¿Qué hacer cuando nos mienten en la entrevista?

Muchos entrevistados, por miedo o inseguridad, mienten sobre sus habilidades y su experiencia previa en la entrevista de trabajo. Esta situación puede ser complicada para el entrevistador, pero se le puede sacar provecho.

21 marzo, 2016

Es un secreto bien conocido que todos mienten en las entrevistas laborales. Pero hay algunas mentiras que son aceptables y otras que no lo son. Las más frecuentes, como las que son sobre las capacidades y habilidades, las falsas referencias, los estudios e incluso el manejo de idiomas son también las menos aceptables porque afectan directamente a la perfomance del posible futuro empleado. La mejor opción que tiene un encargado de la contratación de empleados en una empresa es saber que esto va a pasar y estar lo mejor preparado que se pueda. Sobre todo porque es realmente difícil detectar si alguien está mintiendo. Los estudios indican que los profesionales de Recursos Humanos sólo pueden detectar a los aplicantes mentirosos en un porcentaje muy bajo: del 13 al 22% de las ocasiones nada más.

 

Preguntas de rigor

Ante la sospecha de que alguien esté mintiendo, hay que tener listo nuestro arsenal de preguntas y herramientas para enfrentar la situación. En principio, si dudamos de la veracidad de la pretendida habilidad técnica de un postulante hay que hacer preguntas que profundicen sobre ese supuesto conocimiento. Si el entrevistado declara ser hábil en el uso de algún software hay que consultar a la gente especializada del área para que plantee algunos problemas y ver cómo los resuelve el entrevistado. También podemos afiliar nuestra capacidad de percepción e intentar encontrar huecos en las explicaciones del entrevistado como así también vaguedades. Si dice que su último trabajo fue de hace unos pocos meses y trabaja muy duro y se fue porque el sueldo no lo convencía, ¿por qué no hay una referencia que de cuente de ese trabajo tan duro? También podemos apostar a la búsqueda de consistencia en el discurso del posible futuro empleado. Hacer la misma pregunta dos o tres veces dando un espacio considerable entre ellas a ver si la respuesta cambia o si hay alguna contradicción. Podemos inquirir sobre algo, pasar a otro tema, y luego volver al tema pero pedir detalles específicos.

 

 

Es un mentiroso, ¿y ahora?

Hay dos grandes “escuelas” de pensamiento respecto a esto. Si encontramos que, efectivamente, el candidato estaba mintiendo ¿cuál es el paso siguiente?. Algunos optan por directamente dar por finalizada la entrevista ya que no hay interés en contratar a alguien que se expuso con mentiras en la entrevista. No es una posición que este del todo errada. Pero hay otra alternativa, los que prefieren indagar sobre el hecho. Se puede subir la apuesta y explicarle al entrevistado que, si bien ya sabemos que está mintiendo, estamos interesados en saber por qué lo hizo. A veces puede llevar a resultados interesantes, como alguien que miente sobre su domicilio o su composición familiar por miedo a ser discriminado por la empresa. Si eso nunca fue un problema para la empresa, y el empleado es un candidato con posibilidad de ingresar, podemos despejar los miedos del entrevistado y seguir adelante. En ningún caso hay que mostrarse molesto ni nada parecido, hay que mantenerse profesional.

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