La historia del futuro – parte 4

Arquitectura 4.0 Digitalizar también la construcción Los impactos ambientales están cada vez más en el foco de los inversores. Al mismo tiempo, la construcción de edificios se encuentra entre los mayores responsables del consumo de recursos, generación de residuos y emisiones CO2, incluso por encima de la industria y el transporte. La tecnología necesaria para el desarrollo de edificios verdes ya existe, su aplicación depende de nosotros. Por Pablo Swiecicki (*) ¿Cómo integrar datos y generar valor agregado con las nuevas tecnologías de diseño para construir edificios sustentables e inteligentes? ¿Cuáles son los beneficios de las construcciones con sello eco smart? Por definición, un edificio con estas características utiliza distintas tecnologías para hacer más eficiente su uso y control. Estas tecnologías abarcan principalmente cuatro categorías: seguridad, comunicaciones, apoyo logístico y automatización de procesos. Un smart building regula su temperatura y recicla el agua, optimizando la energía, uno de los grandes pilares de la sustentabilidad de las obras. La llamada Cuarta Revolución Industrial que vivimos actualmente nos ofrece múltiples herramientas para hacer más eficientes los procesos, y mejorar la calidad y la sustentabilidad de las construcciones que habitamos. En las sociedades 4.0, lo digital, big data y la realidad virtual impactaron en todos los sectores, incluso en los más tradicionales. El diseño arquitectónico, por supuesto, no escapa a esta realidad. Algunos de los ejemplos de la transformación digital los podemos ver en las nuevas técnicas de producción proyectual como Building Information Modeling (BIM); la realidad aumentada y la nube de puntos. BIM es un recurso que permite generar y gestionar datos de los edificios durante su ciclo de vida, valiéndose de un software dinámico y en tiempo real de modelado en 3D. Si bien las ventajas de esta tecnología son muchas, quizás la más importante es que nos ofrece una clarificación del estado actual/final del edificio, dando acceso a una mejor coordinación y detección de interferencias. Además, el sistema sirve para realizar un testeo preliminar del rendimiento ambiental de la obra, fundamental para certificar en LEED (Leadership in Energy & Environmental Design). También podemos mencionar cloud computing –la nube– que permite trabajar de manera remota y en simultáneo con distintas personas sin necesidad de un software especial sobre la información que se va almacenando. Y, desde ya, el uso de robótica y drones que permitirán reemplazar a personas en lugares de difícil acceso, pocos seguros, y/o en tareas muy repetitivas. En suma, la utilización de la tecnología big data, los procesos 3D y la realidad virtual son herramientas de gran ayuda para la toma de decisiones durante el proceso de construcción. Junto con los programas de gestión y gerenciamiento, el diseño arquitectónico 4.0 ayuda a terminar con un viejo problema del sector: cumplir con los plazos y costos previstos para cualquier tipo de obra. La revolución digital cambió la forma en que se gestiona y presenta la información. Esto impacta no solo en el producto final, sino también en el cliente que ahora puede ver exactamente cómo va a quedar su oficina o vivienda, y que está en el centro de las decisiones porque la tecnología se lo permite. Y transformó al sector, sin dudas, ya que permite integrar y consolidar en un solo gran proceso al diseño y la construcción. Proyectar un futuro sustentable Frente a los desafíos que plantea el cambio climático, con riesgos que están cada vez más en el radar de los inversores; y considerando el default ambiental en que se encuentra el mundo –y especialmente nuestro país– es fundamental un cambio de paradigma, que incorpore y capitalice las potencialidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías puestas al servicio del diseño y la construcción, a fin de generar espacios más saludables para las personas y más respetuosos del ambiente en un contexto de recursos escasos. Los profesionales del sector y los comitentes están apostando a este tipo de construcciones del futuro, desarrolladas bajo estándares sustentables de aval internacionales como las Certificaciones LEED, BREEAM o Passivhaus. En esta transición es importante el rol activo del Estado, promoviendo políticas públicas, incentivos fiscales y financiando programas sustentables no solo en los centros urbanos sino también en el interior. Y de nosotros como consumidores, incorporando patrones sustentables en nuestros hábitos; en la forma en que hacemos las cosas, en cómo usamos los recursos del planeta y cómo habitamos los espacios en que vivimos. Proyectar un futuro más verde y sustentable es responsabilidad de todos. (*) Director de ESARQ | Estudio Swiecicki Arquitectos. Movilidad, logística y procesos industriales Una unión que la tecnología potencia Las operaciones logísticas siempre estuvieron atentas a la eficiencia. A lo largo de los años, fueron incorporando innovaciones en términos de herramientas (como código de barras, RFID y control de accesos), procesos (Just in Time y Total Quality Management) y en tecnología (ERP, MRP). Tecnologías disponibles y disruptivas que transformarán radicalmente el sistema de producción. Por Pablo Martín Poza (*) Se llegó así a tener operaciones de logística muy automatizadas y orientadas a costo eficiente. Tanto, que lo que era un proceso interno de logística en cualquier compañía se transformó en servicios de tercerización, conformando grandes empresas dedicadas a esto, como un negocio en sí mismo. La movilidad, en tanto, no recorrió el mismo camino, sino que fue incorporando diferentes tecnologías a un ritmo más lento: se han venido utilizando los mismos medios de transportes, mismos elementos, y en definitiva, los mismos criterios para la toma de decisiones e inversión en cuanto a la movilidad, ya sea interna en término de materiales y/o empleados, como de personas y/o clientes. Uno de los primeros casos donde vimos que la nueva movilidad se unía en las operaciones logísticas fue el de Kiva: la empresa de los pequeños robots que adquirió Amazon y que se hizo famosa por los videos donde se ve a los "artefactos naranjas" haciendo el picking y el armado de pedidos de entrega, a una tremenda velocidad, y prácticamente, sin intervención humana. La gran evolución vino entonces a partir de incorporar tecnología a la movilidad, potenciando los avances que ya se habían logrado en términos logísticos. La movilidad, un área donde no se la consideraba que pudiera contar con saltos significativos, comenzó a generar capacidades que impactaron rápidamente en las operaciones logísticas. Así como oportunamente las operaciones logísticas incorporaron tecnologías, herramientas y procesos, la movilidad empezó a recorrer el mismo camino enriqueciéndose con la robótica, la gestión autónoma, los algoritmos, el machine learning, los sensores, entre otras tecnologías. Podríamos decir que hoy ya contamos con una base muy significativa de innovaciones tecnológicas incorporados al día–día de la movilidad y junto con ello, enriqueciendo las operaciones logísticas. Soluciones en curso Existen múltiples tecnologías que ya se aplican en ciertos procesos. IIoT: industrial IoT, plataformas para ser desplegadas ahora en todo los procesos de operaciones logísticas y movilidad. Sensores: continúa bajando el costo, con lo cual su adopción, lejos de estar en un estadio