Domótica, la revolución del bienestar.

Domótica es tecnología de última generación aplicada al confort y el bienestar en cualquier edificio. La automatización de todas las funciones de una casa permite ahorro de energía y de tiempo.

9 mayo, 2007

¿Qué es la domótica?, se preguntará el sorprendido
lector. Nada mejor que explicarlo con un ejemplo. ¿Se acuerda de los
“Supersónicos” -aquellos personajes animados que aparecían
en la televisión de los años ´60- y su casa totalmente automatizada?
Si recuerda esas escenas, la domótica será fácil de comprender.
Según los expertos, marca la revolución de la arquitectura moderna.Si
alguna vez escuchó hablar de “edificio inteligente”, de eso
también trata la domótica. Es tecnología aplicada al bienestar,
al confort y a la seguridad. No sólo en el hogar.

Puede utilizarse en cualquier edificio cuya instalación eléctrica
esté en perfectas condiciones. Imagínese la cantidad de cosas
que se pueden automatizar en una casa: energía, calefacción, detección
de averías en caños, en ascensores, artefactos eléctricos,
la computadora, el riego, las alarmas y mucho más. Todo desde un control
remoto potente. Usted puede controlarlo dentro de su casa, o incluso estando
afuera, a gran distancia. Entendamos los orígenes de la domótica.
En las últimas décadas, y gracias a la rápida evolución
tecnológica de la electrónica y la informática, nuestro
entorno se ha visto inundado con televisores, teléfonos que sacan fotos
y filman, equipos de fax y módem, redes y sistemas informáticos
tanto en oficinas como en viviendas particulares. Hasta los electrodomésticos
están experimentando una vertiginosa evolución. Hoy en día,
en algunos países avanzados, los fabricantes ofrecen heladeras inteligentes
capaces de hacer pedidos por teléfono o indicarnos que, al regresar de
la oficina, deberíamos hacer determinadas compras.

Origen y contenido

El término domótica se acuñó en Francia, como contracción
de las palabras domo e informatique. De hecho, la enciclopedia Larousse define
al término domótica como: “el concepto de vivienda que integra
todos los automatismos en materia de seguridad, gestión de la energía,
comunicaciones”. Es decir, el objetivo es asegurar al usuario de la vivienda
un aumento del confort, de la seguridad, del ahorro energético y de las
facilidades de comunicación.Domótica es el término “científico”
que se utiliza para denominar la parte de la tecnología (electrónica
e informática) que integra el control y la supervisión de los
elementos existentes en un edificio de oficinas o de viviendas o, simplemente,
en cualquier hogar. La denominación “edificio inteligente”
alude al mismo concepto, aunque tendemos a aplicarlo sólo al ámbito
de los grandes bloques de oficinas, bancos, universidades y edificios industriales.

El uso de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones)
en la vivienda genera nuevas aplicaciones y tendencias basadas en la capacidad
de proceso de información y en la integración y comunicación
entre los equipos e instalaciones. Así concebida, una vivienda inteligente
puede ofrecer una amplia gama de aplicaciones en áreas tales como seguridad,
gestión de la energía, automatización de tareas domésticas,
formación, cultura y entretenimiento, monitoreo de salud, comunicación
con servidores externos, ocio y entretenimiento, operación y mantenimiento
de las instalaciones, entre otras cosas.

Los usos de la domótica

Entre las características generales que aporta el uso de la domótica,
distinguimos las siguientes: -Control remoto desde dentro de la vivienda: a
través de un esquema de comunicación con los distintos equipos.
Reduce la necesidad de moverse dentro de la vivienda, este hecho puede ser particularmente
importante en el caso de personas de la tercera edad o discapacitadas. -Control
remoto desde fuera de la vivienda: supone un cambio de horarios para las tareas
domésticas (por ejemplo, la posibilidad de activar la cocina desde el
exterior, implica que previamente ha sido preparada la comida) y como consecuencia
permite al usuario un mejor aprovechamiento de su tiempo.
-Programabilidad: la realización de ciertas funciones con sólo
tocar un botón o programando que se lleven a cabo de acuerdo con otras
condiciones del entorno (hora, temperatura interior o exterior, etc.), genera
un aumento del confort y un ahorro de tiempo.
-Acceso a servicios externos: acceso a Internet, telecompra, etc. En ciertos
casos (por ejemplo, en unidades familiares donde ambos cónyuges trabajan),
estos servicios posibilitan un mejor aprovechamiento del tiempo y un gran ahorro
de esfuerzo.

 

¿Qué es la domótica?, se preguntará el sorprendido
lector. Nada mejor que explicarlo con un ejemplo. ¿Se acuerda de los
“Supersónicos” -aquellos personajes animados que aparecían
en la televisión de los años ´60- y su casa totalmente automatizada?
Si recuerda esas escenas, la domótica será fácil de comprender.
Según los expertos, marca la revolución de la arquitectura moderna.Si
alguna vez escuchó hablar de “edificio inteligente”, de eso
también trata la domótica. Es tecnología aplicada al bienestar,
al confort y a la seguridad. No sólo en el hogar.

Puede utilizarse en cualquier edificio cuya instalación eléctrica
esté en perfectas condiciones. Imagínese la cantidad de cosas
que se pueden automatizar en una casa: energía, calefacción, detección
de averías en caños, en ascensores, artefactos eléctricos,
la computadora, el riego, las alarmas y mucho más. Todo desde un control
remoto potente. Usted puede controlarlo dentro de su casa, o incluso estando
afuera, a gran distancia. Entendamos los orígenes de la domótica.
En las últimas décadas, y gracias a la rápida evolución
tecnológica de la electrónica y la informática, nuestro
entorno se ha visto inundado con televisores, teléfonos que sacan fotos
y filman, equipos de fax y módem, redes y sistemas informáticos
tanto en oficinas como en viviendas particulares. Hasta los electrodomésticos
están experimentando una vertiginosa evolución. Hoy en día,
en algunos países avanzados, los fabricantes ofrecen heladeras inteligentes
capaces de hacer pedidos por teléfono o indicarnos que, al regresar de
la oficina, deberíamos hacer determinadas compras.

Origen y contenido

El término domótica se acuñó en Francia, como contracción
de las palabras domo e informatique. De hecho, la enciclopedia Larousse define
al término domótica como: “el concepto de vivienda que integra
todos los automatismos en materia de seguridad, gestión de la energía,
comunicaciones”. Es decir, el objetivo es asegurar al usuario de la vivienda
un aumento del confort, de la seguridad, del ahorro energético y de las
facilidades de comunicación.Domótica es el término “científico”
que se utiliza para denominar la parte de la tecnología (electrónica
e informática) que integra el control y la supervisión de los
elementos existentes en un edificio de oficinas o de viviendas o, simplemente,
en cualquier hogar. La denominación “edificio inteligente”
alude al mismo concepto, aunque tendemos a aplicarlo sólo al ámbito
de los grandes bloques de oficinas, bancos, universidades y edificios industriales.

El uso de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones)
en la vivienda genera nuevas aplicaciones y tendencias basadas en la capacidad
de proceso de información y en la integración y comunicación
entre los equipos e instalaciones. Así concebida, una vivienda inteligente
puede ofrecer una amplia gama de aplicaciones en áreas tales como seguridad,
gestión de la energía, automatización de tareas domésticas,
formación, cultura y entretenimiento, monitoreo de salud, comunicación
con servidores externos, ocio y entretenimiento, operación y mantenimiento
de las instalaciones, entre otras cosas.

Los usos de la domótica

Entre las características generales que aporta el uso de la domótica,
distinguimos las siguientes: -Control remoto desde dentro de la vivienda: a
través de un esquema de comunicación con los distintos equipos.
Reduce la necesidad de moverse dentro de la vivienda, este hecho puede ser particularmente
importante en el caso de personas de la tercera edad o discapacitadas. -Control
remoto desde fuera de la vivienda: supone un cambio de horarios para las tareas
domésticas (por ejemplo, la posibilidad de activar la cocina desde el
exterior, implica que previamente ha sido preparada la comida) y como consecuencia
permite al usuario un mejor aprovechamiento de su tiempo.
-Programabilidad: la realización de ciertas funciones con sólo
tocar un botón o programando que se lleven a cabo de acuerdo con otras
condiciones del entorno (hora, temperatura interior o exterior, etc.), genera
un aumento del confort y un ahorro de tiempo.
-Acceso a servicios externos: acceso a Internet, telecompra, etc. En ciertos
casos (por ejemplo, en unidades familiares donde ambos cónyuges trabajan),
estos servicios posibilitan un mejor aprovechamiento del tiempo y un gran ahorro
de esfuerzo.

 

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