Cómo ser inteligente según la ciencia

Lo mejor de todo es que no hacen falta clases, ni libros ni tareas. Todos sabemos que el ejercicio es bueno para la salud. La falta de ejercicio no solo nos pone fuera de forma sino que además no puede hacer más lentos. 

7 junio, 2016

Estar sentado la mayor parte del día crea el doble de riesgo de enfermedades cardiovasculares frente a personas que están paradas. Estar sentados más de seis horas por día nos puede hacer 18% más proclives a contraer diabetes, enfermedad coronaria y obesidad que la gente que se sienta menos de tres horas al día.

Como si todo eso fuera poco, sentarse por más de 11 horas al día nos hace 40% más proclives a morir en los próximos tres años comparados con personas  que se sientan por menos de 4 horas.

Entonces, sí, el ejercicio es bueno para nosotros, no necesitamos que la ciencia nos lo diga.

Pero también está científicamente comprobado  que el ejercicio es bueno para hacernos más inteligentes.

Por ejemplo, un estudio alemán descubrió que la gente mayor que hace un ejercicio suave, como jardinería, tienen por lo menos la mitad de probabilidades de contraer problemas cognitivos a medida que envejecen. Pero no son los únicos que se benefician: los niños que van caminando a la escuela  tienden a concentrarse mejor y a lograr menores resultados en los exámenes que los que viajan a la escuela en autobús o en auto.

¿Por qué?

Según Gretchen Reynolds, autora de “Los primeros 20 minutos” un libro sobre la ciencia del ejercicio, investigaciones recientes muestran que el ejercicio puede ayudar al cerebro a resistir  la contracción física y mejorar la flexibilidad cognitiva.

“El ejercicio,” escribió en un artículo en el New York Times, hace más para estimular el pensamiento que el mismo pensamiento”

Nuestro cerebro es un tejido, y como cualquier otro tejido, el abuso, la falta de uso y especialmente la edad hacen que decline su funcionamiento. A veces ya al finalizar la década de los 20 años, el hipocampo, la parte del cerebro  que controla el aprendizaje y la memoria, pierde 1% por año en volumen total. Por eso a nadie sorprende que a medida que envejecemos perdemos naturalmente algo de memoria y de capacidad de aprendizaje.

Pero lo que sorprende es que, así como ocurre con los músculos, el ejercicio puede ralentar o incluso revertir la decadencia física de nuestro cerebro.

Si bien nos han dicho tantas veces que  una vez que perdemos células cerebrales  nunca las recuperamos, se pueden crear nuevas células cerebrales, y el ejercicio ayuda a desencadenar ese procesos. Al hacer ejercicio no solo creamos músculo. Creamos un cerebro más grande.

El ejercicio también hace que esas nuevas neuronas sean más eficaces.

Las células cerebrales pueden mejorar el intelecto sólo si se juntan con la existente red neural, y mucho no lo hacen, . Lo que hacen es vagar sin destino por el cerebro por un tiempo antes de morir.

Una forma de hacer que las neuronas se queden unidas a la red es aprender algo. Un estudio de 2007, nuevas células de ratones  fueron enlazadas a redes neurales de animales si los ratones aprendían a negociar un laberinto de agua duna tarea que es agotadora  cognitivamente pero no físicamente. Esas células cerebrales eran muy limitadas en cuanto a lo que podían hacer. Cuando después los investigadores estudiaron la actividad de las células descubrieron que las nuevas células enganchadas a la red neural  se disparaban solo cuando los animales navegaban otra vez el laberinto, no cuando practicaban otras tareas cognitivas. El aprendizaje codificado en esas células no se transfería a otros tipo de pensamiento de los roedores.

El ejercicio, por otra parte, parece hacer más ágiles las neuronas. Cuando los investigadores en un ejercicio separado  hicieron correr a los ratones, los cerebros de los animales, los cerebros de los animales sometidos a entrenamiento físico  engancharon con facilidad neuronas nuevas  a su red neural. Pero también se despertaron cuando los animales practicaron habilidades cognitivas, como explorar territorios nuevos .En los ratones, correr, a diferencia de aprender, había creado células cerebrales que podían hacer multitasking.

Entonces, ¿cuánto ejercicio es suficiente para crear un cerebro mejor?  La mayoría de los estudios  se concentraron en actividades aeróbicas como correr o nadar.  Otro estudio mostró que la gente mayor que caminaba nada más que 40 minutos tres veces por semana quitaban dos años de edad al hipocampo y mejoraban el funcionamiento de la memoria.

De modo que no salgamos a caminar después del almuerzo sólo para aclarar las ideas, hagámoslo para mejorar las posibilidades de una vida más larga y más sana. Caminemos también para ser un poquito más inteligentes.

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