maduro, se acelera, incorporándolo sobre todo en movilidad autónoma, sensores, microcontrollers, y actuadores, o bien para monitoreo de variables ambientales en los procesos logísticos. Robots / Cobots: son cada vez más pequeños, más "inteligentes" y cada vez más integrados a las tareas humanas. Operaciones automatizadas, y plantas automotrices fueron pioneras en la incorporación de estas tecnologías. Análisis predictivo: la explotación de datos, y su almacenamiento en la nube, nos permite pasar de un escenario de análisis reactivo (basado en la historia) a un análisis predictivo (basado en tecnologías de ML), asumiendo comportamientos futuros y escenarios posibles de ocurrencia, por ejemplo en temas de mantenimiento de plantas. Drones industriales: las aplicaciones comerciales de los drones son amplias, con posibilidades. En construcción, petróleo y gas, infraestructura y logística, y la industria de la minería. También en el agro se los utilizan para pulverizar cultivos y analizar rendimientos. Los datos que los drones recolectan podrían ser más valiosos que los propios drones. Realidad aumentada / Realidad virtual: podrían transformar la productividad, capacitación y seguridad de los trabajadores: están destinadas a tener un gran impacto en lugares de trabajo de manufacturas complejas, como por ejemplo en sitios de ensamblaje de automotrices o aviación, entre otras. Tecnologías combinadas y blockchain en la industria La integración de wearables en aplicaciones industriales se está enfocando en la actualidad, más que nada en los procesos productivos; pero hay muchas ideas en laboratorios. La potencia de los wearables está en la combinación de tecnologías, que incluyen AR/VR y sensores, que aumentan el rendimiento de los trabajadores y su seguridad. Existen proyectos actualmente en desarrollo, desde los más futuristas (exoesqueletos obreros) hasta los más prácticos (cascos conectados para los mineros). Si bien no veremos trabajadores mitad humanos, mitad máquinas en el corto plazo, el espacio de los wearables está comenzando a generar algo de mayor impacto. A su vez, existen nuevas iniciativas de blockchain, por ejemplo, para impresión 3D, IoT y seguridad. Blockchain para usos industriales podría estar viviendo una moderada evolución y reevaluación de aplicaciones prácticas. Una variedad de empresas industriales lanzaron iniciativas de blockchain, con foco en la cadena de suministro/logística, minería y empresas de petróleo y gas. Blockchain ofrece seguridad en términos de manipulaciones y trazabilidad, y esto es muy valorado en ciertos procesos industriales Machine Vision Los avances en la inteligencia artificial, edge computing y la tecnología de sensores (más baratos y potentes) podrían hacer que la "visión artificial" sea un disruptor para una variedad de aplicaciones industriales, haciendo más práctica su adopción. Se puede utilizar para detectar electrónicamente problemas de calidad, clasificar inventario y controlar procesos, pudiendo las fábricas mejorar el rendimiento y reducir los costos, sin necesidad de la observación humana. Machine as a Service Los sensores y monitoreo remoto pueden abrir nuevos modelos de negocio para el modelo de "máquina como servicio", a menudo denominado "HW as a service". Esta tendencia está en línea con los modelos de negocios en otras industrias que hacen que grandes bienes de capital sean más accesibles y más fáciles de financiar. La "máquina como servicio" ya existe actualmente para grandes bienes de capital, pero no ha ganado mucha adopción más allá de la industria aeroespacial (pagan por el tiempo y mantenimiento del motor, pero nunca en realidad compran el motor). Mejores sensores y más baratos, junto a una conectividad más potente, podrían abrir este modelo a nuevos tipos de equipos industriales. El "machine to business" permitirá a los proveedores de equipos, monitorear más fácilmente el uso del equipo, la producción y sus requisitos de mantenimiento. Las automotrices como empresas tecnológicas Con la adopción de la impresión 3D, los fabricantes de automóviles se están poniendo al día con la personalización en masa. Fabricación personalizada, o personalización masiva, combina impresión 3D, con sensores, robótica y simulación avanzada de productos. La integración entre fabricantes de equipos, proveedores y clientes acorta enormemente los ciclos de producción. Estos sistemas de fabricación como Just In Time (JIT) donde la adquisición y la producción se adapta estrechamente a la demanda del cliente, no son nuevas tecnología en la industria. Toyota fue pionero en la filosofía JIT con el sistema de producción de Toyota. Dell lo perfeccionó en la fabricación de computadoras "configured to order" en la década de 1990. La próxima ola en la fabricación personalizada será impulsada por la robótica, impresión 3D y los dispositivos conectados tanto en fábricas y como en autopartistas. La industria automotriz está siendo líder en personalización masiva: las fábricas de autos son las primeras en adoptar esta tecnología, para la producción de piezas en serie. Hay muy buenos ejemplos, en fábricas de Volkswagen y BMW. ¿Qué veremos en breve? Las tecnologías mencionadas y su aplicación e impacto iremos viéndolos en el mercado en función de la evolución de dos variables críticas: la capacidad de adopción por parte de los clientes, y la intensidad de la competencia. A mayores innovaciones en mercados donde mayor incertidumbre encontramos, mayor margen para la aplicación de estas tecnologías disruptivas, y probabilidad de asimilar sus riesgos asociados. (*) Profesor de IAE Business School Movilidad como servicio Un transporte para cada necesidad La forma en la que se transporta la gente y las mercancías está cambiando radicalmente. La creciente penetración de los vehículos eléctricos, el crecimiento de compañías como Uber, los esfuerzos de Amazon para avanzar en la distribución de productos vía drones, la irrupción de nuevas formas de movilidad de la última milla, como monopatines o bicicletas, dan cuenta de ello. Por Javier Cao (*) Si bien estos cambios parecen el resultado de distintos avances tecnológicos independientes, un análisis económico desnuda que se trata de una adaptación de tendencias que llevan décadas aplicándose en el ámbito industrial. Sin ir más lejos, pensemos en la adopción de las técnicas productivas conocidas habitualmente como toyotismo en la década de 1970. Este método de producción se basaba en dos preceptos básicos. El primero era la producción "just in time", para reducir al mínimo los stocks. El segundo, la diferenciación del producto para adaptarse a cada consumidor, en lugar de la producción a escala y en serie. Aunque parezca extraño, los cambios en movilidad pueden ser vistos como una adaptación de estas tendencias. En la actualidad, el medio de transporte por excelencia es el automóvil, que brinda una misma solución a todas las necesidades y pasa la mayor parte del tiempo estacionado. Los nuevos cambios en movilidad apuntan a romper con estos dos problemas. En la ciudad del futuro, cada necesidad de transporte tendrá un medio diferente (automóviles, trenes, subtes o hasta bicicletas) y se irán combinando según la necesidad del usuario. A su vez, se ganará eficiencia al maximizar el tiempo de uso de los vehículos mediante nuevas modalidades como el "car sharing", que reduce el tiempo que un auto pasa estacionado. Las nuevas tendencias suelen resumirse bajo el concepto de "movilidad como servicio". Ya no se trata de consumir un bien (el automóvil) sino simplemente de trasladarse, rápida y cómodamente y a bajo costo (cada persona priorizando una variable sobre la otra). Y si al final del día solo interesa el traslado, esto puede realizarse de manera mucho más eficiente con una oferta diferenciada y de manera mucho más económica intensificando el uso del capital. Soluciones interconectadas Lo que sí es cierto es que la aplicación de estos conceptos a la movilidad solo ha sido posible gracias a los cambios tecnológicos que surgen a partir de la industria 4.0, fundamentalmente aquellos relacionados a la conectividad y aprovechamiento de la información en tiempo real. De otra forma, no hubiera sido posible la coordinación de diversas empresas, medios de transporte y su interacción, no centralizada a través de un productor, como en el caso de la producción industrial, sino directamente hacia los consumidores. Uno de los principales cambios son las nuevas plataformas que permiten coordinar perfectamente los distintos medios de transporte minimizando tiempos de transbordo gracias a datos de geolocalización. Aplicaciones como Google Maps, Eomob o Transit ya ofrecen la noción del tiempo de demora estimado para ir de un lugar a otro utilizando diferentes medios y es cuestión de tiempo que un mismo sistema integre información sobre la ubicación de colectivos, bicicletas disponibles, o incluso para coordinar desde ahí mismo la llegada de otro medio de transporte. Esta coordinación permite reducir los tiempos de viaje y también lograr un mayor aprovechamiento de los recursos y, por lo tanto, un menor costo. Las apps de provisión de servicios de transporte que conectan a los pasajeros con los conductores de vehículos registrados en ellas (como Uber o Cabify) reducen el tiempo en que el vehículo funciona sin pasajero. Por otro lado, las tendencias de car sharing, posibles gracias a la tecnología que permite coordinar las demandas de distintos usuarios y conocer la localización de los automóviles en todo momento, permiten reducir costos al compartir gastos de mantenimiento de los automóviles. El próximo paso en la eficiencia puede ser un cambio más radical, y en algún punto controversial: la eliminación de la necesidad de conductores. En el transporte de personas, esto podría darse a partir del desarrollo de automóviles autónomos que no requerirán de un conductor. En el de mercancías, empresas como Amazon y Google ya se encuentran realizando pruebas con drones eléctricos autónomos que pueden volar hasta 24 km y entregar paquetes de menos de 2,25 kg en menos de media hora. Regulaciones necesarias y nuevos modelos de negocio Los cambios profundos en los esquemas de movilidad generarán nuevos desafíos tanto para el sector público como el privado. En cuanto al rol estatal, el mismo será fundamental dado que los nuevos servicios que apuntan a la movilidad micro se organizarán en torno a las redes troncales que proporcionará el transporte público. Esto obliga al Estado a mejorar dos conceptos que resultan fundamentales para el funcionamiento de un sistema multimodal: la coordinación y la confiabilidad. Al mismo tiempo, será obligación del sector público estar atento a las nuevas tendencias para poder brindar un marco regulatorio adecuado. Muchas de las nuevas compañías de transporte no lo tienen, lo cual ha dado lugar a algunos conflictos, como los conocidos de Uber o las aplicaciones de delivery. La falta de regulación puede generar complicaciones incluso en detalles más simples que a veces pasan desapercibidos. Sin ir más lejos, durante años las motocicletas eléctricas circularon en nuestro país sin obligación de ser patentadas ni aseguradas valiéndose del vacío legal presente en la Ley de Tránsito, corregido a través del Decreto 32/18. En cuanto al sector privado, los cambios venideros representan tanto una oportunidad para nuevas empresas innovadoras a escala global, que demandarán cada vez mayores inversiones en desarrollo de software, como un desafío para las empresas existentes que en muchos casos deberán modificar su modelo de negocios. El caso más claro es el de la industria automotriz, que deberá adaptarse a un modelo en el que el auto deja de consumirse como bien y pasa a ser simplemente un servicio. Algunas firmas ya se están adelantando: Toyota ha comenzado a ofrecer servicios de movilidad a través de una opción para alquiler de automóviles de su compañía, lo que le permite apuntar a este otro segmento de la demanda. A esto se suma el desafío desde el punto de vista de las tendencias productivas. En un sistema que demanda cada vez más una mayor interconectividad, el automóvil está transformándose cada vez más en una computadora con ruedas. Esto podría amenazar incluso la gobernanza de la cadena de las terminales, ya que, si el software es parte central del valor del vehículo, empresas del rubro de tecnología podrían desembarcar en esta industria e incluso llegar a instalarse como líderes de la cadena. Movilidad más rápida y cambio veloz Lo que queda claro que las innovaciones en materia movilidad están avanzando a pasos acelerados y es solo cuestión de tiempo que lo que hoy son novedades se transformen en el statu quo. Incluso tendencias que hoy parecen lejanas podrían comenzar a materializarse en las próximas décadas. Al fin y al cabo, gran parte de las innovaciones que estamos viendo hoy en día se encontraban completamente fuera del radar solo 20 años atrás: el primer celular con GPS fue creado en 1999, Google Maps se lanzó en 2005 y Uber acaba de cumplir apenas una década. Al respecto, si bien la forma específica en la que se materializarán los nuevos servicios dependerá del avance de la tecnología, muchas veces impredecible, lo cierto es que todos los cambios apuntan a mejorar la coordinación, a fomentar la mayor flexibilidad y hacer prevalecer el concepto de movilidad como servicio, tendencias que actualmente resultan ineludibles. Estos cambios ayudarán a reducir costos de transporte, dar mayor tiempo libre y aliviar algunos de los problemas de la vida moderna como la falta de espacio, o el tránsito en las grandes ciudades. Sin embargo, también generarán nuevos desafíos tanto desde la gestión de los sistemas de transporte como de las cadenas de valor. En un mundo que avanza a toda velocidad, será responsabilidad tanto del Estado como de las empresas estar preparados para lo que viene. (*) Economista. Responsable Equipo Sectorial de ABECEB Revolución digital en servicios financieros Las fintech llegaron para quedarse Hace varios años que escuchamos hablar de la revolución digital en el mundo de las finanzas. Las fintech transforman y mejoran los servicios financieros de la mano de la tecnología y, año a año, crecen en cuanto a volumen y propuestas, pero ¿conocemos realmente su potencial? ¿Entendemos su alcance? Por Florencia Scaturchio (*) Según EY, en su informe Global Fintech Adoption Index 2019, en todo el mundo el 96% de los consumidores conocen al menos un servicio fintech alternativo disponible para ayudarlos a transferir dinero y realizar pagos. Por supuesto que conocer los servicios no implica su utilización, pero los números en cuanto a la adopción de fintech también son muy altos teniendo en cuenta el poco tiempo que tienen estas tecnologías en el mercado y quiénes son sus principales competidores: los bancos. A escala global, el 64% de los consumidores activos digitalmente utilizan fintech y