Ejecutivos al borde de un ataque de nervios

Irritabilidad, dificultad para dormir, y bajo rendimiento son algunos de los síntomas que muchas personas presentan como resultado de las continuas presiones a las que se ven sometidas en su lugar de trabajo.

31 mayo, 2011

<p><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px; ">Por Luc&iacute;a Mu&ntilde;iz</span></p>
<p>&nbsp;<span class="Apple-style-span" style="color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px; ">&ldquo;95% de la gente tiene graves problemas mentales, y otro 5% est&aacute; completamente loca&rdquo;, bromeaba un amigo empresario en un desayuno de trabajo. Lo cierto de esta frase, es que seg&uacute;n dicen los expertos, la mayor&iacute;a de los adultos desarrollar&aacute; en el transcurso de su vida alg&uacute;n tipo de desorden mental.&nbsp;</span></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px; ">Los especialistas utilizan la clasificaci&oacute;n DSM-IV (Manual Diagn&oacute;stico y Estad&iacute;stico de los Trastornos Mentales), que contabiliza una buena cantidad de trastornos con nombre propio. De todos ellos, podemos nombrar los trastornos del estado de &aacute;nimo (entre los que se encuentran los depresivos), los de ansiedad (en donde se incluyen los originados por estr&eacute;s y las fobias) y los del sue&ntilde;o. Tomamos estas tres categor&iacute;as puesto que son los que se presentan en gran parte de las personas con importantes responsabilidades laborales o familiares. La gran vedette de los &uacute;ltimos a&ntilde;os ha sido el grupo de los trastornos de ansiedad, entre los que podemos citar el s&iacute;ndrome de angustia generalizado, el famos&iacute;simo ataque de p&aacute;nico y las fobias.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
&iquest;Cu&aacute;ntas veces ha llevado su coche a una revisi&oacute;n completa para ver si todo est&aacute; bien o para eliminar aquel peque&ntilde;o ruidito de origen indeterminado? Seguramente mucho m&aacute;s de lo que ha visitado a un psic&oacute;logo o un psiquiatra para hablar de su salud mental. Es que estamos acostumbr&aacute;ndonos al estr&eacute;s, sufri&eacute;ndolo como un mal menor en nuestras vidas, un mal que tenemos que aceptar y con el cual no puede hacerse nada m&aacute;s que tomarlo como viene porque a lo sumo, nos vuelve m&aacute;s irritables y nos provoca palpitaciones antes de una reuni&oacute;n con un cliente.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Nada m&aacute;s err&oacute;neo, puesto que el estr&eacute;s cr&oacute;nico puede llevarnos a desarrollar cualquiera de las enfermedades que mencionamos anteriormente, o alguna otra patolog&iacute;a como las alergias, los trastornos gastrointestinales, los bronquiales e incluso ciertos tipos de c&aacute;ncer. Basta se&ntilde;alar que la literatura m&eacute;dica indica que hay una estrecha relaci&oacute;n entre el cerebro y el sistema inmunol&oacute;gico, relaci&oacute;n que hace que nuestras defensas bajen cuando estamos estresados durante prolongados per&iacute;odos de tiempo.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">&iquest;Pero, qu&eacute; es esta cosa llamada estr&eacute;s?</strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Simplificando, el estr&eacute;s es la resultante de un mecanismo por el cual el cuerpo y uno de sus principales sistemas, el sistema simp&aacute;tico, nos pone en alerta para afrontar un peligro inminente o un da&ntilde;o potencial.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Los signos del alerta son claros, enrojecimiento del rostro, pulso acelerado, transpiraci&oacute;n fr&iacute;a. Nuestras gl&aacute;ndulas, en especial la suprarrenal, vuelcan al flujo sangu&iacute;neo grandes cantidades de adrenalina, la hormona por excelencia del estr&eacute;s, que estimula el sistema cardiovascular haci&eacute;ndonos subir el pulso y la presi&oacute;n arterial. El cuerpo redistribuye el flujo sangu&iacute;neo hacia los m&uacute;sculos, prepar&aacute;ndonos para huir r&aacute;pidamente. Es un mecanismo perfecto si tuvi&eacute;ramos que salir corriendo porque nos est&aacute; persiguiendo un gran dinosaurio, pero p&eacute;simo para cuando estamos en medio de una discusi&oacute;n con la comisi&oacute;n del consorcio o cuando quedamos atrapados entre dos manifestaciones a diez minutos de una entrevista con el director de Recursos Humanos.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
El problema no radica en el mecanismo en s&iacute;, el cual fue perfeccionado por la naturaleza a lo largo de millones de a&ntilde;os con un prop&oacute;sito determinado: salvar nuestras vidas. Radica en que no es el adecuado para vivir en una sociedad como la nuestra, donde &ldquo;los estresores psicosociales&rdquo; est&aacute;n a la orden del d&iacute;a y a la vuelta de la esquina. La tecnolog&iacute;a tampoco ayuda mucho. La mayor&iacute;a de los gerentes de alto nivel tiene varias direcciones de&nbsp;<em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">mail</em>, mensajeria instant&aacute;nea, la oficina completa en un dispositivo m&oacute;vil, y un celular, que est&aacute;n todo el d&iacute;a literalmente &ldquo;bombarde&aacute;ndolo&rdquo; con problemas a resolver de manera urgente.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">&iquest;Y en casa como andamos?</strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
