oacute;n despu&eacute;s de la Primera Guerra Mundial. Estados Unidos se convirti&oacute; en el principal inversor, importador y mercado comprador de Canad&aacute;. Dos tercios de las importaciones de los a&ntilde;os 20 proven&iacute;an de Estados Unidos. Para 1923 Canad&aacute; export&oacute; m&aacute;s a su pa&iacute;s vecino que a Inglaterra. Con la ayuda de su nuevo aliado floreci&oacute; la industria de bienes de consumo dom&eacute;stico que depend&iacute;a de las nuevas tecnolog&iacute;as extranjeras. Los electrodom&eacute;sticos crecieron a la par de las plantas el&eacute;ctricas.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Canad&aacute; contaba con la inversi&oacute;n de capitales estadounidenses para impulsar industrias incipientes como la automotriz que, si bien estaba orientada en su mayor&iacute;a al mercado interno, destinaba 30% a la exportaci&oacute;n.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Es importante remarcar que tal industria no ten&iacute;a una incidencia significativa por sobre la agricultura, pero sienta el precedente de experiencia industrial no relacionada con materias primas y con capacidad de competir en el mercado internacional. Adem&aacute;s, la fabricaci&oacute;n de autom&oacute;viles gener&oacute; el desarrollo de todas las industrias relacionadas: petr&oacute;leo refinado, llantas, autopartes, etc.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Otra consecuencia favorable fue la aparici&oacute;n del transporte comercial, de vital importancia para acompa&ntilde;ar el proceso de urbanizaci&oacute;n-industrializaci&oacute;n que estaba gest&aacute;ndose en todo el pa&iacute;s. Tambi&eacute;n se hace necesario aclarar que no todo fue auspicioso ni contribuy&oacute; a la autonom&iacute;a canadiense.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Las inversiones extranjeras implicaban un control por parte de Estados Unidos y la obligaci&oacute;n de instalar filiales de sus empresas en Canad&aacute;. Esto opaca cualquier visi&oacute;n nost&aacute;lgica de independencia temprana seg&uacute;n sus propios economistas e historiadores. De todas formas, la capacidad de producci&oacute;n iniciada en esta &eacute;poca servir&aacute; en a&ntilde;os futuros para retomar con m&aacute;s impulso un tipo de industrializaci&oacute;n alejada de los recursos primarios.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Durante los a&ntilde;os 20, la econom&iacute;a canadiense era peque&ntilde;a. Se restring&iacute;a a la exportaci&oacute;n de trigo, papel, pulpa y minerales. La vulnerabilidad por la dependencia del mercado externo estaba lejos de ser superada. El consumo y el empleo, que hab&iacute;an contribuido a la creaci&oacute;n de industrias nuevas, estaban subordinados a los vaivenes de las exportaciones.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
En esta misma d&eacute;cada comienzan a trazarse las diferencias regionales que agrupaban a las provincias canadienses seg&uacute;n su producci&oacute;n. Por lo menos existen tres ejes:&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
&bull; las provincias del oeste, productoras de trigo y bienes agr&iacute;colas;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
&bull; las provincias industriales del centro;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
&bull; las llamadas &ldquo;provincias mar&iacute;timas&rdquo;, dedicadas en su mayor&iacute;a a la producci&oacute;n pesquera.</p>
<p style="margin: 0px 0px 15px; padding: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><strong style="margin: 0px; padding: 0px; ">La &ldquo;Gran Depresi&oacute;n&rdquo;</strong><br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
La crisis de 1929 puso fin al crecimiento de los a&ntilde;os anteriores y manifest&oacute; con furia el car&aacute;cter d&eacute;bil de una econom&iacute;a cuya producci&oacute;n se exportaba en 80%. La d&eacute;cada nefasta de 1929-1939 dej&oacute; varias ense&ntilde;anzas aprendidas a la fuerza que sentaron las bases para un reordenamiento estatal en Canad&aacute;.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
En primer lugar, se tom&oacute; nota del peligro que implica tener una econom&iacute;a netamente exportadora que, adem&aacute;s, recae en pocos productos agr&iacute;colas. A la falta de diversificaci&oacute;n de productos se sumaba la dependencia a solo dos mercados: Estados Unidos &ndash;devastado por la crisis econ&oacute;mica&ndash; y Gran Breta&ntilde;a. Para 1929 un tercio de las exportaciones de Canad&aacute; iba a Estados Unidos (madera, papel, cobre y oro). El trigo era la &uacute;nica exportaci&oacute;n que absorb&iacute;a Gran Breta&ntilde;a, aunque tampoco pudo servir de sost&eacute;n para paliar la crisis ya que durante este per&iacute;odo los precios sufrieron una ca&iacute;da dr&aacute;stica.<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
