Hacen baterías con hongos Portobello

La estructura porosa de los hongos Portobello es fundamental para la eficiencia de las baterías (o pilas, como decimos en Argentina) y podría ser clave para las pilas de los teléfonos celulares y los vehículos autónomos.

9 octubre, 2015

Un grupo de investigadores de la Universidad de California cree que los hongos Portobello pueden impedir que las baterías se degraden con el tiempo. Crearon un nuevo tipo de batería de iones de litio con ánodo usando esos hongos, que son baratos, ecológicos y fáciles de producir. El actual estándar de la industria para pilas recargables para pilas recargables de ion de litio  es el grafito sintético, de manufactura muy costosa porque requiere un tedioso trabajo de purificación y procesos de preparación que también son dañinos para el ambiente.

 

En cifras, se necesitarían cerca de 900.000 toneladas de grafito natural bruto para fabricar los ánodos de los casi seis millones de vehículos eléctricos que se espera salgan al mercado en 2020. A ello habría que sumar el tratamiento con productos químicos agresivos, incluyendo ácidos fluorhídrico y sulfúrico, un proceso que genera grandes cantidades de residuos peligrosos. Tal es así, que la Unión Europea prevé que la actuación será insostenible en el futuro.  Por el contrario, esta investigación se centra en estructuras de nanocarbono derivadas de materiales de origen natural, como puede ser la piel del champiñón, erigiéndose como una alternativa ecológica y sostenible. Para conseguirlo, sometieron el material a temperaturas superiores a 900 grados mediante pirolisis, que consiste en descomponer la biomasa utilizando el calor sin oxígeno. 

Con el inminente y seguro aumento de baterías que van a hacer falta para alimentar vehículos eléctricos se necesita una fuente más barata y sustentable que el grafito. El uso de biomasa, un material biológico de organismos vivos ha llamado la atención  por su alto contenido de carbono, por su bajo costo y por su inocuidad con el ambiente.

 

Los investigadores  se inclinaron a usar hongos como una forma de biomasa porque investigaciones anteriores habían establecido que son porosos, lo cual significa que tienen muchos espacios  pequeños para que pase líquido o aire. Esa porosidad es importante en las baterías porque crea más espacio de almacenamiento y transferencia de energía. Y la energía es un componente importante para mejorar el desempeño de las baterías.

 

“Con materiales de este tipo en las baterías, los teléfonos móviles del futuro podrían mejorar su capacidad después de muchos usos en lugar de reducirla, al activarse poros ciegos en las estructuras de carbono con cada carga y descarga a lo largo del tiempo”, asegura Brennan Campbell, estudiante de Ingeniería participante en la investigación,

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