La V de “Verificación” de identidad

Si bien Winston Churchill no fue el primero en usar sus dedos índice y mayor en forma de V para indicar “Victoria”, es indudablemente la figura histórica más asociada con esa señal. El 19 de julio de 1941, cuando Inglaterra todavía luchaba sola contra el avance de Hitler en Europa, Churchill usó ese signo en un discurso ante sus compatriotas para darles ánimo y decir “venceremos”.

Pero aquí hay un dato curioso que tiene relación con lo que está ocurriendo en estos días. Churchill, hijo de un Lord británico y de una madre norteamericana de familia enormemente rica, primero comenzó haciendo el signo de la V con sus nudillos hacia afuera, tal vez porque continuamente sostenía así su cigarro. Su personal tuvo que informarle que ese gesto, con la palma hacia afuera, era ofensivo y propio de la clase trabajadora que lo usaba para expresar desprecio. Una persona de alcurnia como él debía hacerlo al revés, con la palma y los nudillos hacia sí.

Al principio lo hacía al revés:

Luego se popularizó la señal, hecha de ese modo, durante todo el resto de la Segunda Guerra Mundial para indicar “triunfaremos”.

Durante la Guerra de Vietnam, en la década de los años 60, la contracultura del movimiento Hippie  adoptó la V como símbolo de paz.

John Lennon: Paz

Ringo Star, ya entrado en años, mantiene la señal:

Aquí en nuestro país la señal fue monopolizada por el Frente para la Victoria iniciado por el matrimonio Kirchner y desde entonces, entre nosotros, es símbolo de ideología K.

¿Cuál es el problema ahora?

Que el avance tecnológico llega a todas partes. Ahora, mostrar las yemas de los dedos hacia fuera significa que cuando nos sacamos una fotografía de los dedos en V y la publicamos en alguna red social, cualquiera puede ampliarla, analizarla en profundidad y detectar nuestras huellas digitales. Eso es lo que ha descubierto un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Informática de Japón (NII).

La tecnología de reconocimiento de huellas digitales se ha difundido para verificar identidades y se usa, por ejemplo, cuando nos logueamos a un teléfono, tableta o laptop.

Pero la proliferación de dispositivos móviles con cámaras de alta calidad y de redes sociales donde las fotografías se suben con toda facilidad, está creando un peligro nuevo: la información personal queda a disposición de cualquiera que quiera robarla. Los investigadores del NII pudieron copiar huellas dactilares usando fotos tomadas por una cámara digital a tres metros de la persona.

Isao Echizen , un miembro del equipo dijo que ya no hace falta tecnología avanzada, cualquiera puede ahora copiar huellas.

Pero el Instituto dice que está desarrollando una película transparente que contiene óxido de titanio que se puede pegar a los dedos para esconder sus huellas, aunque para eso faltan todavía unos dos años.

Qué curioso. Si a Churchill no le hubieran dicho que cambiara la posición de su mano, hoy no estaríamos ante este problema porque las yemas quedarían mirando hacia nosotros.