En segundo lugar, Canad&aacute; padeci&oacute; las medidas proteccionistas aplicadas en forma generalizada a lo largo de toda la d&eacute;cada. A pesar de verse en la obligaci&oacute;n de implementarlas tambi&eacute;n, las consideraron responsables de un c&iacute;rculo vicioso que aumentaba las restricciones al comercio internacional y, por ende, disminu&iacute;a las compras de los productos exportables.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
El recuerdo de la crisis har&aacute; que Canad&aacute; adhiera a las iniciativas de libre comercio que comenzar&aacute;n a plantearse a la salida de la Segunda Guerra Mundial. Asociar&aacute; al proteccionismo con la ausencia de mercados e industrias poco competitivas.<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
En tercer lugar, la experiencia de la Gran Depresi&oacute;n qued&oacute;, a la luz de revisiones posteriores, como una &eacute;poca de escasa capacidad estatal para intervenir en la econom&iacute;a. En esos a&ntilde;os la limitaci&oacute;n se hizo evidente a ra&iacute;z del poco margen de acci&oacute;n que ten&iacute;a el Estado para ofrecer ayuda social sin avanzar sobre la jurisdicci&oacute;n de las provincias. Intentos por imponer medidas acordes al&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">New Deal&nbsp;</em>estadounidense fueron desestimados por las restricciones jur&iacute;dicas propias del&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; ">Commonwealth</em>.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
La influencia de las nuevas teor&iacute;as econ&oacute;micas lleg&oacute; a Canad&aacute; aunque no logr&oacute; plasmarse. En los discursos electorales se hablaba de salarios m&iacute;nimos y seguros de desempleo. El orden jur&iacute;dico imped&iacute;a que el Estado pudiera actuar como fuerza contra-c&iacute;clica en contextos de crisis. Este aspecto ser&aacute; modificado a partir de 1945. Hasta entonces, el Gobierno no ten&iacute;a el poder fiscal para producir cambios en la direcci&oacute;n de la econom&iacute;a.</p>
<p style="margin: 0px 0px 15px; padding: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><strong style="margin: 0px; padding: 0px; ">La Segunda Guerra Mundial</strong><br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
El ciclo de crecimiento econ&oacute;mico que inicia Canad&aacute; a partir de 1939 aleja definitivamente a la Argentina de los indicadores auspiciosos de los a&ntilde;os 20.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Una conjunci&oacute;n de ventajas permite que Canad&aacute; retome el camino de la industrializaci&oacute;n iniciado durante la d&eacute;cada de 1920. En esta oportunidad se desarrollar&aacute; una industria pesada y de alta tecnolog&iacute;a.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Pertenecer al Commonwealth signific&oacute; la posibilidad de producir suministros militares para Gran Breta&ntilde;a y los aliados en la contienda mundial. El Estado se volvi&oacute; cada vez m&aacute;s intervencionista y cre&oacute; un Departamento de Suministros y Municiones para regular la fabricaci&oacute;n privada y/o estatal de tanques, aviones, artiller&iacute;a, partes mec&aacute;nicas, uniformes y dem&aacute;s &iacute;tems necesarios.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
Gracias al impulso que la Segunda Guerra ofreci&oacute; a la industria pesada, Canad&aacute; reestructur&oacute; su econom&iacute;a y cre&oacute; nuevos sectores. Las diferencias regionales se exacerban. El Estado protege a las provincias industriales en detrimento de las agr&iacute;colas. A fines de la d&eacute;cada de 1940, algunas de las provincias agr&iacute;colas rezagadas por el auge industrial, volver&aacute;n a resurgir debido a la exploraci&oacute;n petrolera.&nbsp;<br style="margin: 0px; padding: 0px; " />
De todas maneras, aunque el sector industrial se convierta de ahora en m&aacute;s en el motor del crecimiento econ&oacute;mico, el per&iacute;odo tambi&eacute;n fue beneficioso para las provincias productoras de materias primas y para el pa&iacute;s en general. El Estado canadiense tendr&aacute; a partir de esta etapa, un papel activo en el planeamiento macroecon&oacute;mico. Su principal preocupaci&oacute;n ser&aacute; mantener el empleo y el consumo con el fin de evitar la ca&iacute;da del crecimiento econ&oacute;mico t&iacute;pico de posguerra.</p>
<p style="margin: 0px 0px 15px; padding: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">(*) Ver&nbsp;<em style="margin: 0px; padding: 0px; "><a href="http://www.mercado.com.ar/nota.php?pag=4&amp;id=360834" target="_blank">El fascinante caso de &ldquo;Argentalia&rdquo;</a></em>, publicado en la edici&oacute;n de diciembre de 2005&nbsp;</p>

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