¿…y vivieron felices y comieron perdices?
En los cuentos de hadas, en las novelas rosas y en muchas de las películas que vemos, la chica linda se queda con el muchacho buen mozo. Un estudio demuestra que en el mundo de la realidad esas relaciones no duran.
Un estudio reciente, revela hoy el diario The Times, sugiere que en la realidad la gente atractiva tiene relaciones cortas y se divorcia con frecuencia. Un equipo de investigadores de Harvard bajo la dirección de la psicóloga Christine Ma-Kellams estudió el impacto de la belleza en la estabilidad de las relaciones y para ver si la gente hermosa tenía relaciones hermosas. Descubrieron que no.
El estudio comenzó pidiendo a dos mujeres que juzguen el atractivo de 238 hombres mirando las fotos de sus álbumes del colegio secundario. Con el resultado de sus opiniones entraron a un sitio web llamado ancestry.com para ver los datos matrimoniales y de divorcio de los hombres elegidos como más atractivos durante los 30 años transcurridos desde que dejaron el colegio. Los hombres que habían sido elegidos como más atractivos mostraban la mayor cantidad de divorcios.
Luego les pidieron que califiquen el atractivo de 130 celebrities usando actores y actrices de una base de datos online. Los resultados fuero similares : las celebridades con más belleza física mostraban tendencia a tener muchos problemas maritales.
Luego los investigadores se concentraron en analizar la teoría de que las personas más atractivas sienten más inclinación por engañar. Mientras la mayoría de la gente comienza a ver a los demás como menos atractivos una vez comprometidos en una relación, la gente muy atractiva no tiene esa tendencia protectora. Eso lo demostraron con otros estudios.
Pero hay una diferencia entre los hombres hermosos y las mujeres hermosas: los hombres tienden a engañar más, tienen la oportunidad y tienen los medios. A las mujeres atractivas, en cambio, les interesa menos el sexo casual porque tienen las condiciones para obtener lo que quieren, que es una relación fuerte y duradera.
Esta diferencia, interpretan los investigadores, se debe bastante al hecho real que la sociedad premia a los hombres por sus aventuras pero castiga a las mujeres.
Esta interpretación nos puede ayudar a entender, por ejemplo, por qué terminó la relación entre Brad Pitt, considerado uno de los hombres más atractivos del cine actual, con Jennifer Anniston primero y con Angelina Jolie después. Ambas descubrieron que no era el marido ideal.
