Hackers: una generación anarquista sin ideología

Días atrás, el coloso japonés de videojuegos, Sega, admitió que –desde el portal de su filial londinense- un pirata había substraído millones de datos e identidades de usuarios. La compañía es la última víctima de ataques, hasta ahora.

22 junio, 2011

<p>Tiempo antes, en abril, PlayStation 3 (Sony) y Nintendo fueron objetos de intrusiones masivas. En los tres casos, los expertos detectaron dos colectivos hacker, Anonymous y Luizsec. &ldquo;Al menos, al-Qaeda tiene prop&oacute;sitos concretos, aunque diab&oacute;licos. Estas redes carecen de metas e ideolog&iacute;a; son como chicos munidos de tecnolog&iacute;a&rdquo;, se&ntilde;ala Keith Stuart, columnista especializado del Guardian. <br />
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&iquest;Por qu&eacute; se la toman ahora con videojuegos? Aparte de Sony, odiada por sus frecuentes acciones legales contra hackers, resta una hip&oacute;tesis inevitable: lo hacen porque es f&aacute;cil. Sucede que ese tipo de redes est&aacute; dotado de defensas menos eficaces que los sitios de bancos, gobiernos, militares y grandes empresas. Cabe sospechar que algunos ataques busquen crear conciencia sobre necesidad de mejor protecci&oacute;n. O sea, promuevan el negocio de la seguridad con medios il&iacute;citos.<br />
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Sin embargo, esta tesis &ldquo;positiva&rdquo; suena menos convincente que la de Stuart. El analista sostiene que grupos como los citados encarnan algo peor: una nueva generaci&oacute;n de hackers. En extremo j&oacute;venes, si no adolescentes, &ldquo;no est&aacute;n te&ntilde;idos de ideolog&iacute;as concretas. Tecnol&oacute;gicamente menos preparados, se hallan en cambio dotados de instrumentos (armas, en verdad) potentes y f&aacute;ciles de usar&rdquo;.<br />
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Privados de estructuras, organizaci&oacute;n o proyectos pol&iacute;ticos, a&ntilde;ade el experto, &ldquo;hacen desastres de puro gusto, roban datos para molestar e irritar y se centran en lo m&aacute;s delicado, la substracci&oacute;n de identidades&rdquo;. Estos j&oacute;venes ciberanarquistas son &ldquo;f&aacute;cil carne de ca&ntilde;&oacute;n para una masa de activistas que emplea la Red con fines nada l&iacute;ricos. Por ejemplo, el colectivo Black Block, origen del movimiento No global, integrado por individualistas&rdquo; refractarios a jerarqu&iacute;a o autoridad&rdquo;. Algo as&iacute; como una al-Qaeda compuesta s&oacute;lo de Osamas.</p>
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