Computadoras en grilla, el fenómeno clave para esta década

Desde hace una generación, el ciberespacio es teatro de revoluciones que, cada diez años, van ampliando aplicaciones y armando redes cada vez más complejas. La primera década del siglo les corresponde, parece, a las grillas computadas.

17 marzo, 2003

En los 80, aparecieron los protocolos de red, que ligaban las computadores de
a pares y llevaron a Internet. En los 90, las técnicas para transferencia
de hipertextos vincularon los documentos de a pares y generaron una prodigiosa
mezcla de biblioteca, archivo y paseo de compras en escala planetaria: la worldwide
web (telaraña mundial, literalmente), hoy llamada simplemente "Web".

La primera década del siglo XXI es escenario del tercer fenómeno
universal. Son los protocolos en grilla o cuadrícula (grid protocols),
que permiten enlazar casi todo: bases de datos, instrumentos de simulación
y visualización e, inclusive, el poder alfanumérico de las propias
computadoras. Pero todavía falta un tiempo para que las cosas maduren y
se produzca la consiguiente explosión..

"En un futuro cercano, la ubicación de terminales y otros recursos
informáticos realmente ya no tendrá importancia", sostiene
Ian Foster desde el laboratorio nacional de Argonne. Junto con Carl Kesselman
(universidad de California meridional), son pioneros en materia de computación
por grillas o cuadrículas. El término se inspira en las grillas
eléctricas y designa a una comunidad organizada para desarrollar sus conceptos.

Foster, Kesselman y Steven Tuecke han fundado, en efecto, Globus Tookit ("caja
de herramientas global"), una fuente abierta para implementar protocolos
de grillas que se ha convertido en modelo o prototipo. Estas "herramientas"
se proponen conferir a máquinas de hogar y oficina la capacidad de meterse
en el ciberespacio, ubicar recursos en cualquier punto y ensamblarlos sobre la
marcha en cualquier aplicación que se requiera.

Como ejemplo, Kesselman propone "un equipo que trata de bloquear un derrame
químico masivo. En esa emergencia, seguramente se precisará saber
qué substancias están en juego, cuál es el pronóstico
meteorológico, cómo influirán lasa corrientes de aire en
la dispersión del derrame o qué rutas de evacuación hay
disponibles. Si se apela a la Internet actual, habrá riesgos de empantanarse
en procedimientos de logueo o en softwares incompatibles. Pero la computación
por grillas facilita todo, proporcionando mecanismos regulares de detección,
acceso y aprovechamiento de recursos en línea sin afectar la seguridad".

Alrededor del mundo se hallan en construcción docenas de computadores
en grillas. Virtualmente todas emplean Globus Toolkit. Su capacidad, casi sin
precedentes, permite una gama de aplicaciones que va de genética a física
de partículas subatómicas y detección sísmica. Así,
el proyecto TeraGrid de la National Science Foundation insumirá US$ 88
millones y será uno de los mayores en el planeta. Una vez terminada,
este mismo año, esta supercomputadora distributiva podrá realizar
21 billones de cálculos complejos por segundo y será uno de los
sistemas más rápidos disponibles.

Las investigaciones y experiencias en este campo cuentan con creciente apoyo
por parte de gigantes como IBM, Sun Microsystems o Microsoft. En realidad, la
primera -asociada a TeraGrid y varios emprendimientos similares- encara ya la
comercialización de Globus Tookits en versiones adaptadas al mercado.

La labor de Foster y Kesselman en materia de protocolos y normas arranca de
1995 y es origen de todo el movimiento pro grillas computadas. Así señala
Larry Smarr (Instituto para Telecomunicaciones y Tecnología Informática,
California), a cuyo juicio ambos científicos han generado una comunidad
similar a la del sistema Linux y las fuentes abiertas. Además, han abogado
por integrar en ella dos conceptos relacionados:
computación entre iguales -que puede aprovechar el poder de PC ociosas
aplicándolo a problemas complejos- y servicios de hipertexto en la Web.
La triple alianza resultante conducirá a la "revolución de
las grillas", o sea al acceso continuo y ubicuo a un potencial informático
todavía inconcebible.

En los 80, aparecieron los protocolos de red, que ligaban las computadores de
a pares y llevaron a Internet. En los 90, las técnicas para transferencia
de hipertextos vincularon los documentos de a pares y generaron una prodigiosa
mezcla de biblioteca, archivo y paseo de compras en escala planetaria: la worldwide
web (telaraña mundial, literalmente), hoy llamada simplemente "Web".

La primera década del siglo XXI es escenario del tercer fenómeno
universal. Son los protocolos en grilla o cuadrícula (grid protocols),
que permiten enlazar casi todo: bases de datos, instrumentos de simulación
y visualización e, inclusive, el poder alfanumérico de las propias
computadoras. Pero todavía falta un tiempo para que las cosas maduren y
se produzca la consiguiente explosión..

"En un futuro cercano, la ubicación de terminales y otros recursos
informáticos realmente ya no tendrá importancia", sostiene
Ian Foster desde el laboratorio nacional de Argonne. Junto con Carl Kesselman
(universidad de California meridional), son pioneros en materia de computación
por grillas o cuadrículas. El término se inspira en las grillas
eléctricas y designa a una comunidad organizada para desarrollar sus conceptos.

Foster, Kesselman y Steven Tuecke han fundado, en efecto, Globus Tookit ("caja
de herramientas global"), una fuente abierta para implementar protocolos
de grillas que se ha convertido en modelo o prototipo. Estas "herramientas"
se proponen conferir a máquinas de hogar y oficina la capacidad de meterse
en el ciberespacio, ubicar recursos en cualquier punto y ensamblarlos sobre la
marcha en cualquier aplicación que se requiera.

Como ejemplo, Kesselman propone "un equipo que trata de bloquear un derrame
químico masivo. En esa emergencia, seguramente se precisará saber
qué substancias están en juego, cuál es el pronóstico
meteorológico, cómo influirán lasa corrientes de aire en
la dispersión del derrame o qué rutas de evacuación hay
disponibles. Si se apela a la Internet actual, habrá riesgos de empantanarse
en procedimientos de logueo o en softwares incompatibles. Pero la computación
por grillas facilita todo, proporcionando mecanismos regulares de detección,
acceso y aprovechamiento de recursos en línea sin afectar la seguridad".

Alrededor del mundo se hallan en construcción docenas de computadores
en grillas. Virtualmente todas emplean Globus Toolkit. Su capacidad, casi sin
precedentes, permite una gama de aplicaciones que va de genética a física
de partículas subatómicas y detección sísmica. Así,
el proyecto TeraGrid de la National Science Foundation insumirá US$ 88
millones y será uno de los mayores en el planeta. Una vez terminada,
este mismo año, esta supercomputadora distributiva podrá realizar
21 billones de cálculos complejos por segundo y será uno de los
sistemas más rápidos disponibles.

Las investigaciones y experiencias en este campo cuentan con creciente apoyo
por parte de gigantes como IBM, Sun Microsystems o Microsoft. En realidad, la
primera -asociada a TeraGrid y varios emprendimientos similares- encara ya la
comercialización de Globus Tookits en versiones adaptadas al mercado.

La labor de Foster y Kesselman en materia de protocolos y normas arranca de
1995 y es origen de todo el movimiento pro grillas computadas. Así señala
Larry Smarr (Instituto para Telecomunicaciones y Tecnología Informática,
California), a cuyo juicio ambos científicos han generado una comunidad
similar a la del sistema Linux y las fuentes abiertas. Además, han abogado
por integrar en ella dos conceptos relacionados:
computación entre iguales -que puede aprovechar el poder de PC ociosas
aplicándolo a problemas complejos- y servicios de hipertexto en la Web.
La triple alianza resultante conducirá a la "revolución de
las grillas", o sea al acceso continuo y ubicuo a un potencial informático
todavía inconcebible.

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