Ucrania: anticipan comicios para evitar un conflicto civil

El prooccidental Víktor Yushchenko tomó el mano de las tropas asignadas a la cartera de interior. Esto provocó una dura reacción del primer ministro, Víktor Yanukóvich, operador del ruso Vladyímir Putin. Luego hubo un acuerdo electoral.

28 mayo, 2007

El domingo por la noche, Yushchenko y Yanukóvich resolvieron adelantar las elecciones parlamentarias al 30 de septiembre, para frenar la ola de violencia desatada no por civiles, sino por militares. No obstante, el acuerdo debe ser ratificado en la legislatura y, además, habrá un hiato de cuatro meses.

Medio país habla ucraniano y mira a Occidente, el otro medio –todo el sudeste, Crimea y áreas al sudoeste- habla ruso. “Si se recurre a la fuerza, esto puede degenerar en un gigantesco Líbano o Kósovo a las puertas de la Unión Europea”, cree el columnista italiano Franco Venturini. Bruselas y Washington comparten esos temores y se han lanzado a apaciguar los ánimos, tras advertir a Putin que se abstenga de meterse en la crisis.

La decisión de Yushchenko tenía por objeto frustrar presuntos focos rebeldes en las zonas de lengua rusa. Detonante: la destitución, el viernes, del fiscal general Svyátoslav Piskun, que deriva –en realidad- de la disolución del parlamento dictada en abril. Yanúkovich sostuvo al funcionario y ordenó al general Vásil Tsuchko ocupar la sede de la fiscalía con tropas de interior.

Así hubo, el sábado, choques entre efectivos invasores y la guardia de seguridad. En ese momento, Yushchenko asumió el mando de las tropas que respaldaban a Yanukóvich. Las imágenes tomadas por TV (tanques marchando por Kíyev) generaron vasto impacto en toda Europa y pusieron a Estados Unidos en alerta. Por supuesto, nadie se atreve a pronosticar qué ocurrirá este lunes en las bolsas de la región, pese al acuerdo de último momento.

“Las tropas se han subordinado al presidente de la república”, señalaba un comunicado de Yushchenko. “Esto es una interferencia anticonstitucional”, afirmó Yanukóvich. La UE se manifestó preocupada por el cariz de los hechos e instó a la serenidad. Por su parte, la Casa Blanca pidió a ambos dirigentes “resolver sus pleitos sin apelar a la violencia”.

El parangón con Líbano o Kósovo no es ocioso, si bien el tamaño geopolítico de Ucrania es incomparablemente mayor. Con 604.000 km2 (sólo Rusia es más grande en la península europea, que no es un continente) y 48 millones de habitantes, tiene un producto bruto por persona de US$ 7.600 y el PBI avanzó 7% en 2006. Según estimaciones del Banco Mundial, 62% de la población habla ucraniano, 28% habla ruso y el resto mayormente polaco. Pero la zona rusa es la más próspera e industrializada. Desde la ”revolución naranja” de 2004, las tensiones internas continúan, también las intrigas promovidas desde Moscú.

Algunos expertos sostienen, como el historiador Valyeriy Vasílyev, que el problema de fondos “es un conflicto entre clanes económicos. Yushchenko no es distinto a Yanukóvich y ninguno de ambos tiene un modelo político nuevo. Los dos toleran nepotismo, corrupción e ineficacia, tres cosas normales durante los dieciséis años de era postsoviética tanto en Ucrania como en Rusia o Bielorrusia”. El académicos define “tres grupos económicos, encabezados por Yushchenko, Yanukóvich y Iúliya Timoshenko, una supuesta patriota”. Sus nexos remiten a Transdñestria, un miniestado mafioso, entre Moldavia y Ucrania, que sólo reconocen ésta y Rusia.

En este cuadro estalló de pronto la violencia callejera en Moscú misma, provocada por grupos nazis que, con visible apoyo de la policía rusa, atacaron una manifestación de homosexuales. Dado que la ”represión conjunta” afectó a legisladores del Europarlamento, cundía por Europa occidental una nota de protestas oficiales. El Grupo de los 8 (a punto de reunirse) incluirá el asunto en agenda por presiones de Alemania, Francia, Italia y Holanda.

