Vestido de monaguillo, un policía capturó a un ladrón

En plena misa, el sábado pasado. Herido después de asaltar una panadería, el ladrón tomó al párroco como rehén. Mientras el cura lo convencía, un policía se disfrazó de monaguillo y lo redujo.

27 septiembre, 1999

Los 400 feligreses que asistieron el sábado último a la iglesia San Juan Bautista de Florencio Varela fueron testigos del accionar de un policía, que tuvo que disfrazarse de monaguillo para poder capturar a un asaltante que, tras robar una panadería, tomó al cura del templo como rehén. Unos minutos después de las siete de la tarde, la panadería Canela fue asaltada por Gustavo Galván, de 26 años, a punta de pistola. Pero un oficial se dio a conocer y mostró su arma: los dos dispararon, aunque fue el ladrón el que resultó herido en el abdomen, del lado izquierdo. Herido, el asaltante huyó hasta que ingresó a la iglesia, repleta de feligreses. Al grito de “acá se acabó todo”, Galván subió al altar y apuntó al padre José Ponte. Durante 20 minutos, el cura conversó con el fugitivo, incluso lo llevó a rezar ante fieles y uniformados, que ya habían invadido la sala. Entre tanto, el oficial Fernández y el cabo Carlos Cejas de la comisaría 1ª de Varela, le indicaron a uno de los monaguillos que se sacara la ropa. Cejas se disfrazó y se aproximó por uno de los laterales del altar hasta que, antes de que Galván, ya cansado y listo para suicidarse, hiciera algún movimiento, redujo al asaltante. El oficial será premiado hoy al mediodía por el ministro de Justicia y Seguridad Bonaerense, Carlos Soria.
(Página/12, Clarín)

Los 400 feligreses que asistieron el sábado último a la iglesia San Juan Bautista de Florencio Varela fueron testigos del accionar de un policía, que tuvo que disfrazarse de monaguillo para poder capturar a un asaltante que, tras robar una panadería, tomó al cura del templo como rehén. Unos minutos después de las siete de la tarde, la panadería Canela fue asaltada por Gustavo Galván, de 26 años, a punta de pistola. Pero un oficial se dio a conocer y mostró su arma: los dos dispararon, aunque fue el ladrón el que resultó herido en el abdomen, del lado izquierdo. Herido, el asaltante huyó hasta que ingresó a la iglesia, repleta de feligreses. Al grito de “acá se acabó todo”, Galván subió al altar y apuntó al padre José Ponte. Durante 20 minutos, el cura conversó con el fugitivo, incluso lo llevó a rezar ante fieles y uniformados, que ya habían invadido la sala. Entre tanto, el oficial Fernández y el cabo Carlos Cejas de la comisaría 1ª de Varela, le indicaron a uno de los monaguillos que se sacara la ropa. Cejas se disfrazó y se aproximó por uno de los laterales del altar hasta que, antes de que Galván, ya cansado y listo para suicidarse, hiciera algún movimiento, redujo al asaltante. El oficial será premiado hoy al mediodía por el ministro de Justicia y Seguridad Bonaerense, Carlos Soria.
(Página/12, Clarín)

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