Autoestima y planificación

"No hay cosa que deprima más a la gente que no saber hacia dónde va", asegura Rubén Ordóñez. El consultor realizó en Córdoba una serie de seminarios, en el marco de un Programa de formación comercial.

8 febrero, 2001

En un año recesivo y en una plaza impactada por las presiones competitivas que instaló la venta de la mayoría de las empresas locales, la planificación no es, precisamente, el fuerte de las pymes cordobesas. Sin embargo, en ella radica el principio de la construcción de una posición de fuerza que les permita enfrentar las cambiantes condiciones del mercado.

“Es la piedra basal del desarrollo empresarial y el arma para enfrentar situaciones de incertidumbre económica”, asegura Rubén Ordóñez, socio fundador de Ordóñez Bianco Consultores, y agrega que “no se trata de adivinar ni de hacer una declaración de principios, es prever el efecto que tendrán en el futuro las decisiones que tomamos hoy”.

En el marco de un Programa de formación comercial, que su consultora desarrolló hasta noviembre en Córdoba, Ordóñez planteó ante los empresarios locales las claves para desarrollar un planeamiento en un entorno de cambio permanente.

“En las empresas uno camina entre la pared de los objetivos y la pared de los recursos”, describió. A su juicio, el punto crítico es coordinar ambos aspectos. “En general, se acomodan los objetivos a los recursos, en lugar de analizar cómo generar más recursos para aplicar a los objetivos”, apuntó.

Según su análisis, esta perspectiva del negocio exige un monitoreo estricto de las estrategias de largo plazo, a través de acciones y decisiones que se adoptan día tras día. “Es imprescindible tener claro esto y que, si fijo estrategias, debo adaptarlas si mi contexto cambia”, agregó. “Es frecuente que, tanto grandes empresas como pymes, salgan corriendo en la dirección opuesta o destruyan todo lo construido cuando hay recesión”, explicó Ordóñez.

El valor del timing

La trayectoria del pato es la metáfora que utilizó el consultor para graficar la importancia del timing en el planeamiento. “Es como cazar patos: hay que apuntar un poquito adelante de la trayectoria del vuelo del ave porque, si se tira al pato directamente, cuando el perdigón llegue a destino será demasiado tarde. Y, si apuntamos muy adelante, no le damos tiempo al pato para que llegue”, resumió.

A contramano de lo que sentencian algunas frases hechas que se manejan en los circuitos de capacitación del management, advirtió que los ciclos de crisis internas en las empresas aparecen cuando no se tiene en cuenta que “las oportunidades tienen ventanas en el tiempo”.

“No es cierto aseveró que el que llega primero gana, tal como plantean en el sector de las punto com. El first mover cuenta con más chances porque tiene todo para sí, pero también es el que debe asimilar el grueso de los errores. No existen recetas para el éxito. Hay miles de formas y no necesariamente siendo el primero”, agregó.

Ordóñez resumió en cinco puntos las claves para desarrollar un planeamiento:

1. Creer en lo propio. “Creer en mi capacidad empresarial, en lo que hago, en que yo puedo. Si no, lo demás no tiene sentido. Los argentinos somos muy llorones y nos creamos nuestros propios frenos. No hay otra cosa que entusiasme más a la gente que planear hacia dónde va”.

2. Creer en el valor de la herramienta. “Confiar en lo que vendo”.

3. Ubicar un tiempo para planear. “Aunque la pyme está absorbida por el día y día, tapando agujeros financieros, armar un plan de negocios no necesita tiempo. Se puede hacer en tres días de trabajo a full“.

4. Aprender a mirar a los públicos externos. “En general, las empresas miran mejor hacia adentro y se olvidan de mirar hacia los clientes, los canales de distribución y los proveedores”.

5. Dejar las anécdotas y presupuestos de lado. “Seguimos haciendo o creyendo en cosas sin saber por qué, y si realmente colaboran para concretar nuestros objetivos”.

En un año recesivo y en una plaza impactada por las presiones competitivas que instaló la venta de la mayoría de las empresas locales, la planificación no es, precisamente, el fuerte de las pymes cordobesas. Sin embargo, en ella radica el principio de la construcción de una posición de fuerza que les permita enfrentar las cambiantes condiciones del mercado.

“Es la piedra basal del desarrollo empresarial y el arma para enfrentar situaciones de incertidumbre económica”, asegura Rubén Ordóñez, socio fundador de Ordóñez Bianco Consultores, y agrega que “no se trata de adivinar ni de hacer una declaración de principios, es prever el efecto que tendrán en el futuro las decisiones que tomamos hoy”.

En el marco de un Programa de formación comercial, que su consultora desarrolló hasta noviembre en Córdoba, Ordóñez planteó ante los empresarios locales las claves para desarrollar un planeamiento en un entorno de cambio permanente.

“En las empresas uno camina entre la pared de los objetivos y la pared de los recursos”, describió. A su juicio, el punto crítico es coordinar ambos aspectos. “En general, se acomodan los objetivos a los recursos, en lugar de analizar cómo generar más recursos para aplicar a los objetivos”, apuntó.

Según su análisis, esta perspectiva del negocio exige un monitoreo estricto de las estrategias de largo plazo, a través de acciones y decisiones que se adoptan día tras día. “Es imprescindible tener claro esto y que, si fijo estrategias, debo adaptarlas si mi contexto cambia”, agregó. “Es frecuente que, tanto grandes empresas como pymes, salgan corriendo en la dirección opuesta o destruyan todo lo construido cuando hay recesión”, explicó Ordóñez.

El valor del timing

La trayectoria del pato es la metáfora que utilizó el consultor para graficar la importancia del timing en el planeamiento. “Es como cazar patos: hay que apuntar un poquito adelante de la trayectoria del vuelo del ave porque, si se tira al pato directamente, cuando el perdigón llegue a destino será demasiado tarde. Y, si apuntamos muy adelante, no le damos tiempo al pato para que llegue”, resumió.

A contramano de lo que sentencian algunas frases hechas que se manejan en los circuitos de capacitación del management, advirtió que los ciclos de crisis internas en las empresas aparecen cuando no se tiene en cuenta que “las oportunidades tienen ventanas en el tiempo”.

“No es cierto aseveró que el que llega primero gana, tal como plantean en el sector de las punto com. El first mover cuenta con más chances porque tiene todo para sí, pero también es el que debe asimilar el grueso de los errores. No existen recetas para el éxito. Hay miles de formas y no necesariamente siendo el primero”, agregó.

Ordóñez resumió en cinco puntos las claves para desarrollar un planeamiento:

1. Creer en lo propio. “Creer en mi capacidad empresarial, en lo que hago, en que yo puedo. Si no, lo demás no tiene sentido. Los argentinos somos muy llorones y nos creamos nuestros propios frenos. No hay otra cosa que entusiasme más a la gente que planear hacia dónde va”.

2. Creer en el valor de la herramienta. “Confiar en lo que vendo”.

3. Ubicar un tiempo para planear. “Aunque la pyme está absorbida por el día y día, tapando agujeros financieros, armar un plan de negocios no necesita tiempo. Se puede hacer en tres días de trabajo a full“.

4. Aprender a mirar a los públicos externos. “En general, las empresas miran mejor hacia adentro y se olvidan de mirar hacia los clientes, los canales de distribución y los proveedores”.

5. Dejar las anécdotas y presupuestos de lado. “Seguimos haciendo o creyendo en cosas sin saber por qué, y si realmente colaboran para concretar nuestros objetivos”.

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