El desafío de mover el mercado

La televisión abierta vive exclusivamente de lo que vende en publicidad. La TV por cable tiene sus ingresos esenciales en la suscripción que pagan los clientes-televidentes. Pero su capacidad de segmentar las audiencias está convenciendo a muchos anunciantes de su potencial vendedor. El riesgo, en tiempos en que los ingresos normales languidecen, es que capten tanta publicidad que al final sus tandas se parezcan a las de las teleemisoras convencionales. Lo que ya está ocurriendo en algunos casos con gran fastidio de los abonados. Por María Eugenia Pintos

17 noviembre, 2012

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