en Argentina ese valor asciende al 67%. En 2017, en el mismo informe, EY estimaba que el índice global estaría en el 52%, lo que demuestra que el alcance de este sector todavía nos resulta difícil de predecir. La tecnología se aplica a las finanzas en distintos rubros, o líneas de negocio: crecimiento del capital, depósitos y préstamos, software financieros orientados a empresas, gestión de inversiones, provisión de mercados y pagos. Sin embargo, el rubro de pagos se lleva un tercio de todo el mercado de fintech, siendo el más desarrollado. A simple vista podemos ver que gran parte de los servicios que nos ofrecen estas organizaciones son reformulaciones y mejoras dentro de servicios ya brindados por los bancos tradicionales. En Argentina ya contamos con unas 133 empresas de este rubro y, a pesar de que su gran mayoría son pymes, las perspectivas de crecimiento son enormes: según un estudio del BID Labmásde la mitad espera crecer un 100% en número de usuarios en los próximos tres años. Esto supone un desafío para la banca que implica, sin ninguna duda, lograr internalizar estos cambios. La sucursal es el smartphone No debería sorprender que en la era digital los servicios financieros también tengan que adaptarse y ofrecer a los clientes alternativas acordes a los nuevos estilos de vida. Nos ofrecen pagos con QR, cajas de ahorro, tarjetas de crédito y demás paquetes de servicios de manera gratuita. Es que al no contar con sucursales físicas ni empleados los costos son bajos. Así, la sucursal es el mismo smartphone, lo que resulta sumamente atractivo como mejora de la experiencia al cliente acorde a las nuevas costumbres y demandas de la sociedad actual. Además, esta ventaja de costos permite a entidades digitales ofrecer rentabilidades altas para las cajas de ahorro, lo que desplaza aún más a los bancos tradicionales. De todas maneras, sabemos que los bancos son difíciles de desplazar completamente y, gran parte de esto, se debe al desafío de la confianza con el que lidian las organizaciones innovadoras. Compartir información financiera personal (como pagos, transferencias, etc.) o confiar nuestro dinero a instituciones no bancarias puede implicar cierta desconfianza. Tal como sucedió con otros rubros que han sido alcanzados por la revolución digital, la confianza llega junto con la masificación; simplemente es cuestión de tiempo. El potencial de la inclusión Limitar el análisis a los desafíos del proceso de cambio que implica la irrupción de las fintech en el mercado de servicios financieros implica ignorar los potenciales beneficios en términos de inclusión financiera. Este es uno de los principales indicadores que los responsables de políticas están observando, por ser considerado un motor del desarrollo. Según datos del Banco Mundial, sabemos que 1.700 millones de adultos en el mundo no están bancarizados, cifra no menor pero que disminuye año a año. El 68,5% únicamente tiene acceso a una cuenta en el sistema financiero, y en América Latina el porcentaje es aún menor, un 54,4%. Estas cifras son alarmantes y estos emprendimientos de tecnología aplicada a las finanzas vienen a buscar una solución a esta problemática. Las fintech, en su gran mayoría, están orientadas al público no bancarizado y con menores oportunidades de acceso al sistema financiero. En este sentido, las oportunidades que brindan estas compañías innovadores son prometedoras. El acceso a internet y el uso de teléfonos móviles alcanza en el mundo a un porcentaje alto de personas, aun en contextos vulnerables. Por ejemplo, según Google Consumer Barometer, un 73% de la población argentina utiliza un smartphone. Extender el alcance de instrumentos bancarios y financieros a un teléfono móvil permite llegar a un gran número de personas excluidas del sistema y abre un abanico de mejoras en la calidad de vida que involucran accesibilidad a educación financiera y oportunidades de crecimiento como así también reducción de la pobreza. Además, es indispensable que las nuevas herramientas no sean complejas en su uso ni en los conocimientos que requieran; se debe guiar al usuario de manera simple a través de un lenguaje cercano y que permita la utilización de instrumentos que eran inaccesibles para ese público en otro contexto. De esta manera se eliminan barreras culturales, geográficas y demográficas que hasta ahora fueron una traba en la inclusión financiera. Regulaciones necesarias Es útil pensar a las fintech no como una amenaza sino como una forma de disminuir la brecha de la sub–bancarización. Es por esto también que entre los grandes hacedores de políticas públicas y en pequeñas, medianas y grandes empresas el foco se centra en este nuevo segmento y en su desarrollo. Las cuestiones regulatorias en estas innovaciones son un nuevo desafío. Se busca promover la investigación y la creación de ideas disruptivas dentro del rubro y para eso se crean espacios denominados "sandboxes". Un "sandbox" es un entorno especialmente creado para dar cobertura a aquellas actividades novedosas que todavía no se ubican dentro de un marco regulatorio. Son espacios de prueba de determinado período donde se evalúa el producto o proyecto y, en caso de que se considere exitoso, se crea el marco necesario o se modifica el existente. En Argentina no existe un "sandbox" como tal pero sí un espacio de trabajo y diálogo entre fintech, bancos y empresas para promover la innovación y la cooperación entre entidades. También se creó un espacio acelerador: Hackatón de Innovación Financiera, un evento donde distintos equipos (en este caso de programadores, economistas, emprendedores, etc.) presentan soluciones a problemas concretos relacionado con inclusión y transformación financiera. En este contexto es necesario entender la relevancia de las herramientas tecnológicas en el mundo de las finanzas. La accesibilidad y la flexibilidad en la prestación de servicios financieros es una parte clave en el desarrollo del sector y para eso la tecnología es el camino hacia esta nueva dirección. La cooperación entre profesionales de las finanzas, expertos en tecnología y las instituciones bancarias y financieras estarán marcando el rumbo en lo que hace a inclusión y educación financiera, uno de los grandes desafíos en esta era. El éxito estará dado por la inversión en innovación, generalmente en startups, lo que denominamos "venture investment". Los riesgos en este tipo de inversiones pueden ser significativamente mayores, pero, en un mercado tan dinámico como lo son los servicios financieros en la actualidad y donde la competencia se centra en la creación de productos innovadores, es el único camino que permitirá a las entidades más tradicionales sobrevivir y, al mismo tiempo, abrirá un panorama de oportunidades de crecimiento y desarrollo relacionado con la inclusión. (*) Profesora de las Licenciaturas en Economía y en Finanzas de UADE Ecosistemas digitales Adiós al efectivo De algo estamos seguros: la generación de valor desde el espacio digital seguirá creciendo de manera exponencial. En ese futuro no muy lejano, todos los servicios financieros serán ofrecidos a través de ecosistemas digitales formados por bancos, fintech, compañías digitales no fintech, entidades del Gobierno y objetos conectados. Por Guillermo Tolosa (*) Es difícil imaginar en los próximos años adónde nos llevará la combinación de tecnologías como IoT, 5G, quantum computing, blockchain, inteligencia artificial, biometrics, cloud y mobile, por