El domingo por la noche, Yushchenko y Yanukóvich resolvieron adelantar las elecciones parlamentarias al 30 de septiembre, para frenar la ola de violencia desatada no por civiles, sino por militares. No obstante, el acuerdo debe ser ratificado en la legislatura y, además, habrá un hiato de cuatro meses.

Medio país habla ucraniano y mira a Occidente, el otro medio –todo el sudeste, Crimea y áreas al sudoeste- habla ruso. “Si se recurre a la fuerza, esto puede degenerar en un gigantesco Líbano o Kósovo a las puertas de la Unión Europea”, cree el columnista italiano Franco Venturini. Bruselas y Washington comparten esos temores y se han lanzado a apaciguar los ánimos, tras advertir a Putin que se abstenga de meterse en la crisis.

La decisión de Yushchenko tenía por objeto frustrar presuntos focos rebeldes en las zonas de lengua rusa. Detonante: la destitución, el viernes, del fiscal general Svyátoslav Piskun, que deriva –en realidad- de la disolución del parlamento dictada en abril. Yanúkovich sostuvo al funcionario y ordenó al general Vásil Tsuchko ocupar la sede de la fiscalía con tropas de interior.

Así hubo, el sábado, choques entre efectivos invasores y la guardia de seguridad. En ese momento, Yushchenko asumió el mando de las tropas que respaldaban a Yanukóvich. Las imágenes tomadas por TV (tanques marchando por Kíyev) generaron vasto impacto en toda Europa y pusieron a Estados Unidos en alerta. Por supuesto, nadie se atreve a pronosticar qué ocurrirá este lunes en las bolsas de la región, pese al acuerdo de último momento.

“Las tropas se han subordinado al presidente de la república”, señalaba un comunicado de Yushchenko. “Esto es una interferencia anticonstitucional”, afirmó Yanukóvich. La UE se manifestó preocupada por el cariz de los hechos e instó a la serenidad. Por su parte, la Casa Blanca pidió a ambos dirigentes “resolver sus pleitos sin apelar a la violencia”.

El parangón con Líbano o Kósovo no es ocioso, si bien el tamaño geopolítico de Ucrania es incomparablemente mayor. Con 604.000 km2 (sólo Rusia es más grande en la península europea, que no es un continente) y 48 millones de habitantes, tiene un producto bruto por persona de US$ 7.600 y el PBI avanzó 7% en 2006. Según estimaciones del Banco Mundial, 62% de la población habla ucraniano, 28% habla ruso y el resto mayormente polaco. Pero la zona rusa es la más próspera e industrializada. Desde la ”revolución naranja” de 2004, las tensiones internas continúan, también las intrigas promovidas desde Moscú.

Algunos expertos sostienen, como el historiador Valyeriy Vasílyev, que el problema de fondos “es un conflicto entre clanes económicos. Yushchenko no es distinto a Yanukóvich y ninguno de ambos tiene un modelo político nuevo. Los dos toleran nepotismo, corrupción e ineficacia, tres cosas normales durante los dieciséis años de era postsoviética tanto en Ucrania como en Rusia o Bielorrusia”. El académicos define “tres grupos económicos, encabezados por Yushchenko, Yanukóvich y Iúliya Timoshenko, una supuesta patriota”. Sus nexos remiten a Transdñestria, un miniestado mafioso, entre Moldavia y Ucrania, que sólo reconocen ésta y Rusia.

En este cuadro estalló de pronto la violencia callejera en Moscú misma, provocada por grupos nazis que, con visible apoyo de la policía rusa, atacaron una manifestación de homosexuales. Dado que la ”represión conjunta” afectó a legisladores del Europarlamento, cundía por Europa occidental una nota de protestas oficiales. El Grupo de los 8 (a punto de reunirse) incluirá el asunto en agenda por presiones de Alemania, Francia, Italia y Holanda.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades