Calor, el mejor aliado a la hora de vacunar bebés

Según un estudio aparecido en la publicación científica Pain mantener a los bebés arropados durante la administración de las primeras vacunas podría aliviar el dolor que provocan las inyecciones.

12 abril, 2012

<p>Calentitos, as&iacute; hay que mantener a los beb&eacute;s a la hora de vacunarlos. O por lo menos as&iacute; lo asegura un estudio de la Universidad del Hospital de ni&ntilde;os Comer en Chicago, publicado en la revista cient&iacute;fica Pain. El mejor remedio para el llanto que provocan las agujas, m&aacute;s all&aacute; de los peque&ntilde;os trucos de pediatras, es arroparlos y aumentarles la temperatura corporal.</p>
<p>El estudio, que incluy&oacute; a 47 reci&eacute;n nacidos, prob&oacute; que los beb&eacute;s lloraban menos cuando los cubr&iacute;an con mantas que cuando les daban p&iacute;ldoras de az&uacute;car o juguetes para distraerse antes de ser vacunados. Uno de los autores del informe dijo que &ldquo;aumentar la temperatura corporal es m&aacute;s natural, f&aacute;cil y eficiente&rdquo; que los otros procedimientos.</p>
<p>Para los padres de todo el mundo la hora de las inyecciones es una verdadera afrenta a sus nervios; el llanto desconsolado suele provocar mucho estr&eacute;s. En los primeros meses de vida los an&aacute;lisis de sangre y las vacunas son procedimientos comunes que requieren creatividad y paciencia para consolar a los m&aacute;s chicos. Como usar drogas para aliviar el dolor durante esos a&ntilde;os est&aacute; contraindicado, las t&eacute;cnicas de distracci&oacute;n son las m&aacute;s usadas. Las p&iacute;ldoras de az&uacute;car son el tratamiento m&aacute;s com&uacute;n pero los pediatras no conf&iacute;an del todo en su efectividad.</p>
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En el estudio los ni&ntilde;os fueron repartidos en tres grupos: aquellos que recibir&iacute;an m&aacute;s calor durante las vacunas de la hepatitis B, los que ingerir&iacute;an az&uacute;car y los que recibir&iacute;an un juguete para chupar. Al momento de las inyecciones las reacciones de los beb&eacute;s fueron grabadas en video: su llanto, s&iacute;, pero tambi&eacute;n sus muecas y ritmo card&iacute;aco.</p>
<p>Se comprob&oacute; que los que recibieron calor dejaban de llorar mucho antes que los dem&aacute;s. Un cuarto de los beb&eacute;s con temperaturas corporales m&aacute;s elevadas no lloraron para nada. El dato que m&aacute;s sorprendi&oacute; fue el del az&uacute;car: todos los beb&eacute;s de la muestra lloraron.</p>
<p>La conclusi&oacute;n del equipo del Hospital de ni&ntilde;os Cromer en Chicago fue que &ldquo;proveer calor durante vacunas dolorosas decrece el llanto que usualmente producen esos procedimientos. La exposici&oacute;n a una fuente de calor externa es m&aacute;s natural y efectiva que el uso de analg&eacute;sicos o de sacarosa&rdquo;.</p>
<p>Aunque la muestra fue muy peque&ntilde;a -47 casos no hacen a la regla- los autores del estudio instan a que se investigue m&aacute;s a fondo sobre esta t&eacute;cnica que, si efectiva, podr&iacute;a ser usada por doctores en todo el mundo. Las madres, mientras tanto, agradecidas.</p>
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