Ferragamo ante la crisis del lujo

El CEO de la casa italiana de modas, Michele Norsa, es el primer no familiar en el cargo. Está convencido de que los usuarios del lujo, también afectados por el momento económico, no abandonarán marcas clásicas y sobrias, como la suya.

15 marzo, 2009

<p>Las marcas de lujo est&aacute;n sintiendo la incertidumbre de estos tiempos. Cartier registr&oacute; una ca&iacute;da de 12% en sus ventas navide&ntilde;as en Estados Unidos y la joyer&iacute;a Tiffany registr&oacute; tambi&eacute;n una ca&iacute;da preocupante en las ventas. <br />
No as&iacute; la casa italiana de modas Salvatore Ferragamo, que seg&uacute;n su CEO Michele Norsa, est&aacute; bien posicionada para aguantar el chubasco. En gran medida, esto se debe a su entrada en Asia, donde ahora registra la cuarta parte de sus ventas anuales. Adem&aacute;s, Norsa cree que la nueva austeridad hace que los consumidores se alejen de las marcas m&aacute;s espectaculares y favorezcan a empresas como Ferragamo, una marca m&aacute;s cl&aacute;sica y m&aacute;s discreta, a tono con el humor del momento. <br />
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Norsa lleg&oacute; a Ferragamo en 2006, desde Valentino, otra casa de moda italiana.&nbsp; Fue el primer CEO no perteneciente a la familia e introdujo profesionalismo a la compa&ntilde;&iacute;a. La crisis vino a postergar sus planes de cotizar en bolsa. Por el momento, hay dos ejecutivos j&oacute;venes de la familia (James Ferragamo y Ang&eacute;lica Visconti, tercera generaci&oacute;n) a quienes &eacute;l podr&iacute;a entrenar para posibles sucesores. Ferragamo es una compa&ntilde;&iacute;a que ha tenido sus historias en los mercados financieros.&nbsp; <br />
En la d&eacute;cada de 1920 s fundador Salvatore Ferragamo era el proveedor de zapatos preferido de Marlene Dietrich y de una cantidad de estrellas de cine. Pero no supo manejar bien su expansi&oacute;n en Estados Unidos y cay&oacute; en manos de prestamistas para terminar quebrando luego del crac financiero de 1929 en Wall Street. La quiebra le quit&oacute; todo menos la decisi&oacute;n de volver a empezar, aunque con un enfoque diferente. Por eso, cuando volvi&oacute; a la carga, lo hizo con el convencimiento de que la empresa ser&iacute;a familiar durante largo tiempo, pues no estaba dispuesto a pagar dividendos hasta no lograr completo establecimiento y no deber un centavo a nadie. Por &uacute;ltimo, la quiebra le dejo el deseo de no volver a mendigar capital afuera y autofinanciarse totalmente.<br />
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En la actualidad, la independencia financiera y gerencial son un activo importante, en opini&oacute;n del CEO, pues la visi&oacute;n del negocio que tiene una empresa familiar es de mucho m&aacute;s largo plazo que la de una empresa cotizante, y esa es una ventaja en circunstancias dif&iacute;ciles como las que atraviesa el mundo. <br />
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Pero a pesar de su optimismo con respecto a que las marcas cl&aacute;sicas est&aacute;n a salvo, las perspectivas para 2009 no son buenas. La expansi&oacute;n del 2008 (40 nuevas tiendas) deber&aacute; reducirse y algunos planes &ndash; como la flotaci&oacute;n — posponerse. En opini&oacute;n de Norsa, la recesi&oacute;n es una oportunidad para simplificar ventas y purgar excesos de los a&ntilde;os de crecimiento. Por primera vez en mucho tiempo, dice, &eacute;l y sus competidores est&aacute;n comparando planes sobre c&oacute;mo enfrentar este mercado. <br />
Por su parte, cree que el sector deber&iacute;a reducir las colecciones anuales, multiplicadas a pedido de minoristas estadounidenses. Eso oblig&oacute; a las casas de moda a estar en un permanente proceso de dise&ntilde;o. <br />
En segundo lugar, los presupuestos de marketing y publicidad deben olvidarse de campa&ntilde;as lujosas y concentrarse m&aacute;s en los consumidores en lugar de la imagen de una marca que ya est&aacute; establecida. <br />
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Tercero, las casas de moda deber&iacute;an abandonar la carrera&nbsp; para ver qui&eacute;n abre m&aacute;s tiendas y, finalmente, le preocupa el gasto en desfiles, cada vez m&aacute;s grandes y espectaculares. La industria del lujo tiene que volver a pensar c&oacute;mo ser rentable sin hacer tantos gastos a menudo in&uacute;tiles. <br />
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Pero &eacute;l no pierde la calma. Cree que los compradores de moda no van a abandonar a las marcas de lujo. Gastar&aacute;n menos, pero lo gastar&aacute;n en lo mejor. <br />
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