Encuentro de sibaritas

La tabaquería es un universo. Quien ingresa a una de ellas entra a un ámbito de conocimientos exclusivos con códigos compartidos por quienes degustan y disfrutan de estos cigarros. Especializada en sabores, aromas y sensaciones que traduce en productos, accesorios y servicios, invita a que el placer de fumar sea absoluto.

4 mayo, 2009

<p><em>Por Andrea Miranda</em></p>
<p><strong>La Casa del Habano<br />
</strong><br />
En el intento por definir la tabaquer&iacute;a por su especificidad, la m&aacute;s obvia resulta la de su dedicaci&oacute;n exclusiva al tabaco. Pero, en verdad, actualmente es mucho m&aacute;s que eso. A partir de gran cantidad de palabras que componen un glosario distintivo del negocio &ndash;vitolas, humidores, puros y pureras, entre otras&ndash;, crean un espacio para que el fumador disfrute tanto de la variedad al comprar como de un espacio creado para degustar sus puros: un microclima delicioso.<br />
<br />
Algunas definiciones<br />
<br />
Para dar los primeros pasos en este mundo, deben estar claros un par de t&eacute;rminos. Se denomina &ldquo;puros&rdquo; a los cigarros manufacturados sin papel ni qu&iacute;micos, esto es a los elaborados cien por ciento naturalmente. Los habanos &ndash;l&iacute;deres del mercado&ndash; son los cigarros o puros producidos &iacute;ntegramente en Cuba. Tambi&eacute;n hay tabacos exclusivos para pipa &ndash;h&uacute;medos y saborizados&ndash;, y cigarritos importados o &ldquo;minis&rdquo;, que contienen tabaco natural pero son terminados con papel homogeneizado que los saborizan (y se venden en pintorescas latitas).<br />
Un dato central &ndash;que los fumadores ponderan&ndash; es que a mayor estacionamiento y cuidado del tabaco, mayor es el sabor y m&aacute;s alto su precio. En los puros, el sabor tambi&eacute;n guarda relaci&oacute;n con la vitola (di&aacute;metro y longitud del cigarro). As&iacute;, un cigarro de mayor calibre &ndash;y bocanada de humo&ndash; es m&aacute;s fuerte. Dentro de los fuertes est&aacute;n los &ldquo;robustos&rdquo; (se fuman en 45 a 50 minutos) y &ldquo;petit robustos&rdquo; &ndash;mismo di&aacute;metro pero m&aacute;s cortos&ndash; una buena opci&oacute;n para quienes tienen menos tiempo (se fuman en 20 minutos).<br />
A un fumador de puros no deber&aacute; faltarle el kit de accesorios b&aacute;sicos: el encendedor, la purera (accesorio para trasladar sus cigarros para el d&iacute;a) y el cortador (puede ser guillotina o sacabocados).<br />
<br />
<strong>Identidad tabacalera<br />
</strong><br />
Casa Lotar surgi&oacute; en 1977 en un local de la avenida Nazca 19 &ndash;que sigue existiendo&ndash; como un emprendimiento familiar de hermanos. Era una tienda de tabacos cl&aacute;sica &ldquo;que privilegi&oacute; el servicio y el asesoramiento al fumador que en esa &eacute;poca se encontraba muy poco informado&rdquo;, cuenta Sergio Sciaroni, uno de los socios fundadores del lugar. Hace 15 a&ntilde;os &ldquo;abrimos la casa central en el microcentro y comenzamos a trabajar con la correcta conservaci&oacute;n de los puros, que hasta ese momento se vend&iacute;an sin ning&uacute;n tipo de acondicionamiento de temperatura y humedad&rdquo;, agrega.<br />
La Casa del Habano es una red internacional de tiendas que en la actualidad cuenta con 117 locales en 50 pa&iacute;ses. La franquicia argentina fue la cuarta apertura en el mundo y tiene 20 a&ntilde;os en el mercado local. Su due&ntilde;a, la experta en tabacos Blanca Alsogaray, dice que el lugar &ldquo;hace realidad los m&aacute;s exquisitos gustos de todo amante del habano que en su estancia se ve rodeado de un servicio de excelencia que le permite encontrar no s&oacute;lo habanos sino tambi&eacute;n accesorios de marcas prestigiosas a escala internacional e importantes publicaciones del mundo tabacalero&rdquo;.<br />
Para dar cuenta de la magnitud del sector, Alsogaray explica: &ldquo;Somos el &uacute;ltimo paso de los 260 que hacen que el habano llegue a nuestros clientes en perfectas condiciones, acompa&ntilde;ado de atenci&oacute;n personalizada y toda la informaci&oacute;n que ellos necesitan&rdquo;. A partir de ah&iacute;, las joyas de La Casa del Habano son un &ldquo;vitolario muy amplio&rdquo; y &ldquo;los habanos a&ntilde;ejados por m&aacute;s de 10 a&ntilde;os que, realmente, son maravillas&rdquo;, enfatiza.<br />
La casa central de Casa Lotar, frente a la Bolsa de Comercio, &ldquo;es una de las m&aacute;s antiguas de Buenos Aires&rdquo;, dice Sciaroni y se&ntilde;ala que, entre sus beneficios, ofrece &ldquo;un living para fumadores con bar y pantalla gigante; lockers para que los clientes conserven su reserva personal de puros; un cuidado asesoramiento &ndash;dado de fumador a fumador&ndash;; la marca propia de puros Lotar &ndash;un blend de tres tabacos hecho en Panam&aacute;&ndash;; y gran diversidad de productos para el buen vivir&rdquo;.<br />
<br />
</p>