No por nada los medicamentos ansiol&iacute;ticos est&aacute;n encabezando la lista de los m&aacute;s vendidos. Las compa&ntilde;&iacute;as farmac&eacute;uticas, concientes de esta &ldquo;epidemia silenciosa&rdquo; han invertido sus recursos en el desarrollo de estas drogas, consumidos por buena parte de la poblaci&oacute;n que busca curas instant&aacute;neas. En la Argentina en particular, la automedicaci&oacute;n es una pr&aacute;ctica demasiado extendida, porque los pacientes van en busca de paliativos que no solucionan los problemas de base, sin pensar que a largo plazo, de alguna u otra manera, el cuerpo dice basta. Y cuando lo hace, suele ser demasiado tarde para comenzar con estrategias de prevenci&oacute;n.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Es evidente que no podemos ni renunciar al trabajo ni comenzar una gresca en cualquier lado para descargar nuestras presiones diarias.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Pero podemos adquirir una serie de &ldquo;buenas pr&aacute;cticas&rdquo; para bajar un poco los efectos negativos del estr&eacute;s. Este grupo de &ldquo;buenas pr&aacute;cticas&rdquo; no son adecuadas para todas las personas. Es aqu&iacute; donde una consulta con un profesional nos ayudar&aacute; a encontrar la &ldquo;receta&rdquo; que se adapte a nuestro tipo de personalidad y nuestros contextos, tanto familiares como laborales. Un profesional de la salud no reemplaza al m&aacute;s amoroso de sus amigos, puesto que &eacute;ste no tiene el entrenamiento necesario para saber qu&eacute; tipo de personalidad tiene cada persona, si existe una enfermedad org&aacute;nica de base o alg&uacute;n tipo de predisposici&oacute;n hacia los trastornos de ansiedad. Es por ello que la consulta con un profesional es primordial y deber&iacute;a ser tan com&uacute;n como ir a hacerse un simple an&aacute;lisis de sangre.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16px; ">1. Identifique qu&eacute; cosas o personas lo ponen inc&oacute;modo o nervioso. No todos los problemas causan los mismos niveles de estr&eacute;s. Cada personalidad es el resultante de una historia de situaciones y experiencias que nos hacen reaccionar de manera diferente a las mismas situaciones.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
2. Abandone cualquier idea de omnipotencia que tenga en cuanto a sus capacidades para hacerse cargo de todo. Si es mam&aacute; y trabajadora de tiempo completo, hable con sus hijos sobre el tema y entienda las necesidades primordiales de sus peque&ntilde;os.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
3. Adquiera el h&aacute;bito de la comunicaci&oacute;n positiva. Piense que todos nos comunicamos con los gestos. Llegar a la oficina y arrojar una carpeta sobre un escritorio a cinco metros no es una buena manera de fomentar el trabajo saludable en equipo.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
4. No haga de peque&ntilde;as situaciones grandes conflictos antes de que se presenten, puesto que este tipo de actitud puede convertirse en un mal h&aacute;bito muy r&aacute;pidamente. No posponga los problemas, trate de resolverlos r&aacute;pidamente.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
5. Haga un poco de &ldquo;psicoprofilaxis&rdquo;. Su mente merece aun m&aacute;s cuidado que su auto o cualquier otra posesi&oacute;n material. No se exponga a situaciones que sabe que con seguridad le causaran estr&eacute;s, y si tiene que afrontarlas, converse acerca de ellas con una persona de confianza.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
6. Practique un deporte con regularidad, pero con moderaci&oacute;n y siempre y cuando sienta que es positivo. Es un mito muy extendido que acudir a un gimnasio todos los d&iacute;as apenas sale el sol para correr una buena cantidad de kil&oacute;metros lo mantendr&aacute; desestresado y delgado. No es tan as&iacute;.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
7. No se automedique. Las drogas alteran la qu&iacute;mica del cerebro y tienen efectos adversos importantes, sin hablar del peligro de la adicci&oacute;n. Consulte a un psiquiatra si presenta s&iacute;ntomas y signos como dificultad para dormir, pesadillas frecuentes, taquicardia, mareos, sudoraci&oacute;n excesiva ante determinadas situaciones o siente angustia o ansiedad cuando est&aacute; en ambientes con muchas personas, o en espacios reducidos o muy abiertos.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
8. Aprenda a delegar. Lamentablemente el d&iacute;a tiene 24 horas, ni m&aacute;s ni menos, as&iacute; que aprenda a delegar y a confiar en las capacidades de las personas que lo rodean. Si est&aacute; en su poder, forme equipos de trabajo tales que favorezcan ambientes de trabajo saludables y con un nivel razonable de competitividad.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
9. Organice sus tiempos. Es un excelente h&aacute;bito dividir su d&iacute;a y sus tiempos entre su trabajo, su familia y sus actividades personales. Fomente las relaciones sociales con amigos fuera del &aacute;mbito laboral. Establezca un espacio para su salud y explique delicadamente a su entorno (amigos, familia, jefes o compa&ntilde;eros de trabajo) cu&aacute;les son sus tiempos de disponibilidad para cada uno.&nbsp;<strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">M</strong></p>

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades