Por amor al arte

Un grupo de rebeldes cree que los secretos del software deben ser gratis como el aire. No le quitan el sueño a las grandes compañías, pero tampoco es cuestión de subestimarlos. Los cultores del freeware trabajan motivados por el prestigio y no por el dinero. Pero mientras las versiones comerciales de los programas se lanzan una vez por año -o cada tres, como el Windows-, los programas de fuente abierta, como Linux y Apache, se actualizan mensualmente o más rápido aún.

17 noviembre, 2012

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