Supercomputadoras: el Pentágono las saca del desván

Tras años de olvido, el Pentágono reivindica a Seymour Cray y su supercomputadora vectorial. Mejor dicho, retornan sus diseños para construir máquinas ultraveloces... para manejar un delirante superarsenal nuclear.

6 agosto, 2003

Según preveían observadores ajenos al espinel especulativo, la masiva
emisión de deuda federal (US$ 104.000 millones este trimestre, 126.000
el próximo) se traduce en menor precio de los papeles, pese a la demanda,
y mayor tasa de retorno, que rebotaba velozmente a 4,45%, para concluir alrededor
de 4% anual.

Por consiguiente, cunden temores de que el resto de los intereses acabe acompañando
a la renta de bonos T-10. El problema es que la tendencia se pase al crédito
hipotecario y el costo del dinero plástico, lo cual afectará el
consumo (uno de los escasos sectores dinámicos en la economía
norteamericana).

Para colmo, Costco Wholesale, la cadena de ventas mayoristas, anticipó
una baja de ingresos. En este clima y durante la última media hora, retrocedieron
notablemente el Standard&Poor´s 500 (-1,77%), el Dow Jones industrial (-1,63%),
el Nasdaq compuesto (-2,37%) y el Nasaq 100 (-2,97%). Esto ocurre poco después
de que, según un estudio basados en la cartera S&P 500, las utilidades
del II trimestre excedieron las estimaciones del mercado en un promedio de 4,1%.

También el Institute for Supply Management (gerentes de compras)
intentó estimular el mercado, difundiendo su indicador sobre "industrias
de servicios" -oxímoron muy en boga-, o sea dos tercios de la economía
real. De acuerdo con esta fuente, el índice que reúne comercio
minorista, servicios financieros, construcción, etc., subió en
julio a 66,1 puntos. Es el máximo desde que existe esta estadística
(julio de 1997).

Por su parte, el espinel europeo recobraba terreno, pero sólo por razones
psicológicas: el mercado apuesta a que el euro baje pronto a menos de
US$ 1,11 y que los estragos estivales en todo el continente no afecten a las
colocaciones bursátiles. En el plano hemisférico, el dólar
aflojó, aunque sigue alto porque salen posiciones en divisas para compra
bonos T-10.

Este fenómeno se nota mucho en Montevideo, aunque medios afines al mercado
lo disimulen: ayer, el dólar se vendía a no menos de $Ur 31 (igual
que en Buenos Aires y Nueva York), pero en diarios y boletines seguía
"clavado" a 28,50.

Según preveían observadores ajenos al espinel especulativo, la masiva
emisión de deuda federal (US$ 104.000 millones este trimestre, 126.000
el próximo) se traduce en menor precio de los papeles, pese a la demanda,
y mayor tasa de retorno, que rebotaba velozmente a 4,45%, para concluir alrededor
de 4% anual.

Por consiguiente, cunden temores de que el resto de los intereses acabe acompañando
a la renta de bonos T-10. El problema es que la tendencia se pase al crédito
hipotecario y el costo del dinero plástico, lo cual afectará el
consumo (uno de los escasos sectores dinámicos en la economía
norteamericana).

Para colmo, Costco Wholesale, la cadena de ventas mayoristas, anticipó
una baja de ingresos. En este clima y durante la última media hora, retrocedieron
notablemente el Standard&Poor´s 500 (-1,77%), el Dow Jones industrial (-1,63%),
el Nasdaq compuesto (-2,37%) y el Nasaq 100 (-2,97%). Esto ocurre poco después
de que, según un estudio basados en la cartera S&P 500, las utilidades
del II trimestre excedieron las estimaciones del mercado en un promedio de 4,1%.

También el Institute for Supply Management (gerentes de compras)
intentó estimular el mercado, difundiendo su indicador sobre "industrias
de servicios" -oxímoron muy en boga-, o sea dos tercios de la economía
real. De acuerdo con esta fuente, el índice que reúne comercio
minorista, servicios financieros, construcción, etc., subió en
julio a 66,1 puntos. Es el máximo desde que existe esta estadística
(julio de 1997).

Por su parte, el espinel europeo recobraba terreno, pero sólo por razones
psicológicas: el mercado apuesta a que el euro baje pronto a menos de
US$ 1,11 y que los estragos estivales en todo el continente no afecten a las
colocaciones bursátiles. En el plano hemisférico, el dólar
aflojó, aunque sigue alto porque salen posiciones en divisas para compra
bonos T-10.

Este fenómeno se nota mucho en Montevideo, aunque medios afines al mercado
lo disimulen: ayer, el dólar se vendía a no menos de $Ur 31 (igual
que en Buenos Aires y Nueva York), pero en diarios y boletines seguía
"clavado" a 28,50.

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