citar algunas; y los servicios financieros serán ofrecidos por medio de ecosistemas digitales. Con todo esto, el escenario en el que imagino los bancos tendrán que desarrollar su negocio en las próximas décadas será uno en que el e-commerce supere en volumen al comercio tradicional, casi no exista el dinero en efectivo, y las soluciones digitales –incluso las de índole financiero– hayan crecido a escala regional y global. También es un escenario donde habrá que trabajar para hacer frente a los riesgos de ciberataque y fraude digital. Por otro lado, la identificación de los usuarios será 100% biométrica, eliminando la necesidad de passwords, tokens, tarjetas de coordenadas, o cualquier método que implique la necesidad de tener algo o recordar algo. Algunos bancos tendrán un rol de integrador de estos ecosistemas, y otros optarán por solo ser partícipes como banco de plataforma, compitiendo principalmente por precio. Aquellos bancos que estén preparados para ser integradores contarán con la ventaja de poder co–diseñar las interacciones digitales de los clientes y así conocerlos aún más para brindarles soluciones del estilo lifestyle banking a medida. Un ejemplo sería todos aquellos servicios y productos que se requieren durante un viaje, de punta a punta. Ponerse en forma o quedar afuera El gran desafío que tendrán a futuro los bancos que no nacieron digitales es ganar mucha más agilidad sin perder robustez ni eficiencia. Para esto deberán continuar con los esfuerzos de automatización de sus procesos, eliminando los elementos físicos que los hacen menos ágiles como el papel, los servidores, las chequeras, las tarjetas y sus terminales POS e incluso el más costoso: el efectivo. Por supuesto, los cambios en los procesos y en la tecnología deberán ir acompañados del desarrollo de nuevas habilidades personales en el plano interno, y un cambio cultural donde el centro de todo sea el cliente. De cara al futuro imagino que las sucursales seguirán jugando un rol clave para asesorar a los clientes en cómo obtener mayor valor de estos nuevos ecosistemas digitales integrados. En mi opinión, el factor humano no solo no será reemplazado, sino que será cada vez más valorado por los clientes. Uno de los desafíos internos será capacitar a nuestros recursos con las herramientas necesarias para la asistencia de soluciones tecnológicas más complejas para mejorar la atención. En definitiva, para los bancos tradicionales la transformación hacia el negocio digital se manifestará en dos ejes: la digitalización de la operación, con la madurez en prácticas y capacidades para operar ágil y robustamente en el espacio digital; y la generación de valor desde modelos de negocio digitales, principalmente basados en sistemas colaborativos. La oportunidad de Argentina El desarrollo de ecosistemas digitales en Argentina cuenta con mucho potencial, considerando que en nuestro país han nacido cinco de los 10 unicornios digitales de nuestra región y que estamos posicionados entre los países con más fintech de Latinoamérica. Está claro que están sentadas las bases para un espacio de soluciones digitales interconectadas, que paulatinamente irán reemplazando el uso de efectivo en la economía informal, e irán incrementando la bancarización o "fintechización" de la población. En nuestro país contamos con una industria de software creciendo con pasos firmes y a gran velocidad y esto es una gran ventaja. (*) CIO de tecnología de ICBC Argentina Los bancos del futuro Ágiles y centrados en el cliente El negocio financiero está atravesando un proceso de transformación, por lo que en 10 o 20 años va a ser muy diferente al que conocemos. Será menos transaccional y más relacionado con el asesoramiento. Hoy ya contamos con tecnología para realizar la mayoría de las operaciones de manera remota a través de homebanking o banca móvil. Por Manuel Herrera (*) Los avances sobre analítica avanzada nos permiten conocer con mayor profundidad la preferencia de los clientes, de manera de poder llegar con los productos y servicios que están requiriendo. Esta situación marca el camino de una evolución hacia una banca con un conocimiento más profundo de las necesidades de los clientes, más competitiva y con mayor segmentación. Los clientes tendrán cada vez más herramientas para elegir al banco que mejor responda a sus necesidades y demandas, ya que contaran con mayor acceso para elegir entre las diferentes ofertas bancarias. En ese sentido, las sucursales operarán como un punto de referencia para los clientes y como una opción más para operaciones y consultas puntuales. La tendencia es que sean lugares cada vez más amigables y que ofrezcan una atención más dinámica. Los bancos con menos capilaridad de sucursales tendrán una ventaja comparativa por sobre el resto, dado que lograrán una oferta de productos y servicios más equilibrada entre los canales digitales y presenciales. La tecnología sin duda está cambiando la manera en que los clientes se relacionan con los bancos y la forma en que los bancos trabajamos internamente para satisfacer de manera más ágil la demanda de nuestros clientes. En 2018, en Banco Hipotecario iniciamos un proceso de transformación digital que incluyó tanto la mejora de la infraestructura tecnológica utilizados por nuestros canales orientada a un modelo de Banco Abierto, como también la implementación de formas trabajo integral con colaboradores de diferentes áreas. Esta nueva forma de trabajar nos posibilitó en el lapso de cuatro meses la implementación del onboarding 100% digital, el cual permite a los clientes acceder a los productos del banco a través de su celular mediante una selfie, con validación en línea del Renaper. A su vez, se han incorporado nuevas funcionalidades en homebanking y mobile banking, así como también se han simplificado operaciones que se realizan por estos canales haciéndolas más intuitivas y con menos clics. Estamos trabajando para que los procesos sean 100% digitales en todos los productos, incluido los créditos hipotecarios. Generar instrumentos de ahorro Estos desafíos se plantean en un contexto de fuerte innovación del sector bancario. Sin dudas, la tecnología aplicada a la mejora en las soluciones financieras para individuos y empresas será un motor de crecimiento para los bancos. Esta evolución debe ir acompañada de un equilibrio entre las diferentes líneas de negocios y un fuerte impulso al ahorro de largo plazo en moneda local como motorizador del crédito. Es importante destacar que el sistema financiero argentino es muy solvente, bien capitalizado y con buenos indicadores de liquidez. Se trata de un mercado muy competitivo y con gran potencial de desarrollo, sobre todo teniendo en cuenta su baja incidencia en relación al PBI del país. Para el desarrollo del crédito, es indispensable la generación de instrumentos de ahorro y un desarrollo sostenido del mercado de capitales. En ese sentido, entendemos que la moneda indexada es una herramienta que puede solucionar un problema estructural de la Argentina, al permitirnos contar con un medio para incentivar el ahorro de largo plazo sin temor por la depreciación de la moneda o la pérdida del valor adquisitivo. Para las próximas décadas el desafío debe ser lograr un sistema financiero más ágil, que ponga al cliente en el centro de su estrategia de negocios, con opciones de ahorro en moneda local que motoricen la actividad crediticia. (*) Gerente general de Banco Hipotecario Reformulación del