<strong>Consumo y variedad<br />
<br />
</strong>Asociado a los buenos momentos, los que saben dicen que una buena dosis son dos puros por día: uno después del almuerzo, otro después de la cena. Y aceptan que puede llegar a haber un tercero por la tarde. Parece ser que los momentos posteriores a las comidas –tanto la situación de una relajada sobremesa como porque el cuerpo ingirió alimentos (lo cual mejora la recepción del tabaco)– son los que aseguran mayor placer al fumarlos. Y continuando con las notas que mejoran la escena: es ideal acompañarlo con un buen vino, un coñac o un excelente café.<br />
La Casa del Habano ofrece variedad de habanos en presentaciones de 3, 5, 10 y 25 cigarros, accesorios, tabaco de pipa y pipas. Alsogaray, afirma que “en general los clásicos son los más solicitados: Montecristo Nº 4 –el habano más vendido en el mundo–, el serie DN4 de Partagás y el Montecristo Edmundo; pero al tener gran variedad de habanos y fortaleza, cada cliente tiene sus preferencias. Además todos los meses hay promociones muy interesantes que permiten a los fumadores probar distintas marcas y tamaños a un excelente precio”.<br />
En Casa Lotar señalan que hoy en día “los puros en general son los protagonistas” de la tabaquería. Con una gran oferta de habanos y puros en general, también ofrecen tabaco y accesorios para fumar en pipa, cigarritos y todos los accesorios para el fumador. En el local del microcentro desarrollaron “un concepto nuevo: una ‘tienda para el hombre’, sin cerrarnos al fumador” y ofrecen otros productos sibaritas al bon vivant: indumentaria y calzado masculino, corbatas y gemelos, vinos, chocolates artesanales, juegos de salón –cartas, dardos– y soldaditos de colección Ejércitos del mundo, entre otras cosas.<br />
<br />
<strong>Lo más exclusivo<br />
<br />
</strong>Sergio Sciaroni elige, dentro de este concepto, sus “accesorios finos para el fumador –S.T.Dupont y Dunhill, entre otros–; junto a habanos de ediciones limitadas, o pipas hechas a mano, de partida numerada”.<br />
En tanto Blanca Alsogaray destaca “toda la gama de habanos Cohiba, entre ellos el Siglo VI que, dentro del vitolario cubano, es el más exclusivo y caro”. También entran en esta categoría “tabacos de alta regalía y algunas exquisiteces como un humidor de Montecristo del 95 cumpleaños (del músico) Compay –que contiene 55 Espléndidos y 40 Salomones Nº 2–, del cual se hizo una producción seriada de 95 unidades, y el nuestro es último a la venta en el mundo, un producto para coleccionistas”.<br />
Con un perfil tradicionalmente ABC1, en los últimos años más gente joven busca degustar un producto “hecho a mano con hoja torcida, más natural: sin químicos ni aditivos”, explica Alsogaray.
<p><strong>Una mística los congrega<br />
</strong><br />
Que cada quien goce del placer de fumar sus cigarros en privado no llama la atención. Pero que haya sitios ofrecidos y buscados por los amantes del tabaco como lugar de encuentro entre camaradas, es notable. Y los ubica en un imaginario distinguido, reservado para algunos pocos, aunque puedan ir todos.<br />
“Compartir tiempo de disfrute, una copa, charlar entre amigos y poder disfrutar de un habano en un ambiente tranquilo y exclusivo para ello” es lo que Alsogaray percibe como búsqueda y elección del cliente. <br />
Sciaroni afirma que, ante todo, los salones fumadores de las tabaquerías surgieron como una “necesidad de tener un espacio propio y permitido para disfrutar de su puro y poder relacionarse con otros pares que comparten el mismo placer”.<br />
Para finalizar, Alsogaray cuenta que en La Casa del Habano hay “cursos de iniciación al mundo del habano –que comienza nuevamente a mediados de marzo–, en los cuales se enseña al fumador a elegir su habano, encenderlo, degustarlo y maridarlo con alguna bebida espirituosa”. Y destaca que gracias a “los encuentros entre fumadores que se dan todos los días, se han iniciado grandes amistades en nuestro salón para fumar”. <br />
<br />
<strong>Casa Lotar </strong><br />
25 de Mayo 358 – 4328-0150 <br />
<a href="http://www.lotar.com.ar/">http://www.lotar.com.ar/</a><br />
<br />
<strong>La Casa del Habano</strong> <br />
Reconquista 677 – 4314-1271 y 4311-5055 <br />
<a href="http://www.lacasadelhabano.com.ar/">http://www.lacasadelhabano.com.ar/</a></p>

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades