Instrucciones para vivir mejor

Todos los secretos en un best-seller. El error estuvo en creer que los seres humanos funcionan como las computadoras. Los autores definen un nuevo paradigma.

27 mayo, 2010

<p>La idea detr&aacute;s del libro &ldquo;<em>The Way We&rsquo;re Working isn&rsquo;t working: the four forgotten Needs that Energize Great Performance</em>&rdquo;, de Tony Schwartz, Jean Gomes y Catherine McCarthy, es que si tanta gente inteligente est&aacute; cometiendo tantos errores es porque algo no anda bien en este mundo. <br />
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El libro es una s&iacute;ntesis del pensamiento que desarroll&oacute; Tony Schwartz' a lo largo de los a&ntilde;os y la &uacute;ltima y m&aacute;s riguroso investigaci&oacute;n de toda una serie de disciplinas sobre qu&eacute; hace a la satisfacci&oacute;n de la gente &ndash; en su vida privada y, sobretodo, en el trabajo. Schwartz dice all&iacute;: &quot;en todas las culturas y en todos los niveles, la gente comparte una sensaci&oacute;n visceral de que algo anda mal en la forma en que est&aacute;n trabajando y un intenso deseo de algo m&aacute;s productivo o una forma de trabajar y de vivir m&aacute;s sostenible.&quot;<br />
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La tesis del libro es que se ha instalado el mito de que los seres humanos operan m&aacute;s productivamente en la misma forma unidimensional de las computadoras: continuamente, a altas velocidades y durante largos per&iacute;odos. Usando varios programas al mismo tiempo. Esto ha generado un mundo donde: la &eacute;tica actual del trabajo es siempre m&aacute;s, m&aacute;s grande, m&aacute;s r&aacute;pido. M&aacute;s informaci&oacute;n que nunca est&aacute; a nuestra disposici&oacute;n y la velocidad de cada transacci&oacute;n ha aumentado en forma exponencial, imprimiendo un sentido de permanente urgencia e interminable distracci&oacute;n… Si no se las maneja y regula, esas tecnolog&iacute;as tienen la posibilidad de abrumarnos. La implacable urgencia que caracteriza casi todas las culturas empresariales debilita la creatividad, calidad, compromiso, concentraci&oacute;n y, en &uacute;ltima instancia, desempe&ntilde;o. <br />
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Por ende, &quot;cuando nos alimentamos con una dieta que carece de los necesarios nutrientes, no deber&iacute;a sorprender que terminemos mal nutridos e incapaces de operar consistentemente a buen nivel&rdquo;<br />
Sin embargo, seg&uacute;n Schwartz, Gomes y McCarthy, la m&aacute;s b&aacute;sica necesidad humana de supervivencia es renovar nuestra energ&iacute;a. Somos buenos para gastarla pero no tanto para renovarla. El costo es &ldquo;menos capacidad para la atenci&oacute;n focalizada, menos tiempo para una determinada tarea y menos oportunidad para reflexionar&rdquo;. El resultado inevitable, dicen, es menos criterio y sabidur&iacute;a, con el mundo al borde del col&ntilde;apso. Parad&oacute;jicamente, m&aacute;s lleva a menos., escribe Schwartz. <br />
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El libro no trata s&oacute;lo de c&oacute;mo las empresas pueden obtener lo menor de sus empleados, sino de c&oacute;mo la gente puede obtener lo mejor de sus vidas. Las cuatro necesidades energ&eacute;ticas que ide3ntifica son sustentabilidad (lo f&iacute;sico), seguridad (lo emocional) autoexpresi&oacute;n (lo mental) importancia (lo espiritual).Trae, adem&aacute;s, una especie de hoja de ruta para ir atacando cada una de las &aacute;reas hasta lograr un mejor control de nuestra vida. La clave para crecer, aprender y evolucionar, dice, es preguntarnos qu&eacute; queremos ser y c&oacute;mo queremos vivir.</p>
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