modelo Omnicanalidad y concepto on demand El mundo está cambiando en forma constante. Los consumidores y clientes demandan experiencias personalizadas, productos y servicios más simples y ágiles, sin fricciones, que se adapten a un nuevo estilo de vida. Por Milagro Medrano (*) La tecnología emerge de forma disruptiva ayudando a los más innovadores a hacer las cosas de manera diferente. A medida que los métodos tecnológicos evolucionan, también lo hacen las industrias y sectores que los usan, como es el caso del financiero. Los dispositivos móviles y las app están experimentando importantes cambios en el sector, mientras se abren camino hacia nuevos mercados y cambian la forma en que las personas interactúan con un mercado. En Banco Macro nos estamos consolidando como una entidad más ágil e innovadora, mediante el uso de tecnologías, organización, y métodos, con foco en la experiencia y satisfacción del cliente, que nos permite tener una visión 360, además de crear nuevos modelos de negocios. En los próximos años la transformación digital se consolidará y estará presente en todos los sectores del sector financiero y bancario. La inteligencia artificial se masificará y se aplicará en la mayoría de los procesos, para comprender y anticiparse a las necesidades de los clientes. También, será una realidad la omnicalidad y el concepto de on demand, donde se podrá decidir cómo, cuándo y dónde realizar una transacción o consulta bajo la misma experiencia y diseño. Las sucursales bancarias no desaparecerán en el futuro, pero si habrá una reformulación del modelo, integrándose al mundo digital. Desde Banco Macro buscamos facilitar los procesos con la ayuda de la tecnología dando lugar a las sucursales "paperless". Allí, será clave la autogestión de los clientes con entornos fáciles, biometría y asistentes virtuales. Finalmente, se consolidarán las corresponsalías, y el público podrá realizar trámites y operaciones bancarias en supermercados, farmacias, estaciones de servicio u oficinas de correo. También se generalizarán los banco–cafés, que actualmente están en pleno proceso de creación en nuestro país. En convivencia con las fintech Durante los últimos años, se instaló la idea de que los bancos competimos con las empresas fintech y que tenemos una feroz batalla. Sin embargo, estamos lejos de que así sea. Las tecnologías financieras complementan a los bancos y nos agregan valor a la oferta de productos y servicios en los distintos segmentos que ofrecemos, como así también a las herramientas que podemos desplegar en conjunto. En este sentido, si desde Banco Macro tuviéramos que desarrollar por ejemplo biometría sin la ayuda de las fintech, la estrategia estaría aún en proceso. Las fintech nos complementan tanto en productos como en habilidades. Como entidad bancaria no podemos desarrollar ese tipo de herramientas ya que no es el core de nuestra actividad. Inclusión necesaria En la Argentina hay un 40% de economía informal. Con este número la capacidad de crecimiento en cuanto a cantidad de clientes del sistema financiero es inmensa. Además, hay una gran cantidad de la población que está sub-bancarizada, solo tiene una caja de ahorro, y no utiliza la tarjeta de débito, ni la de crédito. Para revertir esta situación es muy importante la educación financiera, que permitirá empoderar a los clientes. También necesitamos contar con la democratización de la tecnología, para que la mayoría de los argentinos pueda acceder a internet y a equipos de comunicación inteligentes de última generación. Hay mucho camino por recorrer, pero se necesita ayuda y políticas de Estado para poder seguir avanzando. Por otra parte, uno de los principales desafíos que afronta el sistema bancario-financiero en los próximos años, es que la economía vuelva a crecer y que el Estado sanee sus finanzas. En este sentido, es clave salir del proceso inflacionario, controlar el déficit fiscal y generar empleo genuino. (*) Gerenta de Relaciones Institucionales y Atención al Cliente de Banco Macro Bancos y fintech Un trabajo colaborativo En el futuro, la banca será digital y contextual; el cliente utilizará los servicios financieros dentro de sus propios flujos vivenciales. Un banco integrado a las necesidades de sus clientes, disponible los 365 días 7x24. Por Guillermo Jejcic (*) El banco, así concebido, será facilitador para adquirir un producto, contratar un servicio o pagar a un amigo, sin necesidad de ir a una sucursal o hasta entrar a un canal digital bancario. Además, actuando en este sentido y optimizando la explotación de datos, la banca ofrecerá cada vez más "soluciones" específicas a las necesidades de los clientes. Desde mi punto de vista los bancos nos estamos transformando en grandes "fintech", cambiando la manera en la que trabajamos y como llegamos a nuestros clientes. Nuestros clientes transforman su vida diariamente a través de las nuevas tecnologías y exigen en esa misma línea a las empresas que les brindamos servicios. En esta transformación, está en nosotros ganar la evolución tecnológica sin perder los atributos distintivos que tenemos tradicionalmente los bancos. En la relación con las fintech, vemos una oportunidad de co-competition. Es por ello que, en Argentina, trabajamos en forma colaborativa con todos estos jugadores a través de las Mesas de Innovación de BCRA, buscando evolucionar las normativas y tecnologías actuales. Innovamos permanentemente acompañando la tendencia, lanzando productos que permitan interactuar de manera colaborativa con todo el sector financiero. Interactuamos permanentemente en este ecosistema, tenemos fintech que son clientes y proveedores, complementándonos para ofrecer nuevas experiencias de usuario. La ventaja más relevante es que, trabajando con las fintech, podemos lograr un grado de especificidad mucho mayor, apalancando nuestra infraestructura y atributos distintivos en lo que cada fintech tiene como core business. El desafío está en encontrar el equilibrio que permita hacer crecer el negocio para ambas partes y que a su vez brinde una mejor experiencia a nuestro cliente. Sabemos que nuestros clientes son cada vez más digitales y es por ello que en Itaú nuestra estrategia se centra en ser cada vez más digitales. En tan solo año y medio hemos lanzado cinco canales digitales para individuos y empresas. Y no solo estamos evolucionando con las propuestas a nuestros clientes finales sino también aportando al ecosistema fintech. Fuimos pioneros, por ejemplo, en el servicio de administración de clave virtual uniforme (CVU) a fintech y empresas que sean Proveedores de Servicios de Pago (PSP) y quieran utilizar la CVU. Esto es un paso importante hacia el objetivo de ampliar la bancarización en Argentina. Condiciones para la inclusión Para que el sector de la población que hoy se encuentra sub-bancarizada (sin acceso a préstamos, tarjeta de crédito y otros servicios financieros) pueda ser incluido en el futuro cercano, creemos importante continuar desarrollando un marco regulatorio y fiscal que promueva la bancarización, desincentivando la informalidad y el uso del efectivo. A su vez, el avance de la tecnología debería permitir que personas que hoy no logran acceder por restricciones geográficas puedan hacerlo. Desde Itaú estamos trabajando con el BCRA y varias dependencias estatales para ir reduciendo el uso de efectivo, desarrollando las vías digitales, el acceso a crédito y productos de inversión. Apoyamos estas transformaciones proveyendo también educación financiera a nuestros distintos públicos de interés para que puedan adoptar nuevos servicios y alternativas financieras y seguiremos trabajando para que la transparencia en la información que brindamos a nuestros clientes siga siendo un valor fundamental y permanente en todas nuestras operaciones. Los grandes desafíos Desde el punto de vista introspectivo, el principal desafío es el de lograr transformarse exitosamente. Aún no sabemos cuál será el "Uber" del sector, pero sí está claro que el sistema financiero será muy distinto a como hoy lo conocemos. Con la transformación van de la mano los desafíos de innovar en el servicing de las propuestas de valor y la manera en la que nos relacionamos con nuestros clientes como así también el desafío de evolucionar los negocios en los cuales los márgenes por servicios y spreads financieros deberían ser cada vez menores. En este sentido, nuestros proyectos en Itaú apuntan a seguir creciendo fuertemente en la banca tradicional apoyados en la transformación digital. Seguiremos profundizando la evolución de los desarrollos de nuestra oferta digital y en la calidad de atención como potenciadores de nuestro crecimiento, con el foco siempre puesto en la experiencia del cliente. (*) Gerente de Marketing, Producto y Planeamiento de Itaú Reconversión del sector seguros El futuro ya llegó, ¿estamos preparados? En nuestro mercado, uno puede conjeturar que ciertos hechos y tendencias que hoy comienzan a vislumbrarse serán una realidad dentro de unos años. De ahí la necesidad de ir preparándonos para un futuro que ya está entre nosotros; el no estar alineados será fatal para las compañías y el negocio. Por Gastón Schisano (*) Si cuesta saber qué hará uno mañana, pensar en lo que sucederá dentro de las próximas décadas es algo más cercano al campo de la ciencia ficción. En principio, todas las pólizas serán on demand (bajo demanda) y la customización de los seguros será una fija en el mercado, donde el consumidor podrá elegir a la carta los bienes y servicios que deseará cubrir. Y los clientes en este caso solo pagarán por lo que consuman o hagan, generando un cambio radical en el modelo de negocio. Así el sector dará un giro, pasando de compañías aseguradoras con una visión reactiva de simples pagadoras de siniestros, a un modelo donde serán proveedoras de servicios proactivos. Obviamente todo lo operativo pasará por el formato digital, a través de dispositivos móviles y sistemas inteligentes, porque apuesto que en este punto la llamada "Internet de las cosas" (IoT por sus siglas en inglés) tendrá un papel clave. Todos nuestros bienes, e incluso nosotros mismos, estaremos (ya lo estamos en gran medida) interconectados, haciendo circular datos sin parar. Esto tiene sus peligros como ser la amenaza de la privacidad individual, pero entiendo que valdrá la pena asumirlos dado los enormes beneficios a los que se accederán. Solo para mencionar uno, en un futuro no tan lejano asumo que cada consumidor ya podrá contratar todo en la medida de su necesidad. Para ello, las aseguradoras deberán poner el foco 100% en los clientes, cumpliendo también un rol de asistencia para que entiendan y puedan elegir la solución más conveniente. La brecha que hoy existe entre lo comercialmente deseable y lo técnicamente posible en cuanto al tipo de oferta de seguros se irá achicando cada vez más. A través de big data, blockchain, y otras tecnologías que incluso hoy ni siquiera concebimos, cambiará no solo la forma en que los clientes se vincularán con los productos, sino que el propio mundo organizacional sufrirá una transformación profunda. Es que el concepto mismo de trabajo se reinventará, al igual que el resto de las actividades humanas. Grandes interrogantes Hablando solo de nuestro campo, el de los autos autónomos es un ejemplo de que todo será además complejo e implicará repensar verdades establecidas: ¿quién será el responsable ante un accidente en este tipo de vehículos por caso? Nadie dice que será simple para el negocio, pero a mi entender el futuro traerá innumerables beneficios sólo para aquellos que ya estén preparados para asimilar dichos cambios. Y para cerrar, unas líneas con respecto a un tema que hoy ocupa y preocupa a gran parte del sector: el mundo de los productores. ¿Qué será de ellos?, ¿cómo se relacionarán con las compañías?, y más aún, ¿tendrán aún un rol destacado en el mundo asegurador? Hoy los avances tecnológicos ya los obligan a adaptarse y encontrar su lugar. Será un desafío individual, nuestro como compañía y también para el sector encontrarle la vuelta para seguir trabajando juntos. En este debate yo tengo una visión positiva, creo que seguirán teniendo su nicho, haciéndose fuerte en consultoría y servicing. (*) Gerente general BBVA Seguros Grandes desafíos para el sector Asegurar el cambio El mercado asegurador se manejó por lo general desde un espíritu conservador, con una oferta de productos bastante homogénea, ahora desafiada por consumidores que están cada vez más acostumbrados a una experiencia digital y a la medida de sus necesidades en tiempo y espacio. Por Adriana Arias (*) El segmento de seguros está en pleno proceso de integrarse al nuevo paradigma de la innovación. Se trata sin dudas de un momento disruptivo. Los avances tecnológicos atraviesan a la humanidad a una velocidad vertiginosa, modificando profundamente patrones y hábitos de consumo. Hoy, desde las pantallas de nuestros dispositivos compramos productos, pedimos comida, consumimos entretenimiento, planeamos nuestros viajes, contratamos soluciones para el hogar y proyectamos nuestra economía familiar. La esencia de este cambio en el vasto universo de los seguros se ve estimulada en dar un paso hacia propuestas que tengan valor para las personas en la realidad que están viviendo. El mundo digital les abrió a los usuarios un nuevo rol, donde su voz, en relación con la experiencia que les brindan los productos y servicios, comienza a tener un peso más importante. Esto implicó que muchas industrias comenzaran a tener una escucha más activa para enriquecerse y poder entender con mayor profundidad las necesidades propias de sus audiencias. En este sentido, hace varios años en Zurich abordamos un enfoque donde las personas están en el centro de nuestra estrategia, que es brindarles una propuesta de valor diferencial. Así nos desafiamos a cambiar internamente, e implementamos una metodología de trabajo en redes y ecosistemas para generar nuevas ideas que, a partir del entendimiento del consumidor, resulten en propuestas relevantes y útiles. En este marco, en 2018 el Grupo Zurich lanzó nuestra primera competencia global de startups, la Zurich Innovation World Championship, con el fin de buscar las mejores soluciones innovadoras para nuestros clientes. Participaron emprendimientos insurtech en más de 20 países y los ganadores tienen la oportunidad de ser parte de la transformación de la industria de los seguros. Con el espíritu de interpretar el presente y proyectar el futuro del sector en Argentina, en 2019 desarrollamos Zurich Now, un seguro para dispositivos móviles que se adapta a la dinámica flexible de la época. Este producto innovador es el resultado de nuestra nueva manera de trabajar, con metodologías agile, para acercar a los consumidores una solución que les permite activar o desactivar su seguro según su elección y conveniencia, por un mínimo de 24 horas, a través del teléfono celular, tabletas