Berlín, a punto de inaugurar estación ferroviaria

En el propio centro de Berlín, el lugar donde antes estaba el gran baldío junto al muro que dividía el este y el oeste de la ciudad, se ha construido una gran estación de trenes a inaugurarse justo para el mundial de fútbol en junio.

9 marzo, 2006

Luego de 10 años de trabajo, el proyecto que costó US$ 850 millones, será una central ferroviaria pero también será un símbolo de la reunificación de Alemania y también del hermanamiento entre el este y el oeste. La estación es una filigrana de acero y vidrio con 54 escaleras mecánicas, 43 ascensores circulares y de vidrio y y muchos haces de luz cayendo diagonalmente desde el techo de vidrio hasta las plataformas. En realidad, fue diseñado como un punto de encuentro para una Europa cada vez más integrada: de los niveles superiores salen trenes que viajan de este a oeste uniendo Moscú y París. El nivell inferior cruza el superior para atender los trenes que viajan de norte a sur conectando Copenague con Estambul.

“Los dos grandes elementos, el inmenso techo vidriado y el puente de la estación que lo cruza, simbolizan esa encrucijada”, dijo a la prensa el principal arquitecto del proyecto, Meinhard von Gerkan.
Como tantas cosas en Berlín, la nueva estación refleja la turbulenta y ruinosa historia de Alemania. Ya se la conoce con dos nombres, “Main Station” y “Lehrter Station”, como la clásica estación neogótica que fue construida en ese lugar en 1871 y que conectaba Hamburgo, Hanover y otras ciudades con occidente. La estación Lehrter fue muy dañada durante la Segunda Guerra Mundial y destruida por completo en 1958. Cuando Berlín fue dividida por el muro en 1961, el área pasó a formar parte de la ancha franja de la zona de fuego libre que partía la ciudad en dos. Pero después e la reunificación en 1990, ganó la idea de poner una nueva estación ferroviaria que pusiera el gran toque final a la restaurada capital alemana.

Luego de 10 años de trabajo, el proyecto que costó US$ 850 millones, será una central ferroviaria pero también será un símbolo de la reunificación de Alemania y también del hermanamiento entre el este y el oeste. La estación es una filigrana de acero y vidrio con 54 escaleras mecánicas, 43 ascensores circulares y de vidrio y y muchos haces de luz cayendo diagonalmente desde el techo de vidrio hasta las plataformas. En realidad, fue diseñado como un punto de encuentro para una Europa cada vez más integrada: de los niveles superiores salen trenes que viajan de este a oeste uniendo Moscú y París. El nivell inferior cruza el superior para atender los trenes que viajan de norte a sur conectando Copenague con Estambul.

“Los dos grandes elementos, el inmenso techo vidriado y el puente de la estación que lo cruza, simbolizan esa encrucijada”, dijo a la prensa el principal arquitecto del proyecto, Meinhard von Gerkan.
Como tantas cosas en Berlín, la nueva estación refleja la turbulenta y ruinosa historia de Alemania. Ya se la conoce con dos nombres, “Main Station” y “Lehrter Station”, como la clásica estación neogótica que fue construida en ese lugar en 1871 y que conectaba Hamburgo, Hanover y otras ciudades con occidente. La estación Lehrter fue muy dañada durante la Segunda Guerra Mundial y destruida por completo en 1958. Cuando Berlín fue dividida por el muro en 1961, el área pasó a formar parte de la ancha franja de la zona de fuego libre que partía la ciudad en dos. Pero después e la reunificación en 1990, ganó la idea de poner una nueva estación ferroviaria que pusiera el gran toque final a la restaurada capital alemana.

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