Autos conectados, conductores vigilados
La gente quiere conectar sus autos cada vez más, pero los autos inteligentes aumentan la preocupación sobre la privacidad del conductor.
Los nuevos autos traen incorporadas computadoras y paquetes de comunicación inalámbrica que recogen todo tipo de información sobre el vehículo: desde dónde adónde va hasta la velocidad con que se desplaza. Si bien los conductores celebran contar con detalladas instrucciones de ruta y actualización del tránsito en tiempo real, no van a aplaudir la posibilidad de que su viaje resulte en una boleta por exceso de velocidad.
Por eso tanto desde la industria automotriz como los particulares reclaman nuevas leyes para proteger la información de los conducores. Reclaman l{imites y lineamientos para operar. El razonamiento es que si todo va a estar conectado a Internet, va a ser necesario que haya lineamientos a seguir y límites que respetar.
Ford dice que la información que se reúne en los autos pertenece al conductor y solo se usa con su permiso. Otras automotrices también dijeron que respetan la privacidad de los datos que recogen. Sergio Marchionne, CEO de Chrysler, “Nos venimos preocupando por la utilización de la base de datos desde hace mucho tiempo”.
Pero si las automotrices recogen datos sobre los hábitos de manejo, tendrán en cuenta esa información cuando diseñen los próximos modelos.
El tema de la protección de la privacidad del conductor ya merecía atención aujn antes de los comentarios de los ejecutivos de Ford porque los venículos cada vez están más conectados mediante las comunicaciones inalámbricas.
La General Accountability Office, el organism de vigilancia del congreso, emitió un informe el mes pasado que muestra que los fabricantes de autos, los fabricantes de dispositivos portátiles de navegación y los desarrolladores de aplicaciones de mapeo para teléfonos móvildes juntan información para brindar servicios a los clientes. .
Pero también encontró que las 10 compañías estudiadas no siguen todas las prácticas recomendadas de privacidad. Dice también que es difícil para los consumidores entender los riesgos inherentes en el uso de esos servicios.