y otros dispositivos. Seguros a medida De esta manera nos empezamos a abrir camino hacia el futuro. Y nos propusimos reforzar y refinar nuestra cercanía con los clientes destacando al mismo tiempo el valor del asesoramiento, tan necesario para entender y decidir, muchas veces, cuál es la mejor propuesta de protección. Esto a la vez plantea una relación con el seguro cada vez más responsable. Imaginemos, por ejemplo, cómo puede intervenir la innovación en los seguros para autos y conductores en nuestro país, como ya funcionan en países con sistemas más consolidados: el cliente pasará a tener un seguro a su medida, en función de su recorrido semanal o mensual, su comportamiento al volante, y los trayectos que considere más o menos riesgosos. Definitivamente en los próximos años viviremos grandes desafíos, desde el avance de vehículos autónomos y la automatización, hasta sociedades cada vez más hiperconectadas. Esto estará acompañado por una vida asegurada "diseñada" de acuerdo a la conveniencia del consumidor o cliente, con condiciones y respuestas cada vez más ágiles y una relación con el seguro acorde a su valor, porque es una de las decisiones de inversión más importantes que una persona debe tomar en su vida. Para que este nuevo paradigma se consolide, el sector en su conjunto necesita seguir operando con reglas claras que acompañen esta evolución, y honrando sus compromisos en el momento de la verdad con el cliente. En este sentido, Zurich fue elegida nuevamente por los Productores Asesores de Seguros como la número 1 a la hora de pagar siniestros. (*) Head of Communications, Zurich Argentina Otros conceptos en generación de energía Mayor eficiencia, menor impacto El sistema energético a escala global se encuentra en un proceso de profunda expansión y transición tecnológica. La fractura hidráulica y la perforación direccional ya han desbloqueado el shale. Los avances en tecnologías eólicas, solares, de almacenamiento y de redes de transmisión inteligentes están cambiando profundamente el sector de la energía. Por Gustavo Pérego (*) Pero esto es solo el comienzo, ya que el desarrollo económico a escala mundial en las próximas décadas llevará a un aumento de la demanda de energía donde el binomio energía barata y robotización serán el marco de la productividad del futuro como se observa en EE.UU. actualmente. Por otra parte, el creciente compromiso social a escala global con el medio ambiente ha intensificado la demanda de energía baja en emisión de carbono y, al mismo tiempo, las tecnologías para satisfacer esa demanda son cada vez más económicas y eficientes. De esta manera, las nuevas tecnologías que contribuyen a las mejoras en la eficiencia energética están desacoplando el consumo de energía del crecimiento económico, generando un futuro de mayor eficiencia energética con menor impacto en la huella de carbono en el mundo. La reducción de costos en la generación de energía liderada por la revolución del shale y por las fuentes de energía renovables brindaron cada vez mayor competitividad a la economía global y la argentina en los últimos años. Por ejemplo, el costo de los paneles solares ha disminuido en más del 80% desde 2005. En Argentina, la energía solar y eólica se han vuelto competitivas en costos, con varios nuevos acuerdos de compra de energía (PPA) tanto en Renovar como MATER que caen por debajo de US$ 80 por megavatio–hora (MWh). A ello, se incorpora la curva de crecimiento exponencial de la producción de hidrocarburos de la mano del desarrollo del no convencional, que va a devolver el autoabastecimiento al país y principalmente muestra un proceso de transición a una economía con abundante gas natural, capaz de transformar la matriz productiva en su segunda ola expansiva. Paralelamente, encontramos que el compromiso social y político con la protección ambiental y la reducción de emisiones ha crecido significativamente a medida que la preocupación pública por el cambio climático continúa aumentando. El futuro se vislumbra con un creciente impulso hacia las fuentes y tecnologías de energía con bajas emisiones de carbono, en un proceso continuo de cambio a gran escala en el mix de generación energética. Las fuentes de energía renovables están creciendo, pero aún representan solo el 10% del consumo mundial de energía. Se estima que para 2040, países como China e India ya tendrán una participación de más del 30% en la generación a partir de energías renovables siguiendo el camino de naciones líderes a escala global, como Alemania. Por otro lado, la transición de la economía global a un modelo de generación más intensivo en gas natural tendrá un fuerte efecto sobre los objetivos ambientales globales. Descentralización y fragmentación Los cambios en los modelos de negocios debido al avance tecnológico exponencial de las próximas décadas en la industria energética estarán conduciendo a una convergencia de modelos de generación en el sistema energético. Las compañías que hoy se identifican como "compañías petroleras" o "desarrolladores de energía" pueden integrar cada vez más modelos de negocio transformándose en "compañías de energía". Por otro lado, el fuerte avance tecnológico en las distintas fuentes de generación, almacenamiento y distribución de energía estará forzando a los Gobiernos a definir estrategias de diversificación de la matriz energética basado en planes de desarrollo económico que incorporarán todo tipo de fuentes de energía, tanto fósiles, nucleares como renovables. En parte, porque ninguna fuente de energía puede satisfacer la magnitud de la necesidad de la economía del futuro sin comprometer también otras prioridades como la accesibilidad, salud y medio ambiente. Sin embargo, el futuro de la matriz económica productiva basada en tantas tecnologías de generación y distribución de energía no tiene precedentes en la historia de la humanidad. La economía del siglo 21 podría depender de más de 15 fuentes de generación diferentes gracias al desarrollo tecnológico, desde el petróleo, gas natural, carbón, eólica, solar, hidroeléctrica, geotérmica, mareomotriz y nuclear entre otras. En el mundo de hoy, la seguridad energética se deriva del acceso a los recursos, así como su infraestructura de suministro. En el mundo del mañana, la seguridad energética vendrá del acceso a la tecnología. El sistema energético está viviendo la transición de un sistema concentrado a un de descentralización, fragmentación y competencia intensificada donde los viejos modelos de negocios se resquebrajan frente al proceso de cambio vertiginoso, ejemplo de ello, es la crisis de las grandes distribuidoras eléctricas en algunos países de Europa. Durante el último medio siglo, los mercados energéticos han estado dominados por grandes jugadores, a menudo oligopolios nacionales. Sin embargo, en el futuro, la fuerza impulsora detrás de los nuevos modelos de negocios del mercado energético surgirá a partir de la interacción impredecible de una variedad mucho mayor de participantes, incluidos los "prosumidores" de energía residencial e industrial, que compiten en espacios cada vez más diversificados. (*) Director de ABECEB, desde donde lidera la estrategia para el área.

8 noviembre, 2019

Contenido exclusivo para usuarios registrados.

Para continuar leyendo esta nota, Ud. debe ser suscriptor.

Suscríbase a Revista Mercado

Conocé todos nuestros planes.

Suscribirme ahora

Si Ud. ya es suscriptor, ingrese con su usuario y contraseña.

Compartir: