África aspira a un nuevo rol global en el escenario mundial
Se propone como mediadora para terminar con la guerra en Ucrania Los Brics, los países del Sur Global, se ofrecen para intervenir en una situación europea. ¿Está cambiando el orden mundial?
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa se ofrece, junto a otros cinco países africanos, a liderar una misión de paz para poner fin a la guerra en Ucrania.
Los países occidentales ven este ofrecimiento con sospechas de que los africanos se sientan demasiado cerca de Vladimir Putin como para ser interlocutores creíbles para Ucrania. La idea de que seis jefes de estados africanos crucen las líneas de fronteras de una guerra europea no solamente se ve como la contraparte de todas las intervenciones europeas en África del pasado, sino que subraya también la creciente seguridad y firmeza de los países del “sur global”, dice Alec Russell en el Financial Times, y la sensación de que esta vez les ha llegado su hora.
Esto, continúa el columnista, comenzó a hacerse visible en una serie de áreas desde que el viejo orden globalizado comenzó a fragmentarse con la crisis financiera de 2008. Pero la guerra en Ucrania fue un poderoso acelerador.
Muchas naciones no occidentales han observado el apoyo incondicional de
Occidente a Ucrania y han visto que, una vez más, las potencias hipócritas dan
prioridad a sus propios intereses y preocupaciones por encima de los grandes
problemas mundiales, como la salud y el cambio climático. También perciben dos grandes oportunidades: enfrentar a Estados Unidos y China y, en su opinión, reescribir el orden mundial posterior a 1945.
Como ocurre con todas las grandes coaliciones revolucionarias en ciernes, este
renovado “movimiento de los no alineados”; es un grupo de intereses muy
diferentes y a menudo contrapuestos, y algunos difícilmente pueden pretender ser neutrales. La cumbre de los Brics que se celebrará en Durban en agosto será una vidriera de estas contradicciones. El grupo está formado por dos autocracias, Rusia y China, dos grandes democracias, Brasil e India (esta última muy recelosa del ascenso de China) y el anfitrión, y pariente menor, Sudáfrica. Ahora hay más de una docena de países interesados en unirse, entre ellos Irán.
El riesgo, especialmente para India y Brasil, es que los Brics se inclinen más que nunca hacia el club de China en lugar de seguir siendo un foro no alineado de países en desarrollo.
