Murdoch acecha a Dow Jones y Thomson avanza sobre Reuters

El grupo canadiense Thomson Corporation vendió US$ 6.000 millones en activos educativos, para elevar a 17.600 millones la oferta por Reuters. Pero un acuerdo afectaría a Dow Jones, a su vez pretendida por News Corporation.

12 mayo, 2007

Según comunicado de TC, la escisión de Thomson Learning (nivel terciario) y Nelson Canada (servicios educativos por Internet) responde a la necesidad de aumentar el efectivo disponible para adquirir Reuters. De paso, previene posibles interferencias de instancias reguladoras.

La venta de TL y NC le inyecta unos US$ 7.750 millones a Thomson, firma canadiense registrada en la bolsa de Toronto, pero en realidad manejada desde Stanford, Estados Unidos. Por supuesto, la meta de TC es competir con Bloomberg’s, un gigante del sector. La eventual fusión con Reuters le daría al futuro conglomerado 34% en el mercado mundial de información bursátil, financiera, cambiaria y de materias primas (contra 38% de Bloomberg’s y apenas 3% de DJ).

En ese punto, los intereses de TC se cruzan con los de Rupert Murdoch. News Corporation ofreció hace poco US$ 60 por título de Dow Jones y, hasta el momento, el intento es resistido por el clan Bancroft, accionista mayoritario. Por supuesto, el objeto de News Corp no es DJ como proveedora de datos de mercado y compiladora de los indicadores bursátiles más prestigiosos del mundo.

En verdad, lo que Murdoch quiere es el “Wall Street journal”, el periódico económico (no es diario) más influyente del globo, junto con el londinense “Financial times”. Además de una larga lista de medios gráficos y audiovisuales alrededor del planeta, Murdoch quiere armar un servicio de TV por cable orientado a economía y finanzas.

Necesita al WSJ. ¿Por qué? Porque, como señalaba el columnista floritano Mario Diament, el magnate australiano –nacionalizado estadounidense- pertenece a la estirpe de Joseph Pulitzer o William R.Hearst. “Comparte con ellos la misma visión de la prensa. La considera más un instrumento de poder y dinero que un componente imprescindible de la democracia occidental”. El riesgo de que un periódico tan influyente como el WSJ “ingrese a la esfera de alguien con tan pocos escrúpulos resulta altamente inquietante”, sostiene el pendolista.

Pero esta ecuación pueden contener in ingrediente político: el apuro de Murdoch en cazar el WSJ antes de que su amigo, George W.Bush, abandone la Casa Blanca. En último término, según “Le monde”, el multimillonario corre otro peligro: en sus manos y con sus antecedentes, el WSJ podría perder prestigio.

Según comunicado de TC, la escisión de Thomson Learning (nivel terciario) y Nelson Canada (servicios educativos por Internet) responde a la necesidad de aumentar el efectivo disponible para adquirir Reuters. De paso, previene posibles interferencias de instancias reguladoras.

La venta de TL y NC le inyecta unos US$ 7.750 millones a Thomson, firma canadiense registrada en la bolsa de Toronto, pero en realidad manejada desde Stanford, Estados Unidos. Por supuesto, la meta de TC es competir con Bloomberg’s, un gigante del sector. La eventual fusión con Reuters le daría al futuro conglomerado 34% en el mercado mundial de información bursátil, financiera, cambiaria y de materias primas (contra 38% de Bloomberg’s y apenas 3% de DJ).

En ese punto, los intereses de TC se cruzan con los de Rupert Murdoch. News Corporation ofreció hace poco US$ 60 por título de Dow Jones y, hasta el momento, el intento es resistido por el clan Bancroft, accionista mayoritario. Por supuesto, el objeto de News Corp no es DJ como proveedora de datos de mercado y compiladora de los indicadores bursátiles más prestigiosos del mundo.

En verdad, lo que Murdoch quiere es el “Wall Street journal”, el periódico económico (no es diario) más influyente del globo, junto con el londinense “Financial times”. Además de una larga lista de medios gráficos y audiovisuales alrededor del planeta, Murdoch quiere armar un servicio de TV por cable orientado a economía y finanzas.

Necesita al WSJ. ¿Por qué? Porque, como señalaba el columnista floritano Mario Diament, el magnate australiano –nacionalizado estadounidense- pertenece a la estirpe de Joseph Pulitzer o William R.Hearst. “Comparte con ellos la misma visión de la prensa. La considera más un instrumento de poder y dinero que un componente imprescindible de la democracia occidental”. El riesgo de que un periódico tan influyente como el WSJ “ingrese a la esfera de alguien con tan pocos escrúpulos resulta altamente inquietante”, sostiene el pendolista.

Pero esta ecuación pueden contener in ingrediente político: el apuro de Murdoch en cazar el WSJ antes de que su amigo, George W.Bush, abandone la Casa Blanca. En último término, según “Le monde”, el multimillonario corre otro peligro: en sus manos y con sus antecedentes, el WSJ podría perder prestigio.

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